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Miguel Delibes de Castro, biólogo

"Con los primeros biólogos llegó a Doñana el mundo de fuera"

  • El hijo del escritor siguió los pasos de su padre y de los del padre del parque nacional, José Antonio Valverde. Fue el primer biólogo en vivir en Doñana y llegó a dirigir la Estación Biológica de Doñana.

 Miguel Delibes de Castro (Valladolid, 1947). Empezó a tratar con la naturaleza detrás de su padre, un escritor pegado a una escopeta. Él prefirió no disparar, sino tomar notas, y así terminó tras los pasos de José Antonio Valverde. Ambos maestros le marcaron el camino que luego recorrió, pues ha escrito varios libros de divulgación científica, y llegó a ser director de la Estación Biológica. Delibes fue el primer biólogo que vivió en Doñana, una especie de extraterrestre para los habitantes del entorno que no entendían a qué había ido allí

Un hito. El primer territorio de Andalucía protegido por su valor natural acaba de cumplir 50 años. Tras una colecta internacional, en 1965 se compraron 6.700 hectáreas del coto de caza llamado Doñana. Tiempos heroicos en los que ni existía la expresión medio ambiente. Algunos de sus protagonistas nos contarán en esta serie de entrevistas aquella aventura, cuando "todo era nuevo y salvaje", según lo describió José Antonio Valverde, el gran motor de ese logro.

-¿Qué suponía Doñana para la España de los 50?

-Doñana no existía para los españoles. Sin duda el interés era mucho mayor en Europa.

-¿Quién es José Antonio Valverde en mayo del 52, cuando descubre Doñana?

-Un hombre que sufría una grave enfermedad, que le apasionaban los pájaros, que había leído mucho sobre Doñana de los viajeros ingleses y era de los pocos que sabía que existía el paraíso. La primera vez en que se alude al interés científico de Doñana lo hace Valverde en un artículo de 1952.

-Mauricio González Gordon, dueño de González Byass y de media Doñana entonces, resultó clave en la creación del parque.

-Lo más llamativo es su generosidad, porque diría "esto va contra mis propios intereses familiares, pero voy a ayudar a que esto se conserve porque es importante y trasciende".

-Europa descubrió Doñana por la expedición de eminencias de 1957.

-La Doñana Expedition fue fundamental para llevar a la opinión pública europea, más culta que la española, más interesada por la naturaleza, la trascendencia de Doñana. Hicieron libros, artículos, crónicas en periódicos… salió en muchos sitios.

-Para intentar convencer a Franco de que parase la plantación de eucaliptos hubo una divertida anécdota postal.

-Cuando decide el grupo internacional que el Príncipe Bernardo de Holanda -primer presidente de WWF- escriba a Franco, le piden a Valverde que redacte la carta; esa carta llega, y el secretario de Franco llama a Valverde y dice: redacte la respuesta, que usted conoce muy bien la zona. Y así estuvo Valverde escribiéndose a sí mismo: escribía las cartas del Príncipe Bernardo de Holanda y escribía las cartas de Franco. Con lo cual estaba bien situado en la gestión del proceso.

-Y se produce la venta en 1965 de las primeras 6.700 hectáreas, el germen del parque.

-Los biólogos pensaban entonces que se podía acotar una parcela y que se iba a conservar, no eran plenamente conscientes de la necesidad de conservar grandes espacios, del impacto negativo dentro de lo que ocurría fuera. Por otro lado, la decisión de vender la reserva científica fue básicamente del marqués del Mérito, López de Carrizosa; quería vender y no a cualquier precio, y no me refiero al dinero, sino a la condición inexcusable de que aquello se convirtiera en reserva científica.

-Nace pues en 1965 la Estación Biológica. Gestionar aquella finca debió ser tremendo…

-El primer biólogo que vivió en Doñana fui yo, y obligado por Valverde, porque los visitantes decían "¿y los científicos dónde están?", y no había ninguno. Fui a vivir en 1972. Siete años después todavía no había electricidad, ni teléfono, ni manera de comunicarse.

-Ustedes, los primeros biólogos harían, cosas bastantes extravagantes para aquellas gentes.

-No sólo llegamos los biólogos, sino que llegó el mundo de fuera, en un momento en el que el mundo estaba cambiando. Éramos unos chavales muy jovencillos, ignorantes. Un guarda llegó a decir allí, de mi mujer y de mí: "Hombre, hay poco señorío, con deciros que éstos son de los principales", y nos señalaba. Teníamos veintitantos años y una pinta de pasmarotes horrorosa. En vez de ser el principal todo un noble, o el hijo de un noble. Antonio Chico, el guarda de los González Gordon, decía también "si yo comprendo a los pobres biólogos porque de algo tienen que vivir, pero molestan mucho en el campo, enredan, están metidos por todas partes…".

-Y con la gente de fuera, de Almonte, también había tirones…

-En Valverde cantaban una canción: Fui a coger un nido/fui a coger un nido/me ha visto el director/y me he arrepentido. Ésa era la relación con Valverde, no les iba a convencer de que no cogieran el nido, los echaba, o les ponía una multa.

-El ingeniero agrónomo Grande Covián era un bulldozer en su avance con el cultivo del arroz sobre Doñana.

-Un día nos sinceramos. Yo le decía: "Usted sabe que, como acaben el plan Almonte-marismas, se cargan Doñana". Él me respondía: "Sí, pero tú sabes, aunque digáis que la conservación creará puestos de trabajo, que nunca tantos como los que yo puedo crear". No ganó Grande Covián por... pasó rozando el poste, si hubiera empezado unos años antes seguramente Doñana hubiera sido muy difícil de rescatar.

-¿Cuál fue el gran valor como científico de Valverde?

-Como científico era genial, y con genial quiero decir el único genio que yo he conocido. Tenía ideas maravillosas, espectaculares, se le ocurrían cosas que no se le habían ocurrido a nadie.

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