Un juzgado de Sevilla está investigando la presunta agresión sexual sufrida por un joven discapacitado. La víctima tiene 18 años y un retraso madurativo del 81%. La persona que presuntamente habría abusado de él es un vecino suyo, de 64 años e identificado mediante las iniciales J. L. R.

Este hombre era de plena confianza de la familia del discapacitado, tenía incluso las llaves de su casa y se quedaba cuidando al joven cuando la madre se marchaba a trabajar. La relación con la familia era muy estrecha desde hace años, por lo que se investiga si pudo haber abusos y/o agresiones sexuales cuando el discapacitado era menor de edad. El joven discapacitado padece desde hace unos cuatro años la enfermedad de Crohn, y la familia pretende averiguar si esta dolencia pudo estar provocada por las agresiones sexuales que pudiera haber sufrido todo este tiempo.

Los hechos han ocurrido en un conjunto de viviendas de Mairena del Aljarafe, donde residen la víctima y el presunto agresor. La semana pasada, el joven discapacitado estaba al cuidado de otra vecina cuando le indicó a ésta que no quería cogerle el teléfono a su vecino, que lo llamaba insistentemente. Cuando la cuidadora le preguntó por qué, el discapacitado le explicó que el vecino quería practicar sexo con él, como hacía siempre.

La vecina llamó enseguida a la madre del joven, que acudió a pedirle explicaciones al presunto agresor. Éste admitió los hechos y pidió perdón a la madre, si bien negó que hubiera existido penetración y explicó que sólo habían sido tocamientos y masturbaciones. La mujer acudió con su hijo al hospital de Bormujos, para que le hicieran una exploración. También lo examinó un médico forense, que confirmó las lesiones internas que podrían ser sospechosas de una agresión sexual.

En el hospital, el joven discapacitado reveló que su vecino lo había penetrado esa misma mañana y que éste llevaba acosándolo más de un año. Los abusos y agresiones se cometían presuntamente tanto en casa del vecino como en la de la víctima.

La madre denunció los hechos en el cuartel de la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe, donde no se le entregó una copia de la denuncia. La mujer también entregó un formulario solicitando una orden de protección, que tampoco se le recogió. De hecho, durante todo el fin de semana, el presunto agresor estuvo viviendo en su casa, a unos metros de la víctima. No llegó a ser detenido por la Guardia Civil.

La madre se puso en contacto con los abogados Manuel Bizcocho y Curro Delmás, que le consiguieron una orden de protección emitida por el juzgado de Instrucción 10 de Sevilla. El presunto agresor no puede acercarse a 300 metros del joven discapacitado ni comunicarse con él por ningún medio, incluyendo teléfono, redes sociales o internet. El juzgado ha citado al denunciado el próximo domingo 19 de agosto para tomarle declaración.