Carlos Colón

¿Redes o tribus?

la ciudad y los días

10 de agosto 2012 - 01:00

EN los siglos de la Inquisición se decía que quien no tuviera antepasados judíos no debía temer que se tirara de la manta, es decir, que se consultara el lienzo en el que figuraban los nombres de las familias conversas de cada villa. En el franquismo se decía que quien no tenía nada que ocultar, nada tenía que temer de la Policía. Ahora algunos psicólogos y responsables de recursos humanos dicen que quien está fuera de Facebook es sospechoso de encubrir algo. La ciencia y la tecnología al servicio de mecanismos tribales de exclusión. Otras inquisiciones, nuevos totalitarismos. Hace poco escribía, a propósito de una encuesta que revelaba que la mayoría de los españoles creen que la ética no debe poner límites a la ciencia, que sin límites éticos los avances tecno-científicos conducen al taylorismo, Hiroshima, Auschwitz o Bhopal. Símbolos mayores de males que cotidianamente se multiplican bajo formas que, tras su socialización, parecen inofensivas.

Es el caso de los departamentos de recursos humanos de empresas norteamericanas que rechazan a los jóvenes que no tienen cuenta en Facebook; y de los psicólogos que afirman que estar fuera de las redes sociales puede ser un síntoma de personalidades disfuncionales e incluso peligrosas. Si lo hacen muchos, deben hacerlo todos. Si lo hacen muchos, es bueno. Si lo hacen muchos, el que no lo hace es un raro. Y el raro -el otro, el diferente, el heterodoxo para los ortodoxos, el converso para los inquisidores, el ilustrado para los absolutistas, el judío para los nazis, el disidente para los comunistas, el demócrata para los franquistas, el homosexual para los homófobos, el negro para el racista, el extranjero para el xenófobo- siempre ha sido peligroso. "Ser usuario de estas plataformas demuestra que somos seres sociales porque, ¿quién se fiaría de alguien al que no puede encontrar en internet?", leo en una información sobre este asunto.

Especialmente escalofriante es que uno de los argumentos esgrimidos contra quienes están fuera de las redes sociales sea que éstas son "una parte natural de la vida actual". Lo que expresa una mentalidad rumiante y gregaria. ¿Todo lo que forma "parte natural de la vida actual" es positivo? Y aunque lo fuera, ¿sería un síntoma negativo no participar en alguna de sus manifestaciones? Totalitarismo, uniformización, hacer desfilar al mismo paso, imponer dioses o ideas, segregar y perseguir al diferente, son males tan antiguos como las sociedades humanas que han sido combatidos por el desarrollo de la ética y por la democracia. ¿Se convertirán las redes sociales en un mecanismo de exclusión del diferente?

stats