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Bomba en Nervión: Monchi decide irse

  • El director deportivo comunica al consejo, tras hacerlo al presidente, que deja el club por asuntos personales. El cansancio y una gran oferta podrían ser las causas.

De la forma más inesperada y sorpresiva, Monchi comunicó en la tarde de ayer que se va del Sevilla. Lo hizo durante la reunión del consejo de administración que se celebró en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde por la mañana el propio director general deportivo había renovado el contrato del meta juvenil Samuel Pérez, con el que se hizo una foto publicada en el Twitter del Sevilla. Horas después, llegó el bombazo. Monchi adujo asuntos personales al comunicar a la cúpula que deja su cargo de alto ejecutivo, con contrato en vigor hasta 2020. Primero lo hizo en privado al presidente, José Castro, y justo después ingresó a la sala de reuniones del consejo para hacer extensiva la noticia al resto. La marcha supone una bomba para el club y para la afición, por producirse justo después del título de la Liga Europa, en cuyas celebraciones Monchi se mostró entregado al equipo y a la hinchada y prometió seguir trabajando por hacer un Sevilla más grande aún.

 

La decisión parece que no tiene marcha atrás, según pudo averiguar este diario, aunque tratándose de Monchi nunca se sabe. Los consejeros recibieron la noticia como un terremoto y ya están trabajando para solucionar el entuerto que supondrá, en plena época de planificación de la próxima temporada, suplir el hueco que deja el alma máter deportiva del Sevilla de los nueve títulos, los que han llegado a las vitrinas de Nervión en esta década prodigiosa. Monchi se dirigió brevemente a los consejeros para comunicarles su decisión argumentando asuntos personales, y sólo añadió que en los próximos días explicará las razones de su anunciada marcha. El cansancio por la responsabilidad en el cargo y una gran oferta, de Inglaterra o Francia, pueden estar detrás de tan inesperada decisión.

 

No es la primera vez que Monchi hace un amago de dejar el club, aunque parece que esta ocasión será la definitiva. La fatiga después de tantos años en un cargo en el que fue subiendo de caché y categoría, desde simple secretario técnico hasta el actual de director general deportivo, sería una de las razones de la anunciada marcha, aunque no es descartable que también haya una ofertón de un gran club. Algunas fuentes apuntaban a Inglaterra como posible destino y hasta hubo quien especuló con que le ha llegado una concreta del Manchester United de Mourinho. Otras fuentes insinuaban una oferta irrechazable del París Saint Germain, un club que ansía ganar la Champions tras años de inversiones millonarias que sólo le dan para la Ligue 1. Tanto en Inglaterra como en Francia, Monchi, que tiene trillados ambos mercados, está cotizadísimo. En teoría, en breve explicará su decisión y podrá haber más luz sobre las razones profundas de su adiós. 

 

El Sevilla está dispuesto a escuchar esas razones profundas de Monchi y no le cerrará ninguna puerta, después de tantísimos años de grandes servicios. Pero, en el caso de que el aún director general deportivo -porque su marcha aún no es oficial- firmase por otro club le reclamaría el montante de la cláusula de rescisión de su contrato, vigente hasta 2020 tras la última renovación y que asciende a 5 millones de euros. 

 

Tras las declaraciones de amor y de gratitud al Sevilla y a su afición durante las celebraciones, es evidente que su marcha debe responder a un insospechado giro. "Si viviera 100 vidas, quiero nacer cada una de ellas sevillista, si no, no quiero vivir. Honor a vosotros!!!!!!!", escribió en su Twitter tras la final de Copa. "Y Sevilla se puso guapa vistiéndose de rojo y blanco. Eternamente agradecido Y ahora, a currar para seguir soñando", volvió a publicar tras las celebraciones por el título de Basilea. ¿Asuntos personales? ¿Cansancio más una oferta irrechazable? Si se confirmase su marcha a otro club, tendría que ser por una oferta supermillonaria, porque Monchi ha visto cómo iban subiendo sus emolumentos en las últimas temporadas y por la que acaba de concluir cobrará, entre nómina regular e incentivos por premios deportivos, un millón de euros... Calderilla para lo que pueden ofrecerle transatlánticos del poderío del United o el PSG, con los que el ínclito director deportivo podría acometer mayores retos que en el Sevilla.

 

En el club hay cierta confianza en las fortísimas escructuras del organigrama técnico. Hace unos días, el propio Monchi se mostraba orgulloso de su extenso equipo de trabajo, con Óscar Arias y Ramón Vázquez como principales cabezas visibles. "Yo no sería nada sin mis colaboradores", llegó a decir. De ellos debe salir un sustituto interino o fijo, si el club no decide buscar fuera, aunque su figura había tomado tal renombre internacional que su sola aparición era ya una baza a favor para convencer a futbolistas y clubes.

 

Monchi ascendió de delegado del equipo a secretario técnico tras la llegada de Roberto Alés a la presidencia en febrero de 2000. Le confió el proyecto para devolver al Sevilla a Primera, lo que logró con Joaquín Caparrós. Luego lo ratificó José María del Nido, quien le fue dando cada vez más galones, hasta nombrarlo consejero. En 2006, tras el título de Eindhoven, Monchi también adujo problemas personales para aceptar una oferta del Almería, pero Del Nido lo convenció y rectificó. En diciembre de 2013, José Castro se apoyó en él tras la dimisión de Del Nido. Y en el invierno de 2014 estuvo en Inglaterra para profundizar en la metodología de la Premier, con permiso del club. Por último, solventó ciertas dudas sobre su futuro en julio de 2015, renovando por un lustro, hasta 2020. "Voy a seguir en el Sevilla hasta que el Sevilla quiera", dijo entonces...

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