Teresa y la felicidad de los ratones

24-M

Un mitin es un mitin, lo vistas de torero decimonónico o le coloques el casco de Dark Vader. En Ganemos, sin embargo, lo de mitin no les acaba de cuadrar, por eso anoche en Las Tendillas, en uno de los actos centrales de su campaña, lo negaron un par de veces. Aunque digan ellos lo que digan aquello era un mitin: escenario con focos y bafles, sintonía (aunque rapera), público groupie y entregado, sillitas, mucho perro, mucha bici, mucho beso y mucha sonrisa. Se le ve feliz al mundo emos, esa tribu urbana, en estas municipales, lo que no deja de ser salubridad para la democracia. Otra caso es sacar sustancia entre tanto discurso repleto hasta el gollete de ideales, de sueños, de ricos y pobres, de ayer oscuro y de ese mañana luminoso y feliz que ellos otean. Difícil saber lo que pensaban de aquel jaleo un grupo de japoneses que cenaban paella en una cafetería próxima o los niños de melena rubias e idioma indescifrable, escandinavos fijo, que jugaban entre los chorros para aliviarse del calorón.

Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía y que se desplazó a Córdoba para dar su apoyo a Ganemos, se mostró como una mitinera de pellizco ante la estatua del Gran Capitán, que no la miraba pues le caía a la espalda. Dijo que en los preámbulos que Ganemos saldrá el 24M a ganar y pronunció un discurso con un mensaje claro: que aquí hay dos bandos, los privilegiados y los damnificados, y que ellos representan a los segundos frente a los abusos de los primeros. Para escenificarlo, se adentró en una parábola con animalitos, en plan Félix María de Samaniego. Los gatos, por supuesto, eran el PP, el PSOE e incluso Ciudadanos, mientras que ellos representan a los ratones que vienen dispuestos a darle la vuelta a la tortilla. Nada de izquierdas ni de derechas, sólo arriba y abajo, gatos y ratones. Lemas consabidos, como que el miedo va a cambiar de bando, y muchísimas llamadas a la gente normal, dando por hecho que eso existe. "Nosotros somos las personas corrientes y no las que dice Rajoy", explicó una Teresa Rodríguez que dejó claro entre aplauso y aplauso que no le gusta un pelo lo que ve a diario desde su nuevo papel en el Parlamento andaluz. Ellos, los de la corbata, son los maleducados, vino a decir antes de reclamar el sempiterno derecho a la felicidad de todos los hombres y mujeres.

La precedieron en el turno de intervenciones varios de los miembros de la lista de Ganemos. Aplausos entregados, por supuesto, para el candidato Rafael Blázquez, al que sin embargo le costó levantar luego los ánimos de la concurrencia. Dijo que comparece con un programa lleno de medidas, y desgranó algunas, aunque no muchas. Principalmente lanzó guiños a Stop Desahucios, a los ocupantes del Rey Heredia, a la Plataforma sobre la inmatriculación de la Mezquita y a las personas que no tienen para pagar ni la luz ni el agua ni el gas. Recordó en ese sentido la fuerte bajada de los salarios de los ediles que proponen y su decisión de dedicar esos fondos, en torno al medio millón de euros, a ayudar a los más necesitados. Charla pues previsible, dentro del canon Podemos, pero en la que nada se dijo de la economía cordobesa ni de la políticas de infraestructuras, por poner sólo algún ejemplo. Mucha solidaridad y tal vez poco vuelo para andar en el siglo que andamos.

De tal dinámica no se salieron tampoco Vicky López ni Alberto de los Ríos. La primera, médico de familia y número 2 de la lista, explicó los motivos que la han llevado a involucrarse en esta aventura a sus 33 años. Explicó que dentro de cuatro años dejará la política y volverá a su oficio y dio a entender que Ganemos tiene clara la receta para conseguir que los cordobeses no tengan que marcharse obligados en busca de un trabajo al exterior. De los Ríos, por su parte, estuvo duro con el alcalde Nieto y lo acusó de entregarle en trocitos la ciudad a Florentino Pérez (por eso de la externalización de la gestión de la gestión de los jardines) y a otras gentes de caudales generosos. Vino a decir que el alcalde les está entregando Córdoba a sus amigos mientras destruye las políticas sociales, que cifró en una bajada de 1,2 millones de euros a 250.000. Gran apoyo también por su parte a la manifestación de hoy de los trabajadores municipales a todas esas personas, 400 según sus cálculos, que han perdido el trabajo en el Consistorio en los últimos cuatro años.

Ganemos y Podemos fueron así fieles a sí mismos, rigurosos en el guión. En una noche calurosa en La Tendillas, con banderas verdes y blancas y con un escenario en su zona Este resultaba imposible no acordarse del ascenso del Córdoba y del fiestón que allí se celebró para celebrar un gesta deportiva que luego se ha ido tornando en desastre. También Ganemos busca un ascenso y ayer puso la cartas sobre la mesa en el kilómetro cero de Córdoba. Lejos parecen de la victoria pero muy cerquita ya de Capitulares.

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