EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
A la hora de comer hay un elemento que suele estar casi siempre bajo sospecha si lo que queremos es alimentarnos de una forma sana y no ganar mucho peso. Hablamos de las salsas, demonizadas para muchos pero que, con los ingredientes adecuados, pueden acompañar perfectamente nuestros platos dentro de una dieta equilibrada.
Queso de untar desnatado, aceite, vinagre, limón, yogur natural 0%, semillas de mostaza, curry, ajo, albahaca y cayena. Ahí tenéis diez ingredientes para elaborar salsas ligeras igual de sabrosas que las de siempre y con apenas grasa. Y después tenemos la salsa española "ideal para acompañar verduras, pollo o pescado", según Harvard. Hablamos de la salsa romesco, característica en la gastronomía catalana y que, aunque se asemeja al kétchup ni mucho menos tiene el mismo efecto nocivo en nuestro cuerpo.
Chiles, almendras, avellanas, dientes de ajo, pimiento morrón, rojo, tomate, pimentón dulce, pimentón picante o pimienta de cayena ahumada, vinagre de vino tinto o jerez, sal y aceite de oliva virgen extra son los ingredientes de esta tradicional salsa que expertos de la Universidad de Harvard sitúa dentro de los productos recomendados por sus propiedades nutritivas, "un maravilloso acompañamiento para verduras, pollo o pescado a la parrilla. Y también para untar en sándwich", sentencia en un artículo de su página web.
Según destaca Harvard, por cada 100 gramos de receta esta salsa aporta 240 calorías, 4 gramos de proteína, 6 gramos de carbohidratos, 2 gramos de fibra, 320 miligramos de sodio y 24 gramos de grasa (3 gramos de grasa saturada, 18 gramos de grasa monoinsaturada y 3 gramos de grasa poliinsaturada)
Su consumo aporta numerosos beneficios a nuestro organismo, dado los ingredientes utilizados para su elaboración. Vitaminas A, B, C y E, minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio o el calcio, y rico en antioxidantes, esta salsa se caracteriza también por ser un diurético natural y por ser un aliado del sistema inmunitario, para regular el tránsito intestinal y para la salud cardiovascular.
Por último, en el amplio balance que hacen desde Harvard destaca también las propiedades que tiene para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, curar infecciones leves, cicatrizar heridas y curar gripes y resfriados. Ahí es nada. Por último, el efecto del aceite de oliva, ese producto que seguirá a precio de oro, contribuye a bajar de peso y tiene una acción antiinflamatoria. Así que ya sabes...aprende a hacer esta salsa romesco, paso a paso, a través de los consejos de los expertos en cocina.
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