La Guardia Civil peina Arriate
Los investigadores continúan analizando los ordenadores que utilizaba la menor para conectarse a internet · Los vecinos comienzan a estar "cansados" de la situación
La Guardia Civil peina cada palmo de Arriate (Málaga) y los agentes ya van casa por casa preguntando a los vecinos para tratar de lograr alguna pista sobre los últimos movimientos de Esther Jiménez, la menor de 13 años que fue encontrada muerta el pasado jueves. Tras la correspondiente identificación, la pregunta se repite una y otra vez: ¿Qué hizo usted el miércoles? Una técnica que los investigadores repiten desde que se encontró el cadáver.
Algunos vecinos confiesan estar ya "cansados" de esta situación al considerar que lo único que está provocando es que se extienda la sensación de inseguridad y sospechas en la localidad. Mientras tanto, el ir y venir de agentes no para y es complicado no encontrarse con alguno de ellos por las calles de la localidad tratando de recabar información de los vecinos. Pero no son los testimonios la única forma de tratar de reconstruir las últimas horas de la niña. También se sigue buscando en los ordenadores que solía utilizar para conectarse a internet. El ordenador que tenía del instituto es uno de los equipos que se analizan, pero no el único. Los investigadores han examinado los equipos con los que cuenta el centro Guadalinfo de Arriate, a donde Esther también acudía para entrar en la red. Allí habrían investigado todos los equipos y también se habrían llevado algunos de los movimientos electrónicos realizados desde estos equipos. No obstante, fuentes próximas al caso explicaron que la cuenta que tenía en una de las redes sociales más populares la cerró hace tiempo. Además, apuntan a que lo habitual es que utilizara sus conexiones para bajarse música.
La sede el Ayuntamiento sigue tomada por los agentes adscritos a la investigación, adonde siguen llegando personas del círculo más próximo a la joven para ser interrogadas nuevamente. Entre ellos se encuentran algunos de los jóvenes de la localidad con los que compartió sus últimas horas antes de que se perdiese su pista. Hablar con ellos o con alguno de los vecinos que han tenido contacto con la investigación es complicado y en muchos casos muestran un recelo hacia los periodistas para que nadie sospeche que puedan estar pasando información. Por su parte, los padres de Esther tratan de retomar su vida a la espera de tener noticias sobre el autor o autores de la muerte de su hija. Ayer se les vio salir de su casa y conversar con algunos vecinos.
El matrimonio ha contratado los servicios de una abogada para que les asista y represente en este caso, aunque su margen de maniobra en estos momentos sería muy pequeño, según explicaron los despachos de abogados consultados. Al estar decretado el secreto del sumario su posibilidad de pedir que se practiquen diligencias es mínima al no tener datos concretos sobre la investigación ni haberse producido ninguna detención. Eso sí, ejercerá como lazo de conexión entre la familia, el juzgado que lleva el caso y los investigadores. Fuentes próximas al caso calificaron este hecho como "normal" en un caso de la gravedad del ocurrido en Arriate.
No hay comentarios