Karel Mark chichon. Director de orquesta

"Sevilla podría ser el principal centro operístico de España"

  • Titular de una formación alemana, este maestro inglés vinculado a Andalucía quiere ser candidato a la sucesión de Pedro Halffter al frente de la ROSS y el Teatro de la Maestranza.

Karel Mark Chichon es director titular desde 2011 de la Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken Kaiserslautern, con la que acaba de renovar su contrato hasta 2017. Ha sido director titular y artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia (2009-2012) y titular de la Sinfónica de Graz en Austria (2006-2009). Nacido en Londres en 1971 y criado en Gibraltar, estudió en la Royal Academy of Music y por su contribución a la cultura la reina de Inglaterra le condecoró en 2012 con la Orden del Imperio Británico. Tiene una casa en Málaga, está casado con una de las mezzosopranos más prestigiosas del momento -la letona Elina Garanca- y desea presentar un proyecto "integrador" para dirigir la Sinfónica de Sevilla (ROSS) y el Teatro de la Maestranza.

-¿Tiene información oficial del proceso por el que se elegirá nuevo director de la ROSS y el Maestranza? ¿Qué le ha animado a aspirar a dicha plaza?

-No sé todavía nada del proceso. La idea de presentarme surge porque soy un gran amante de Sevilla. Pero lo que me atrae del proyecto es el gran potencial que tiene esta ciudad y que, en mi opinión, no se está desarrollando. Sevilla podría ser fácilmente el principal centro operístico de España. Debe llegar mucho más lejos. Las posibilidades del Maestranza y de la ROSS en relación a la ciudad sólo se han explotado en un 40%. Para ello no basta sólo con tener imaginación, hay que disponer de contactos.

-¿Puede concretar su proyecto artístico para esas instituciones?

-Hay dos tipos de directores: los que van por el mundo de invitados y los titulares que trabajan para hacer crecer las instituciones y desarrollar todo su potencial. Durante mi etapa como director artístico de la Sinfónica de Letonia el público pasó del 60% al 94% del aforo. En Saarbrücken la asistencia a los conciertos es del 100% tras mi llegada. Me gusta que me inviten para tomar la batuta en Berlín y Viena, he tenido un gran éxito dirigiendo a la Orquesta del Concertgebouw, pero mi vocación no es esa; ser el responsable de un proyecto es lo que me enorgullece y la razón por la que decidí dedicarme a la música.

-Los presupuestos públicos que manejan la ROSS y el Maestranza han caído en picado en los últimos años. ¿Garantiza Karel Mark Chichon patrocinios privados?

-No hay ningún director artístico o titular que pueda sobrevivir sin conseguir patrocinios y que pueda seguir en su puesto si su orquesta no sale de gira ni realiza grabaciones. Son cosas elementales, al igual que lo es que el director esté próximo a los principales valores e instituciones musicales de la ciudad donde trabaja. Esto siempre lo he tenido muy claro, porque en Alemania los propios músicos deciden quién será su director. Un titular y un director artístico es sobre todo alguien que trabaja con la orquesta. Y aparte del proyecto que tenga en mente, resulta imprescindible establecer un formato democrático para la orquesta, que tenga una voz propia y pueda decir algo acerca de su futuro. Tenemos que contar con ella porque si no se la implica en el diálogo y es parte integral del proceso artístico, no se podrá desarrollar un programa ambicioso.

-¿Cuál sería su propuesta de remuneración como hipotético director del teatro y la ROSS?

-Mis pretensiones económicas no puedo decirlas, obviamente, pero soy consciente de que los emolumentos que percibe Pedro Halffter, según las informaciones publicadas, son muy elevados y superan los honorarios medios de los directores de orquesta en Alemania. En términos generales es un sueldo muy alto pero en época de crisis mucho más. Tengo muy claro que mi carrera internacional funciona con y sin Sevilla, por lo que no veo este proyecto en términos económicos, sino en función de lo que me gustaría desarrollar a la vista de las enormes posibilidades que tienen la orquesta y el teatro.

-¿Cree, como afirmó el consejero de Cultura, que diez años es mucho tiempo para exprimir musicalmente un proyecto?

