Andalucía

Díaz ata el pacto de Gobierno con IU y habla de "agotar la legislatura"

  • El comité director del PSOE cierra filas en torno a la sucesora de Griñán, que presume de "renovación en un marco de continuidad". Díaz se reunió ayer por la mañana con Maíllo.

"Renovación en un marco de continuidad". Cambian las caras, pero todo seguirá como hasta ahora: el pacto de Gobierno con IU se mantendrá en pie aunque quienes lo renueven no sean los mismos que los que lo sellaron.

El concepto es de José Antonio Griñán -"seguid llamándome Pepe", pidió al abarrotado auditorio-, que definió de esta manera el proceso abierto desde que el pasado 26 de junio anunciara su decisión de no concurrir a las próximas elecciones autonómicas y que culminó ayer con la aclamación de Susana Díaz como sucesora en la presidencia de la Junta. La operación se rubricará el 27 de agosto, fecha del primer Consejo de Gobierno tras el parón de la canícula, un día en el que Griñán escenificará su salida del Ejecutivo andaluz cediendo los trastos a su consejera de Presidencia. En medio, un proceso de primarias con un guión tan estudiado como previsible y, según defendió el presidente andaluz, "limpio y transparente". Lanzó el dardo a los críticos de dentro -"cuyas críticas son enriquecedoras", "pero que no comparto"- y a las voces de fuera - "nada ni nadie ha condicionado nuestra agenda, muy al contrario  hemos cambiado el guión de otros"-. Y todo ello, la víspera de que el ex interventor general de la Junta, Manuel Gómez, testifique ante la juez Alaya sobre el escándalo de los ERE fraudulentos.

No era ayer el día, debieron pensar, de darle protagonismo a la disidencia. Más bien la tarde de regalarse larguísimos aplausos a los que puso concierto Fernando Rodríguez Villalobos en calidad de presidente de un comité director extraordinario "histórico", en un partido "que va con el alma de los andaluces y españoles", presumió ante una sala que ayer se abrazaba y besaba con el espíritu con el que se reciben los triunfos electorales.

Despejar dudas sobre un proceso de primarias cuestionado, razonar sobre lo precipitado de este calendario agotador y loar los valores de la "legítima" sucesora. Ése fue el orden del discurso del presidente saliente que, sin urnas, ya tiene quien le suceda. "Hemos hecho lo que dijimos, con las reglas del juego vigentes, un proceso con toda la legitimidad", argumentó sobre el primer aspecto. Sobre las razones que le han movido a orquestar esta renovación a los 18 meses de las elecciones autonómicas que, en votos ganó el Partido Popular, Griñán habló de la necesidad de "empuje" de cara al nuevo curso que empieza en otoño, "que es cuando más dedicación debe tener un Gobierno para ser útil al ciudadano".

Lo personal, confesó, también le pesa. "Razones biológicas, personales y familiares me aconsejaban dar un paso atrás", comentó el dirigente andaluz que a sus 67 años y tras 40 en política se va "ligero de equipaje", pero con "el patrimonio  del afecto" de su partido.

Un partido que "en esta última y durísima etapa" -ésta fue la más clara referencia de Griñán al desgaste por el escándalo de los ERE- ha confiado a "nuevos pilotos", Mario Jiménez, vicesecretario general el PSOE andaluz, y a Susana Díaz, la "renovación del partido".

La protagonista era ella. Díaz será "una presidenta socialista" que "también llega ligera de equipaje", con escasa preparación académica pero sobrada de trayectoria orgánica. "En estos tiempos de desafección política, escucho voces que censuran que una joven se dedique a la política, me recuerda esa cantinela de la dictadura: los jóvenes a estudiar, la política les perjudica", dijo sobre "una socialista de raza".

La glosa que precedió su entrada en escena -agradecida, emocionada, que cantaba aquella- le producía a Díaz "un choque de sentimientos y sensaciones" y una necesidad de defender la integridad de su mentor: "Después de 40 años en el servicio público, Pepe es íntegro, honesto y recto".

El guión estaba escrito desde las primarias: "Abrimos un nuevo tiempo", aunque lo que se preconice sea eso tan antiguo del "alma andaluza" y "el talento andaluz para crear empresas". La llamada "al acercamiento a los ciudadanos" a través de la figura de los alcaldes y la petición de una "actuación con ambición y valentía" y "sin demagogias" precedió un anuncio: todo está atado y bien atado.

Sobre las funciones de presidenta que ya está ejerciendo -"aunque lo menos importante es que sea yo, lo importante es que la Presidencia de la Junta tiene rostro y mirada de mujer"-, Díaz explicó que "lo primero es "dar estabilidad al Gobierno y al partido". "En la mañana de hoy me he reunido con la dirección andaluza de IU, y existe la voluntad de agotar la legislatura".

Éste fue el único dato informativo de su discurso, en el que dicen que ha estado trabajando dos días, porque todo lo demás sonó a lemas de un tiempo pasado: apoyo a la unidad, cerrar viejas heridas, romper las reglas y ayudar en un tiempo complicado. Y terminó con un ruego: "Necesito toda la fuerza del PSOE, la fuerza del sur". Ya hay lema para la próxima campaña.

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