Si hay un problema en el SAS, ése no es de dinero. O para ser más correcto: nunca ha habido más presupuesto que ahora y es posible que se haya alcanzado un pico de gasto sanitario, porque las transferencias del Estado están viviendo unos años de bonanza que terminarán decayendo. El presupuesto del Servicio Andaluz de Salud, el SAS, es mayor que el global de la comunidad autónoma de Aragón o el de Baleares. Son 13.495 millones de euros, y suponen casi 2.000 millones más que en 2021, que fue el último Presupuesto de la Junta que se aprobó antes de éste de 2023. El de 2022 fue una prórroga del anterior, por falta de acuerdo político para sacarlo en la Cámara.
Es 9 de enero y los servicios de Urgencias de algunos hospitales andaluces se colmatan. En el Virgen del Rocío se llegan a contabilizar 130 pacientes en la sala de espera. Sin embargo, esto es algo, incluso, previsible. Ocurre siempre así, después de unas vacaciones como las de Navidad, como tras un fin de semana, la afluencia a las Urgencias se disparan, a la vez que aún hay personal que ha alargado los permisos gracias a los llamados moscosos, los días de asueto sin justificación que llevan por nombre el de un ministro de Felipe González.
El presupuesto del SAS es mayor que el de toda la comunidad de Aragón o de Baleares
Pero pasado este pico, hay algo que queda: el atasco en la Atención Primaria, los retrasos en las citas de especialidades, es un ruido molesto que afecta a la sanidad pública en todo el país. También a la privada, donde cada día es más difícil encontrar una cita inmediata para un médico. Parte del atasco de la pública se ha trasladado a la privada, donde los médicos se quejan del escaso dinero que le pagan las aseguradoras por consulta. El Sindicato Médico de Andalucía mantiene su convocatoria de huelga de pediatras y médicos de familia para el próximo 27 de enero.
La Atención Primaria llegó mal al inicio de la pandemia, era el servicio con mayores problemas y no ha logrado recuperarse, a pesar del aumento de los fondos disponibles, por lo que el problema es de fondo. El plan de choque que comenzó a principios de 2022 no ha dado los resultados esperados. El Sindicato Médico sostiene que hay que cambiar el modelo de la Primaria de arriba a abajo.
Sin embargo, el SAS tiene más dinero y más personal que nunca, y ha subido algo los salarios, aunque aún hay grandes diferencias con otras comunidades. Hospitales señeros como el Macarena de Sevilla o el Puerta del Mar de Cádiz cuentan con mil trabajadores más que hace cuatro años. Esta disponibilidad presupuestaria se debe, en buena medida, a que los ingresos del Estado y, por tanto, las transferencias a las comunidades autónomas, vienen creciendo en los dos últimos años, a lo que se suman los fondos extraordinarios para luchar contra la pandemia de Covid.
Parte de la demora ha pasado de la pública a la privada, donde los médicos se quejan del escaso dinero que cobran por consulta
El presupuesto del SAS de 2021 fue de 10.729 millones de euros; este año es de 13.495 millones. La sanidad pública se ha recuperado de la crisis que arrancó con la Gran Recesión y alcanza un nivel inédito. La mayor parte del gasto es el de personal, que ocupa el 47,92%, son 6.467 millones de euros que se destinan a nóminas y al pago a la Seguridad Social.
El segundo capítulo en importancia es el de los gastos corrientes, que incluye el de los medicamentos que se utilizan en los hospitales y centros, el mantenimiento de las infraestructuras y los recibos millonarios de electricidad y agua. En total, son 4.031 millones de euros, el 21,87%.
El aumento del dinero disponible para inversiones ha permitido que el Gobierno abra nuevos hospitales, como el Militar de Sevilla, y que haya realizado obras en todos. En la actualidad, la red del SAS cuenta con 1.517 centros de salud, así como con cinco hospitales regionales, 10 de especialidades, 19 comarcales y 16 de alta resolución.
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