Andalucía

Juan Espadas prueba mejor suerte en el Senado

Juan Espadas, este miércoles en el Parlamento andaluz.

Juan Espadas, este miércoles en el Parlamento andaluz. / Pepo Herrera/EFE

Para entender qué ocurre con Juan Espadas hay que recordar cómo es Pedro Sánchez y qué le ocurría a Obélix. Sánchez es tan audaz como temerario y en uno de esos golpes de ingenio, o de desahogo, ha nombrado portavoz socialista en el Senado al líder del PSOE en Andalucía. Para arrimarle a los focos de televisión, para darle un plató nacional. No le ha importado que Espadas sea el responsable del partido en una comunidad de más de ocho millones de habitantes, que sea la cara socialista en el Parlamento andaluz y que aún no haya alcanzado la peculiaridad cuántica de estar en dos sitios a la vez. Juan necesita proyección, medios y micrófonos, y el Senado le dará algo más de popularidad que la Cámara autonómica, donde Juanma Moreno interpreta el papel de único.

Obélix, el compañero hercúleo del Astérix, no necesita beber la poción mágica que hacía invencible a la aldea gala, de pequeño se cayó en la marmita del druida y anda sobrado de energía para derrotar a todos los romanos. Juan Espadas se presentó de candidato socialista a la alcaldía de Sevilla en 2011, cuando gobernaba Juan Ignacio Zoido, y se dio el gran batacazo, tanto que Susana Díaz, entonces presidenta de la Junta, se apiadó de quien se había atrevido a semejante locura y le ofreció un puesto de consejero en el Gobierno andaluz. Espadas lo rechazó, aseguró que conseguiría el Ayuntamiento a la siguiente y nadie le creyó, pero en 2015 sacó del consistorio a uno que se suponía invencible.

Espadas quiere ser candidato a la Junta en 2026, pero él es el cabeza de cartel "de momento"

Espadas no se cayó en ninguna marmita, pero cree que aquel halo de suerte le sigue acompañado y se mantiene dispuesto a ser candidato socialista a la Presidencia de la Junta en 2026. Sí, quiere ser el cabeza de cartel y sostiene el Gobierno de Juanma Moreno ha comenzado a agrietarse. Con las listas de espera del SAS, por ejemplo.

De modo que Pedro Sánchez quiere que Espadas sea candidato dentro de tres años, entre otras razones porque no encuentra ningún voluntario de peso, y le ha dado el Senado como proyección, una Cámara legislativa desde donde el PP ejercerá todo su poder de oposición gracias a la mayoría absoluta que tiene y a la capacidad de veto que explotará hasta el límite de la Constitución. Pedro ha enviado a Juan al Vietnam, y Juan está encantado.

Sin otro candidato

En la dirección andaluza del PSOE se insiste en que "Espadas es el candidato", aunque se añade un cauteloso "de momento", porque los designios de Pedro Sánchez son impredecibles y porque el presidente del Gobierno y, a la vez, secretario general es quien decide los grandes movimientos del partido en Andalucía. Ese "de momento" abre la posibilidad de que, en efecto, Espadas se retire de esa carrera y dé paso a otra persona si no remonta en los sondeos, pero la preferida de la organización, María Jesús Montero, no lo desea ni Sánchez parece dispuesto a enviarla a hacer la oposición en el sur.

La otra opción es Javier Fernández, el secretario general del PSOE de Sevilla y presidente de la Diputación en esta provincia, pero éste no tiene prisas ni por suceder a Espadas ni por abrir el melón sucesorio en Andalucía, de tal modo que Espadas seguirá en el Senado y en el Parlamento andaluz durante un tiempo prudencial, al final del cual será confirmado si remonta los sondeos. 

Espadas se incorpora a sanedrín que se reúne en Moncloa con Sánchez cada lunes

Si Sánchez decide que Espadas no repita el cartel en 2026, lo podría nombrar ministro o mantenerlo en el Senado. El actual líder andaluz no es un mal candidato para suceder a Teresa Ribera en Medio Ambiente o a Luis Planas en Agricultura si uno de ellos tuviese que salir del Gobierno. Lo que sí ha indicado es que no se presentará a las elecciones europeas de 2024, su lugar está ahora en a cámara legislativa.

Algunos consultados en el PSOE opinan que el nombramiento en el Senado es "una drama en dos actos", porque sería el primer paso para la salida de Espadas. Otros diputados, sin negar del todo la hipótesis del relevo en dos fases, creen que este señalamiento de Sánchez sirve para "evitar que algunos comiencen a calentar la banda, que algunos ya llevaban puesto el chándal".

La ubicuidad

Todo lo relatado hasta ahora ha sido el planteamiento de Pedro Sánchez y el que Juan Espadas y la dirección andaluza del PSOE ha contado, pero el nombramiento ha creado mucha incertidumbre en la organización andaluza. El principal motivo es que ninguno de estos escépticos cree posible compatibilizar el liderazgo de un partido en Andalucía, con las obligaciones parlamentarias y orgánicas que conlleva, con la portavocía del Senado. La semana de Juan Espadas comenzará los lunes en Moncloa, porque forma parte del sanedrín que se reúne con Pedro Sánchez y en el que están los ministros María Jesús Montero y Félix Bolaños, además de Santos Cerdán, secretario de Organización socialista, y Patxi López, portavoz en el Congreso.

El Senado le ocupará hasta el jueves, y cada dos semanas se celebra el pleno donde el portavoz debe intervenir. El PP puede hacer coincidir la sesión de control al Gobierno andaluz con el pleno madrileño, de tal modo que Espadas faltará a una de sus dos obligaciones. Y ésta es sólo una de las muchas coincidencias que no podrá superar. El miércoles pasado, por ejemplo, el socialista no asistió a la solemne apertura de la legislatura en el Congreso, donde el Rey intervino en una sesión conjunta de las dos cámaras legislativas. Estaba en el Debate del Estado de la Comunidad en el Parlamento andaluz.

Pero la estrategia de Espadas es distinta, el nuevo PSOE confía más en los focos que en los parlamentos y quiere a su candidato andaluz en las radios y las televisiones. No obstante, esto le obligará a remodelar el núcleo de la Ejecutiva andaluza, María Ángeles Férriz ha sido confirmada como portavoz en el Parlamento, pero el partido necesita alguien más al frente de la secretaría de Organización, que ahora recae en Noel López.

Porque lo que nadie oculta en el PSOE es que el partido está en horas muy bajas, que no se ha producido un relevo generacional y que la oposición al Gobierno andaluz está siendo aún más dura si se considera que el municipio más poblado donde tienen alcalde es en Dos Hermanas.

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