El conflicto de la Policía Local

Zoido acaba el mandato sin cumplir las 8 promesas que hizo a la Policía en 2007

  • El alcalde agota su primeros cuatro años con un balance muy pobre relativo a la Policía Local: una galería de tiro, la recuperación del 092 y las obras de la comisaría de Bellavista.

El mandato que está a punto de expirar no pasará a la historia precisamente por las mejoras que ha experimentado la Policía Local. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, pecó quizás de hacer demasiadas promesas a un cuerpo que venía de un enfrentamiento enconado con Alfredo Sánchez Monteseirín. Hoy puede presumir de muy poco. Una nueva galería de tiro, las obras de una comisaría en Bellavista, la recuperación del 092 y una campaña para mejorar la imagen del cuerpo se antojan un balance demasiado pobre, sobre todo si se tienen en cuenta los compromisos que adquirió por escrito cuando era líder de la oposición.

En un documento presentado al Pleno del Ayuntamiento en el año 2007, el entonces portavoz del Grupo Popular aseguraba que las calles de Sevilla no eran seguras y que la ciudad llevaba seis años con el mismo número de policías locales. "Las ofertas de empleo para la Policía Local se han limitado a cubrir las vacantes, sin incrementar plantilla", apuntaba Zoido en este escrito, que se reproduce junto a estas líneas.

El documento destacaba las carencias de la plantilla de la Policía Local y hacía una ratio de los mismos por distritos, además de reflejar que por la noche había un agente por cada 12.278 habitantes. "Ni un solo barrio de Sevilla alcanza el número de policías por habitante que existe en una ciudad europea: uno por cada mil habitantes. Los medios materiales, como comisarías, vehículos y motos son escasos y en estado precario. Tenemos una Policía desmotivada, sin promoción profesional y con retrasos en los pagos de actividades extraorinarias. Tenemos una Policía desorganizada, no adaptada a la nueva distribución en distritos de la ciudad (por entonces se cambió de seis a once distritos la división territorial de Sevilla) y sin poder desarrollar, por su escasez, tareas preventivas en materia de seguridad", añadía el actual alcalde.

Por ello, proponía al Pleno ocho acuerdos. El primero era "la contratación de 500 nuevos policías con ampliación de funciones en materia de seguridad ciudadana". Años después, Zoido rebajaría el número a 300 agentes, pero a día de hoy sigue sin convocar ni una sola plaza. Es cierto que en su mandato se han incorporado 103 policías, pero estas plazas fueron convocadas durante el último mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín. El Ayuntamiento tiene la intención de convocar al menos 35 plazas antes de que acabe el mandato, pero apenas queda tiempo ya.

El segundo punto que pedía Zoido al gobierno local en 2007 era el de la "contratación de seguridad privada para vigilancia de edificios municipales, ahora custodiados por la Policía Local, y que esos policías realicen funciones de seguridad en las calles, excepto aquellos que se encuentren en situación de segunda actividad". Nada ha cambiado en este aspecto. Siguen siendo policías y no vigilantes los que se encargan del control de acceso de las dependencias municipales.

El tercer acuerdo hablaba de la "reorganización del personal en las oficinas policiales, de forma que las funciones administrativas sean desarrolladas por personal administrativo". Tampoco se ha avanzado en este asunto, que sigue restando agentes de las calles.

El cuarto punto decía lo siguiente: "Adquisición de 60 nuevos coches patrulleros, 160 motos y 6 oficinas móviles". El parque móvil de la Policía Local sigue estando obsoleto, aunque desde la época en que se presentó este escrito hasta hoy se renovó en una ocasión la flota. Sin embargo, son coches que cuentan con cientos de miles de kilómetros porque están circulando continuamente. El Ayuntamiento, en vez de adquirir nuevos coches, ha ampliado el contrato del renting un año. Los vehículos sufren numerosas averías y en más de un distrito los policías se han visto obligados a patrullar a pie. En los últimos meses se ha optado por adquirir coches de ayuntamientos de pueblos, sobre todo de la provincia de Madrid, que no tenían demasiados kilómetros pero que carecen de emisora.

El quinto de los acuerdos presentados por el PP en 2007 apuntaba la necesidad de "agilizar los trámites para la construcción de la nueva comisaría central en la Ranilla y once comisarías de distrito". La Jefatura de la Ranilla está en marcha desde 2011, fue inaugurada en el mandato actual pero construida en el anterior. El edificio se terminó con goteras, con sótanos inundados y con numerosas carencias. Por ejemplo, la que estaba destinada a ser su dependencia estrella, el centro de mando y control, aún no se ha podido construir. Zoido anunció en el último Día de la Policía que se habían iniciado los trabajos previos para esta obra. En cuanto a los distritos, sólo se inauguró la comisaría de Cerro-Amate, construida durante el mandato anterior, y se ha empezado la obra de la de Bellavista.

El sexto acuerdo indicaba el "compromiso de puntualidad en el pago de retribuciones por el desempeño de actividades extraordinarias. Poco ha cambiado en este aspecto. El año pasado se acabó el dinero para productividades en junio, y los agentes tuvieron que esperar hasta 2015 para cobrar los atrasos.

El séptimo punto pedía duplicar la plantilla del Grupo Diana, la unidad contra los malos tratos. Poco se ha avanzado en una unidad que ha sido más protagonista por la denuncia por mobbing contra la jefa que por sus servicios destacados. El último punto pedía reorganizar la Policía para que diera servicio a los once distritos, algo que tampoco se ha cumplido.

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