Rueda de prensa conjunta, como es habitual en los partidos organizados por la UEFA, y más optimismo del que pudiera pensarse en el Betis. Sin perder de vista el lado humilde, tanto Gabriel Humberto Calderón como Antonio Amaya se mostraron confiados en la clasificación verdiblanca.

El técnico pasó página sobre ese virtual menosprecio malentendido que dijo haber sentido. "No tiene importancia. Cada uno tiene derecho a decir lo que quiera. El Sevilla tiene que pensar en que va a dar la vuelta al resultado, yo estaría en la misma situación si me tocase a mí. Estamos muy contentos con el resultado y mañana seremos doce gracias a la afición. Estamos con mucha confianza, pero vamos con humildad", señaló.

"El partido va a ser difícil porque el Sevilla es un grandísimo equipo y el mérito fue nuestro de no dejarlo hacer su juego en la ida. Mañana queremos lo mismo", añadió, a la vez que ve igual en la previa a su rival: "Es la imagen que está dando para meter en confianza a los jugadores. Decir la verdad es presionarlos. La realidad la sabemos todos, ellos saben lo que tienen que hacer y nosotros también. Ellos están echando balones fuera".

Hablando del once inicial, confirmó incluso que Amaya jugará como lateral derecho. "Tengo confianza en todos los jugadores, ponga a quien ponga va a responder y eso me da tranquilidad. Hay que reemplazar a Dídac y a Caro, ésa es la sorpresa. Y Tenemos que ver la evolución de Leo Baptistao hasta el último momento. ¿Amaya? Jugó con una actitud excelente de medio centro en la ida y en Elche lo hizo igual en el lateral derecho. Un entrenador quiere jugadores con esa personalidad, que se adapten a cualquier sitio y mañana jugará de lateral derecho", confirmó.

El planteamiento del partido lo tiene más claro. "Vamos a salir igual. Si juegas a empatar, pierdes. Vamos a salir a marcar un gol y a trabajar para que no nos metan. Es un partido que empieza 0-0 y vamos a ganarlo", anunció, aunque prevé ocasiones de gol: "Hay jugadores de calidad, por lo que pienso que habrá ocasiones de gol para ambos equipos. Creo que será un partido muy intenso, igual que el de la ida".

El cansancio no le preocupa. "Teniendo cuatro días es normal que se pueda recuperar mejor, pero con dos días y medio es una barbaridad, no puedes. No estoy preocupado, físicamente el equipo estará muy bien mañana", dice acordándose del partido de Elche. "¿Juanfran? Llega perfecto al partido y Lolo también, los dos descansaron en Elche porque lo necesitaban".

Calderón echó la vista atrás, a la eliminatoria anterior. "Nadie quería clasificarse contra Rubin porque tenían miedo al Sevilla y nosotros nos queríamos clasificar sí o sí. El Betis va a dar una imagen digna gracias al esfuerzo de los jugadores. Por su inteligencia, van evolucionando con los partidos. No quiere decir que vayamos a ganar todos los partidos, pero seguimos creciendo", anunció, y habló de las opciones béticas: "No hago cálculos de dónde podemos llegar. Quiero ganar mañana y después quiero ganar el domingo. Me gusta ganar cada partido. Me gusta hablar poco y trabajar mucho. Vamos paso a paso, es la fórmula que siempre usé y voy a seguir usando".

Preguntado sobre si su equipo tiene miedo al Sevilla, se mostró rotundo. "No tenemos miedo a nada, aunque somos humildes y muy respetuosos. Sabemos que jugamos contra un gran rival y que hemos progresado mucho. Sabemos nuestras posibilidades, de la alegría y la confianza que tenemos para afrontar este partido. Estamos convencidos de que vamos a sufrir, pero que vamos a ganar".

Preguntado por la motivación, fue comedido. "No hacía falta motivarlos para la ida, los motivamos con el trato, el cariño y el trabajo. Ellos están respondiendo gracias a su capacidad y a su sacrificio. A la afición del Betis tampoco hay que decirle nada, es la mejor afición del mundo. Queremos devolverle algo de lo que le debemos. El equipo dará la vida en el campo", anunció.

No quiso entrar mucho en hablar de su futuro ni de las renovaciones de jugadores. "No es el momento, aunque he dado el visto bueno de todos los que han renovado y lo de Amaya será cuestión de tiempo. Respecto a mí, si hubiese pensado en mi futuro no hubiese venido al Betis. La situación en la que estaba era más bien para perjuicio personal. Sigo sin pensar en mi futuro, me da lo mismo. Cada partido es una final", apostilló.