Juan Marín irrumpe en el congreso del PP

El vicepresidente acusa a Génova de planificar su derribo, a la vez que crece el malestar del PP andaluz con las injerencias del equipo de Pablo Casado

Juan Marín y Juanma Moreno, en el Parlamento. / Juan Carlos Muñoz

La locuacidad de Juan Marín es inagotable, habla, habla y habla, casi a todas horas y en todos los medios, no concede entrevistas, las dona en racimos y, de tanto expresarse sobre todo, comete errores. Hace unos meses, a la vuelta del curso escolar, escuchó al consejero de Salud, Jesús Aguirre, que sería bueno vacunar de Covid a los niños menores de 12 años, y que se podía hacer en los colegios. Dicho y hecho, Juan Marín, vicepresidente de la Junta, salió al estrado, a la rueda de prensa del Consejo de Gobierno y lo contó. No como posible opción, lo que aseguró es que el Gobierno andaluz tenía un plan para vacunar a los niños a partir del mes de octubre.

Fran Hervías también intervino en la crisis del Ayuntamiento de Granada, con el resultado de que ahora el alcalde es socialista

Juan Marín asistirá este fin de semana al congreso regional del PP, concebido para afianzamiento de Juanma Moreno como su líder y darle un respaldo antes de las elecciones andaluzas. Sean cuando sean. El PP ya ha detallado el programa de actos del congreso, pero prefirió omitir que, entre los invitados, iba a estar el líder de Ciudadanos y vicepresidente de la Junta. En una de sus dos entrevistas de por la mañana, Marín lo contó: estará allí, en Granada, en el congreso de los primos. El vicepresidente se apuntó ante el ofrecimiento que sus socios del PP hicieron en el Consejo de Gobierno de este martes.

El PP andaluz ha venido tratando con especial cuidado a Juan Marín, en el Gobierno le dieron consejos para que buscase el voto del centro izquierda, para que cultivase la cara progresista de la alianza, pero no ha atendido. Un consejero explica que el líder de Ciudadanos es una persona leal con el Ejecutivo y con el presidente, que ha facilitado la coalición y que comparten casi los mismos objetivos, aunque no termina de comprender cómo comete tantos errores.

Además de sus singularidades, Marín cuenta con un gran enemigo en la dirección nacional del PP, con sede en la calle Génova de Madrid. Es Fran Hervías, anterior secretario de Organización de Ciudadanos y, ahora, militante del PP y asesor del secretario general, Teodoro García Egea. Esa enemistad es pública, pero es que, además, la dirección de Pablo Casado quiere que Juanma Moreno convoque elecciones autonómicas pronto. Es la tormenta perfecta sobre Marín.

El congreso de Granada debía ser el encumbramiento de Juanma Moreno, pero la revelación del audio de Juan Marín -sería "estúpido" aprobar unos Presupuestos en año electoral- ha alterado el foco. Y, además, Marín irá a Granada, donde el PP andaluz había distanciado, sabiamente, las presencias de Isabel Díaz Ayuso, Teodoro García Egea y Pablo Casado, en viernes, sábado y domingo.

En varias de sus entrevistas, Marín ha acusado a Génova y a Fran Hervías de estar detrás de la filtración de su intervención en la reunión del grupo de Ciudadanos en julio, cuando explicó lo de la "estupidez" y la necesidad de no convertir al PSOE en un partido "útil". En efecto, algún parlamentario de Ciudadanos grabó, en secreto, a Marín, y ese audio llegó a los periodistas, en concreto, a la Cadena Ser, con el resultado que el Gobierno andaluz se ha quedado sin apoyos suficientes para sacar adelante los Presupuestos y abocado a convocar elecciones en marzo o abril.

Marín cuenta en público lo que entiende en privado y, en efecto, después de la reunión que el consejero de Hacienda, Juan Bravo, mantuvo con la ministra María Jesús Montero el 25 de junio, comenzó a explicar que el Presupuesto de 2022 iban a incluir recortes. Bravo pudo hacerse una composición de los ingresos que pudieran faltar, el esbozo, pero Marín, en su línea, declaraba esos días que él no iba a aprobar un Presupuesto que incluyera recortes. Lo siguió explicando en septiembre, en concreto el día 25, a pesar de que el Gobierno central ya había informado que iba a perdonar la liquidación de 2020, como que también aumentaría las entregas a cuenta.

Con sus parlamentarios fue más explícito: sería un "estupidez", no había que entregar ese balón al PSOE. Justo cuando los socialistas y Vox comenzaban a hablar, de nuevo, con Juan Bravo se conoce ese audio, que termina dando al traste con el proyecto. Aunque la Ser explica que el audio es de julio, algunos parlamentarios sostienen que esa reunión fue en septiembre. En concreto, el día 1, a las 16.30 horas, en la sala 3 de comisiones, cuando tuvo una reunión de grupo al inicio del nuevo curso político.

Más sonrojante es la valoración que hace del PSOE, ya que mientras critica en público que Juan Espadas nunca iría a aprobar un Presupuesto, en privado advierte de que no se le puede dar la oportunidad de convertirse en un partido útil. A tanto llega que aboga por que la ley del Suelo se apruebe sobre el mes de febrero, lo más lejos posible.

Más allá de Marín y de sus peculiaridades, la insistencia de Génova para que Juanma Moreno convoque elecciones en Andalucía es intrusiva. Pablo Casado necesita un "balón de oxígeno", un éxito electoral como el de Madrid, pero sin Isabel Díaz Ayuso, que lo propulse para las elecciones generales. Moreno se lo puede dar, los sondeos le van bien, pero en San Telmo también comienzan a explicar que esta victoria ni está hecha ni está escrita en ningún libro, hay que conseguirla.

Juanma Moreno hubiera agotado la legislatura, pero Génova no es la única que tiene prisas. Vox necesita otras elecciones para sacarse la espinita de Madrid, donde se ha quedado fuera de su Gobierno autonómico. Ambos, Abascal y Casado, aún no ha comprendido los peligros de jugar con el fuego del calendario electoral. Hervías también intervino en la crisis del Ayuntamiento de Granada, con el resultado de que hoy el alcalde es socialista.

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