Tras los acuerdos alcanzados con la empresa de limpieza y la Policía Local, el gobierno de Juan Ignacio Zoido ha de resolver las reivindiaciones laborales de la Banda Sinfónica Municipal, cuyos miembros han protestado públicamente a las puertas del Ayuntamiento junto con otros colectivos municipales. Los sindicatos denuncian que la banda -cuyo prestigio ha ido en aumento en los últimos años- no puede seguir con una media de 40 músicos cuando en otras grandes capitales este tipo de formaciones cuenta con alrededor de 60 profesores. Las jubilaciones no se han ido cubriendo, como tampoco las bajas de larga duración, siempre según la versión de los sindicatos, que también destacan que hay integrantes que llevan más de una década en situación de interinidad. La banda consume 2,1 millones de euros en gastos de personal en los cincuenta sueldos que tiene presupuestados para 2013, entre los que se incluyen los músicos y los cargos administrativos. Trabajar en la banda municipal garantiza unos sueldos brutos anuales de entre 31.000 (técnico auxiliar) y 70.000 euros (director). Y unas condiciones de trabajo envidiadas por otros compañeros del mismo Ayuntamiento, pues estos músicos tienen regulado que doce horas de trabajo semanales pueden desarrollarlas en privado, en la franja del día que estimen oportuna y en un lugar distinto al centro de trabajo.

A favor de la banda municipal de Sevilla juega que la calidad de su trabajo ha ido subiendo, prueba de lo cual son la producción discográfica -cuya recaudación se destina fines benéficos- y los requerimientos que recibe para actuar en actos benéficos, en medios de comunicación, en hermandades y en otras entidades y actos públicos. En su contra, la coyuntura de recortes en la que trata de hacer valer sus reivindicaciones, los sueldos elevados de sus componentes en un Ayuntamiento que arrastra una losa de más de 500 millones de deuda y la percepción de gozar de unas condiciones de trabajo ventajosas.

La participación en actos como el de Pregón de Semana Santa está en el aire. Los sindicatos han advertido que si acaso acudirán al Teatro de la Maestranza a título particular y con la colaboración de profesionales de otras bandas. El representante de CSIF, por ejemplo, destaca que hacen falta clarinetes y tubas: "Éste es un trabajo que hay que hacerlo necesariamente en equipo. Estamos trabajando con veinte músicos menos. Al menos, que haya seis o siete plazas más para asegurar una calidad mínina en las interpretaciones". Sobre los sueldos, los sindicatos recuerdan que son muy similares a los de otras formaciones musicales de estas características y que todos los miembros de la banda municipal sevillana tienen estudios superiores: "Para aspirar a entrar en esta banda hay que ser profesor superior o licenciado en música en un conservatorio".

Los sindicatos también apunta a que en la banda no existe la opción de recibir pluses: "Los sueldos que aparecen en el presupuesto son cantidades brutas. Pero nosotros no reivindicamos más retribuciones, sino trabajar en condiciones dignas. Somos la imagen del Ayuntamiento cuando actuamos. Eso es una responsabilidad que hay que cumplir con dignidad. Nos debemos al público, ante el que no podemos trabajar de cualquier manera. No podemos hacer el ridículo en un acto como el del Pregón de Semana Santa, que a través de internet nos consta que se sigue en países como China o Venezuela".