Un rayo deja mudo medio órgano de la Catedral

El propio arzobispo de Sevilla reveló los hechos al término de la misa oficiada por la solemnidad de la Inmaculada. El órgano de la Catedral de Sevilla está seriamente afectado por efecto del rayo que cayó sobre el templo en el temporal del pasado 10 de octubre, cuando la ciudad se vio sorprendida por la precipitación de más de treinta litros por metro cuadrado entre las siete y las ocho de la mañana de un viernes que dejó pueblos del Aljarafe inundados y garajes y calles anegados en varias barriadas de la capital. La tormenta provocó que la Agencia Estatal de Meteorología activara la alerta naranja por fuertes lluvias, un aviso que se mantuvo hasta las tres de la tarde en la zona de La Campiña. El rayo afectó a los sistemas electrónicos del monumento más importante de la ciudad, entre ellos a los equipos informáticos de los servicios de atención al turismo, e incluso a los de la Parroquia del Sagrario. Los ordenadores del departamento de atención al visitante, los tornos y el resto de aparatos electrónicos se vieron alterados y necesitaron de reparaciones. Pero el órgano, cuyo funcionamiento se asienta sobre dos grandes muebles (conocidos como el órgano de David y el órgano de San Clemente), tiene aún uno completamente mudo e inutilizado, según explicó ayer a este periódico el maestro organista José Enrique Ayarra, canónico de la Catedral de Sevilla por oposición.

El Cabildo se vio obligado a recurrir a los técnicos de la empresa alemana de Gerhard Grenzing (Insterburg 1942), con sede en Barcelona, que acudieron a Sevilla para efectuar una primera reparación de urgencia. En primera instancia, el arreglo pareció tener efecto, pero con el paso de los días, el órgano de David se ha quedado mudo o de pronto emite sonidos de "trompeta" sin que se haya tocado ninguna tecla, siempre según el testimonio del maestro Ayarra: "Estoy disgustadísimo. Tengo medio órgano mudo. Lo peor es cuando, de pronto, emite estruendos como trompetas cuando menos se espera. Así no se puede. El rayo me ha dejado el órgano medio quemado". El maestro organista confesó que el órgano de la Catedral de Sevilla es como un "amigo" mientras que el de Focus, construido según sus directrices, es como un "hijo".

Ayarra asegura que los técnicos alemanes han elaborado un presupuesto de reparación que asciende ya a 60.000 euros: "Hay que cambiar el circuito, los cables y las tarjetas electrónicas. La primera reparación no ha servido. En el pontifical de la Inmaculada toqué como pude, fue una experiencia horrible". Su esfuerzo en la mañana del 8 de diciembre fue reconocido públicamente por el arzobispo.

Ayarra espera que el Cabildo Catedral pueda asumir cuanto antes la reparación que necesita el órgano y afrontar con las máximas garantías los conciertos de los próximos meses. Por el momento está retocando los programas previstos para salvar de algún modo las dificultades. Confía en que se pueda sacar una partida de los fondos que genera el turismo por la denominada visita cultural. Esta fuente de ingresos del templo permite la autofinanciación de la Catedral hasta el punto de que gracias a ella se han podido asumir obras de conservación a pesar de la caída de los patrocinios.

Ayarra está convencido de que la causa del desperfecto es el rayo caído en octubre, sin que pueda haber otros males que hubieran lastrado el instrumento con anterioridad. El Cabildo Catedral siempre destaca la función litúrgica que tiene el órgano por encima de todo, sin menoscabo de su uso cultural como "servicio a la comunidad nada desdeñable, muy en línea con la pastoral más actual, a través de las audiciones y los conciertos públicos". El Cabildo promueve dos ciclos anuales de conciertos de órgano: en Adviento y en Cuaresma, con la colaboración del Ayuntamiento y de la Real Maestranza de Caballería y una asistencia media de un millar de oyentes por concierto.