Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
En nuestras miserias manda Javier Tebas
El Gobierno andaluz se apunta a la geometría variable. En realidad ya era un asiduo, aunque no lo había explicitado hasta este lunes. La práctica la inauguró el pasado mayo, con la derrota parlamentaria que retrasó la tramitación de la nueva ley del suelo, la Lista. Entonces Vox, el partido que permitió la investidura de Juanma Moreno y que se comportó como un fiel socio parlamentario, pasó a aprobar sólo las normas encuadradas en su filosofía.
La reacción del Ejecutivo andaluz del PP y Ciudadanos fue buscar a la izquierda para avanzar en las leyes con las que Vox no comulgaba. Eso es lo que han venido haciendo desde entonces con la excepción del proyecto de Presupuestos de 2022 y con un éxito notable a pesar de las críticas que, de forma periódica, salen de San Telmo para criticar “la pinza” y el “partido único de la oposición”.
Las elecciones de Castilla y León han provocado un cambio. El portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, durante un acto en Motril, aseguró que el Gobierno de Juanma Moreno está “a la izquierda de la derecha y a la derecha de la izquierda” y, por eso, puede pactar “con todos”. Fue su forma de argumentar su llamada a la calma y recordar que las elecciones “tienen vocación de ser a final de año”, así que el Gobierno andaluz tiene intención de “seguir rodando hasta que se agote la legislatura”.
El propio Juanma Moreno habló de prolongar su mandato “hasta que pueda”, hasra que se produzca ese “bloqueo” del que apenas hay rastro en el Parlamento, que la pasada semana tramitó dos leyes, una con los votos de PP, Cs y Vox y la otra con los apoyos de PP, Cs, PSOE, UP y los no adscritos de Adelante.
Es cierto que el mensaje de Juanma Moreno no ha cambiado de forma sustancial después de que la victoria de Alfonso Fernández Mañueco no fuera “suficiente”, como pidió el presidente andaluz en un acto en León, sino que parece claro que es necesario que Vox apoye al PP para que el jefe del Ejecutivo castellanoleonés vuelva a ser elegido. Ese escenario era el más temido en San Telmo, pues una hipotética coalición entre el PP y Vox podría erosionar al político malagueño.
La tesis del Gobierno andaluz es que la situación de Castilla y León no es extrapolable a Andalucía, pero lo cierto es que la pírrica victoria del PP, el hundimiento de Ciudadanos y la subida de Vox ha provocado que las urgencias sobre el adelanto electoral hayan quedado paralizadas hasta tal punto que ya se habla de alargar la legislatura a diciembre.
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