-Todos, directores y orquestas, tenemos una función y unos límites. Llegará un día en que yo habré hecho mi trabajo en Saarbrücken y tendré que pasar a otra etapa, y cuando llegue ese momento lo asumiré como algo natural con el deseo de que el proyecto siga creciendo. Salir no significa que uno lo haya hecho mal, sino que es tiempo de que la institución tome otro rumbo. No estoy diciendo que a Halffter se le haya acabado el tiempo. Lo que sí digo es que puedo hacer crecer a la orquesta y el teatro, reforzando a la vez la dimensión turística de Sevilla. La ópera -y los divos más incluso que las obras- se ha convertido en la gran atracción de la música y por mi esposa, sé que lo que preocupa más a los artistas, al optar por un proyecto u otro, es la relación con la ciudad que lo acoge.

-Nunca ha dirigido a la ROSS. ¿Lo considera un hándicap?

-No la he dirigido e ignoro aún si se me invitará a concursar y cómo será el procedimiento pero lo normal es que la orquesta llegue a conocer a los directores aspirantes. Así me ocurrió en Saarbrücken, donde con la temporada ya cerrada se programó un concierto para probar cómo sonábamos juntos.

-¿Tiene experiencia en la dirección artística de un teatro? ¿Cree que es conveniente que la misma persona programe en la orquesta y el Maestranza?

- He trabajado en los principales teatros del mundo salvo el Metropolitan de Nueva York y la Scala de Milán, donde debutaré en 2016 con Madama Butterfly y La Bohème respectivamente, y conozco cuanto es importante sobre cómo funcionan sus programaciones. Cuando un director asume ambos cargos siempre hay uno (el sinfónico o el operístico) que pesa más. En Saarbrücken, donde participan tres instituciones distintas en el proyecto orquestal, la gestión es más complicada pero he sabido armonizar sus prioridades. Allí como en Riga se ofrecen muchos más conciertos que en Sevilla.

-Se ha cuestionado que Halffter se autoprograma demasiado. ¿Cuál es su idea del equilibro perfecto en las relaciones del director con el foso y la orquesta?

-Me abruma que me confundan con parte del atrezo, que se puedan cansar de mí. Cuando programo nunca estoy dos semanas consecutivas, me gusta que cada vez que vuelvo sea un acontecimiento. Para mí lo esencial es que el público perciba que algo especial ocurre sobre el escenario y eso tiene que ver siempre con la relación entre el director y los músicos.

-¿Tendría la Orquesta Barroca de Sevilla un espacio en su propuesta para el Maestranza?

-La OBS es un referente nacional y debe tener su sitio en la temporada del teatro y la orquesta. Sería una locura no contar con ella. Es la obligación de un director en Sevilla promover a los mejores intérpretes y compositores de su ciudad y darles fecha. El guitarrista José María Gallardo del Rey, por ejemplo, actúa poco aquí pero yo le llevo de gira desde hace tiempo.

-La ROSS carece desde hace años de concertino. ¿Cubriría esa plaza inmediatamente?

-Entiendo que a veces el proceso para estas contrataciones es largo pero una orquesta sin concertino no puede funcionar bien porque es la pieza más importante de la orquesta, eleva el nivel y ayuda a que la orquesta se sienta escuchada. En Saarbrücken tenemos dos.

-¿Es partidario de sacarle partido al patrimonio de más de 150 óperas vinculadas a Sevilla?

-No entiendo por qué se han programado tan pocas óperas relacionadas con Sevilla. Sé que existe un proyecto al respecto y la idea en sí me parece buena pero hay que combinarla con estrellas de la ópera. Nadie va a venir a ver Las bodas de Fígaro con un elenco desconocido o trillado pero sí habría hueco para programar una Carmen en la plaza de la Real Maestranza con Elina Garanca y Jonas Kaufmann. Lo que tengo claro es que tres o cuatro veces al año hay que programar en Sevilla algo estelar, algo que la gente sólo podrá ver aquí, como ocurrió el año pasado en el Festival de Baden-Baden, cuando Elina y Jonas se reunieron por primera vez para cantar extractos de Cavalleria Rusticana.

-¿A qué destinos llevaría de gira a la Sinfónica de Sevilla?

-A Alemania y Austria, donde tengo mi principal mercado internacional, y a Asia. En Corea del Sur me han pedido inaugurar en 2015 con mi orquesta alemana una nueva sala de conciertos.

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