Con Cuchillo y Tenedor

De esta manera debes conservar los frutos secos para que no pierdan sus beneficios

Las nueces, las almendras o los pistachos son algunos de los frutos secos más consumidos.

Las nueces, las almendras o los pistachos son algunos de los frutos secos más consumidos.

Los frutos secos son un alimento que cada vez ha ido teniendo más peso en la dieta de los españoles, como señalan los datos de Statista, que arrojan que en 2022 cada español consumió 3,24 kilos, una cantidad inferior a 2021 y 2020, pero que supera con creces a los kilogramos ingeridos en el comienzo de la década.

Y es que este tipo de alimentos nos proporciona muchos beneficios, por lo que es común que muchas personas opten por incluirlo en su dieta. Además, esto es algo muy 'sencillo' de realizar, debido a la versatilidad que presentan. Los frutos secos podemos añadirlo al desayuno, por ejemplo, tomándolos en un bol con yogur natural y fruta, o ingerirlos en el almuerzo o cena, pues son un ingrediente muy interesante para añadir a muchos tipos de ensalada.

Los frutos secos igualmente son un snack ideal para picar entre horas, a pesar de que algunos son bastante calóricos. Tomar un pequeño puñado de ellos, a media mañana o a media tarde, es una opción mucho más beneficiosa que consumir, por ejemplo, algo de bollería industrial o patatas tipo chips.

Aunque todos estos beneficios se perderían, así como podría hacerlo su textura y sabor, si no los conservamos correctamente, por lo que vamos a ver una serie de consejos para almacenarlos.

Así debes conservar los frutos secos para que no pierdan su beneficio y sabor

Como comenta la nutricionista Júlia Farré en La Vanguardia "siempre es preferible guardar tanto las nueces como otros frutos secos en la nevera", pues así "conservan mejor sus propiedades organolépticas". Además, estos alimentos, que nos suelen durar un largo período de tiempo, en el frigorífico "amargarán menos y conservarán mejor su sabor", indica la experta, que también añade que, si después de seis meses no los hemos consumido, los introduzcamos en el congelador.

En verano, debido a las altas temperaturas, se debe tener todavía más cuidado, pues estas podrían hacer que los frutos secos perdieran su sabor. Como indican en el medio mencionado, la temperatura de conservación debería estar entre los 4 y los 20 grados, por lo que introducirlos en el frigorífico es la mejor idea.

Respecto al recipiente, se recomienda que este sea opaco y hermético, por tanto, podría usarse una bolsa que cuente con un cierre que aísle totalmente el interior del exterior para guardar los frutos secos, aunque otra interesante opción sería un tarro de cristal.

También sería recomendable, como apuntan desde El Heraldo, etiquetar estos recipientes con la fecha en la que fueron comprados, para así llevar un control de su frescura y, a pesar de que los frutos secos se conservan durante mucho tiempo, tomarlos dentro del período en el que su sabor sea el óptimo.

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