Vox aprieta por la costa andaluza

El partido de Abascal, que irrumpió en España en las elecciones andaluzas de 2018, sigue al alza en el sur

Juanma Moreno a Vox: "Menos cachondeo con los aranceles de vuestro amigo"

El líder de VOX, Santiago Abascal, interviene este miércoles, durante la primera sesión de control del nuevo período de sesiones en el Congreso de los Diputados en Madrid. / EFE

Un fantasma recorre Europa, y no es el comunismo que Marx y Engels anunciaron al inicio de su célebre manifiesto en el siglo XIX. Un fantasma recorre Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos, es la segunda fuerza de Alemania y de Portugal, la primera de Italia, Hungría y, posiblemente, de Francia y ya veremos si del Reino Unido. En Noruega acaba de desplazar a los conservadores tradicionales como segundo partido. Su líder, Sylvi Listhaug, fue ministra de Sanidad en un Gobierno anterior, cuando se estrenó con esta frase: "Pueden fumar y beber y comer toda la carne roja que deseen". Son los libertarios de derechas, los nacionalpopulistas que irrumpieron en España en las elecciones andaluzas de 2018. Es Vox, el partido de Abascal que no deja de crecer en Andalucía y, de un modo especial, entre los jóvenes y en las comarcas del litoral. ¿Tanto como para hacer perder la mayoría absoluta a Juanma Moreno?

Este periódico ha preguntado esta semana a varias personas, entre dirigentes políticos y analistas de sondeos, por la veracidad de este crecimiento de Vox en Andalucía que tanto temen PP como PSOE y, si así es el caso, por el riesgo de que Juanma Moreno pueda perder la mayoría de los 55 escaños. Ahora cuenta con 58, una cifra absolutísima.

La primera respuesta es positiva, de eso no hay ninguna duda: Vox está fuerte en el sur de España, como en el sur de Portugal, donde el Algarve es la región que lo ha impulsado por delante de los socialistas. Si Almería ya era una zona verde, ahora se suman la costa onubense y, en especial, la Costa del Sol, con dos realidades muy diferentes. El PP teme que Juanma Moreno pueda perder un escaño en su provincia a favor de Vox, y no es casualidad que Alberto Núñez Feijóo se sumase este viernes a la inauguración del curso político que los populares hacen todos los años en Alhaurín el Grande. En el pueblo natal de Moreno, el líder popular tiró de una agenda que hasta ahora era de Vox: violencia política, a cuentas del último asesinato en Estados Unidos, el de Charlie Kirk, y seguridad y delincuencia.

Un sondeo sorprendente

El sondeo del Centro de Estudios Andaluces (Centra) del pasado julio adjudicó a Vox una fidelidad de voto más alta que la del PP y un pequeño trasvase de electores populares hacia el partido de Abascal que Juanma Moreno veía compensado por la caída del PSOE. Sin embargo, el pasado lunes se publicó otra encuesta, de 40dB, de la Cadena Ser, que indica un momento mucho más exultante para Vox en Andalucía. Todas las encuestas hay que mirarlas desde lejos, con cierta perspectiva, para ver cuáles son las tendencias, pero lo que mostraba el sondeo de Belén Barreiro es que Vox sería el primer partido en Andalucía en unas elecciones generales, seguido del PSOE y, en último término, del PP.

La muestra del sondeo en Andalucía es tan pequeña que el resultado no es fiable para pronosticar ese resultado, pero sí indica una aceptación de Vox en Andalucía muy potente. Lo que sí es un hecho demoscópico es que Vox es el partido preferido en toda España entre los hombres menores de 44 años y que hay un trasvase desde el PP hacia el partido de Abascal. El último sondeo del CIS, que es de esta semana, cuantifica esa fuga de votos desde el PP a Vox en un 13,2% de sus votantes, aunque los populares recibirían un 4% de electores de Abascal: el resultado es una pérdida de nueve puntos de Feijóo en favor de los nacionalpopulistas. La intervención de Feijóo en Alhaurín lo demuestra.

Los jóvenes que hace una década llevaron en volandas a Podemos son el caldo de cultivo de Vox, gente descontenta con los precios de la vivienda, ayuna de identidades que la izquierda no les da y hasta con una deriva nihilista. Según sostiene Santiago Abascal, Vox tiene el 50% de los votos entre los electores de 18 a 20 años. Lo explica en una entrevista en el programa El bolso de Soraya, del perfil de TikTok Bipartidismo Stream, uno de los satélites de Vox en esta red donde se encuentra el público más joven. Todos los partidos tienen cuenta en TikTok, pero la de Vox es la más numerosa con 735.900 seguidores, frente a los 148.700 del PSOE y los 68.700 del PP.

Moreno como valor del PP

En el caso de Andalucía es necesario contar con la diferencia habitual de voto entre elecciones autonómicas y generales. En el primero de los casos, Juanma Moreno tiene una posición de aceptación más alta que su partido, por lo que es previsible que el crecimiento de Vox en las andaluzas no sea tan alto como en las generales. Casi nadie cree que Abascal haga peligrar la mayoría absoluta de Moreno, aunque sí puede hacerle perder de uno a tres escaños. Ya hay en el PP algunos veteranos que desearían que Moreno convocase las elecciones cuanto antes, pero el plan sigue siendo el de llegar, al menos, a marzo de 2026.

El riesgo de Moreno viene por la derecha, porque las perspectivas electorales de la socialista María Jesús Montero son malas. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda está cargando con todo el deterioro que provoca la agenda catalana de Pedro Sánchez en el sur, sin que se plantee una renuncia al Ejecutivo para dedicarse, en exclusiva, a Andalucía. En el PSOE valoran más su presencia como vicepresidenta que la pesada mochila de liderar desde Hacienda la financiación catalana.

Las generales son distintas. Vox puede alcanzar un 20% de los votos, y buena parte de esa fuerza vendrá desde Andalucía, Murcia y las Castillas. Su ascenso no sólo está relacionado con la pujanza general de estos partidos, sino con el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo sobre la derecha española. De su flaqueza vienen los aldabonazos de su secretario general, Miguel Tellado, que no sólo provocan la salida en tromba de los ministros socialistas, sino la hilaridad en Vox. El mitin de Alhaurín es muy indicativo.

El debate sobre el estado de la región que se ha celebrado en la Comunidad de Madrid está semana es otra muestra de ello. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, dedicó la mitad de su discurso de dos horas, el que fue más televisado por horario, a presentarse como la "alternativa" a Pedro Sánchez. La madrileña cuenta con el aval de haber detenido a Vox en su comunidad. Es un caso de éxito, pero de una estrategia diferente a la de Juanma Moreno. Si ella juega en la derecha, Moreno lo hace en el centro izquierda, pero esa divergencia no se debe a distintas visiones ideológicas de estos dos delfines, sino a las característica sociales de cada uno de los dos territorios.

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