En otro mundo... pero a tu lado

Dijo Isabel Ambrosio, ya al final, que cada día se identifica más con el lema que le han buscado para esta campaña, A tu lado, que remite inevitablemente a esa canción de Los Secretos que rima en la misma estrofa "resucitado", "plantado" y "empezado". Hay cierta correspondencia, en efecto, entre la textura melódica y pastelosa del tema de Enrique Urquijo y el discurso de la candidata socialista, entre el vapor y el merengue, comercial y facilón y compuesto con tres acordes. Ayer llegó el turno de la cultura en la Casa de Sefarad, ante unas 40 personas.

"Que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado". Ambrosio aseguró que "el acceso a la cultura es un derecho fundamental" y así lo ponen "de manifiesto" los socialistas cada vez que tienen "la posibilidad de gobernar". Empezó bien la cosa, por tanto, con algún amago de runrún a pesar de la entrega a la causa de la mayoría de los asistentes. Haber conocido a Luciano Alonso como consejero de Cultura, inevitablemente, marca.

Y hay que decir aquí que Ambrosio dejó lo mejor, la bomba, para el final. A pesar de que, ya se ha comentado, su tono enlaza mejor con el pulso suavito y amable de Los Secretos, la candidata se puso épica como una canción de Arcade Fire para asegurar que, si es alcaldesa, pedirá a la Junta de Andalucía "la pronta apertura del Espacio Andaluz de Creación Contemporánea de Córdoba -C4- para situarnos en la vanguardia cultural". Sí, lo dijo quien durante años ha formado parte destacada de la estrategia de confusión, dilación e indefinición de la Junta de Andalucía respecto a este asunto, quien en diciembre de 2011 aseveró que el centro estaría operativo "a lo largo de 2012" porque los plazos se estaban cumpliendo "con normalidad", quien a pesar de los continuos incumplimientos, y aun formando parte de la institución responsable, no movió un dedo para impulsar un proyecto que reconoce fundamental. Ahora anuncia que desde el Ayuntamiento pedirá lo que nunca pidió: la apertura del equipamiento y, más allá, que la Junta implique en él a "los agentes culturales de la ciudad". Porque "tenemos la oportunidad de situar a Córdoba de nuevo en la vanguardia". Como si alguna vez hubiera estado en ella después del siglo X.

Pero eso fue al final. Antes había advertido de que quiere impulsar "una cultura para las personas" (es un alivio saber que no quiere una cultura para otros seres vivos) y que, en cualquier caso, no era su pretensión presentar "un proyecto cultural enlatado", sino invitar a asistentes y ausentes a una "movilización cultural que tiene que fluir como el agua de nuestras fuentes", una imagen quizá en deferencia al poeta Pablo García Casado, presente en el acto.

En el que también estuvieron, entre otros, el número dos de la candidatura, David Luque; el exdelegado de Cultura de la Junta en Córdoba Joaquín Dobladez; la directora del Museo Arqueológico, María Dolores Baena; la exdirectora del Museo de Bellas Artes Fuensanta García de la Torre; el historiador Manuel García Parody; el escritor Manuel Gahete; la galerista Carmen del Campo; los gestores Óscar Fernández y Jesús Alcaide; el director general de Universidades, Manuel Torralbo; y el catedrático de la UCO y exvicerrector Manuel Torres. Todos escucharon la propuesta de "volver a tender puentes, entretejer voluntades y reiniciar un proceso de construcción de una telaraña cultural entre el mundo asociativo, la empresa, las instituciones, los creadores y el público".

Utilizo Ambrosio el verbo reiniciar "porque todavía sentimos el calor y la brisa con que la cultura inunda nuestra ciudad". Ayúdame y te habré ayudado, pareció que sugería a los convocados.

La candidata aspira a "la formación de nuevos públicos, la armonización de la oferta cultural, el blindaje de los servicios públicos culturales y la optimización de los equipamientos". Aseguró que en la Orquesta de Córdoba "la aportación municipal no estará condicionada por la de otras administraciones" y apuntó que es fundamental que los escolares conozcan la formación musical, que es algo que pasa desde hace décadas. Hizo votos por "la armonización de la oferta cultural" y, con el "liderazgo municipal", la creación de "una agenda" única de la cultura que englobe las actividades de las distintas instituciones. Una idea que el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, ha lanzado en diversas ocasiones, sin obtener repuesta, que se sepa.

Ambrosio, que por la mañana había dicho que impulsará el uso social y deportivo de los cines de verano del casco histórico, quiere más cultura para la periferia (que La Noche Blanca del Flamenco, por ejemplo, se descentralice) y recuperar el Plan de Equipamientos e Infraestructuras Culturales. Luego vino lo del C4 y la cosa acabó previsiblemente con aplausos y parabienes y alguna mirada entre la resignación y la malicia. En otro mundo... pero a tu lado.