Adriano Correia firmó ayer a mediodía en Barcelona el nuevo contrato como futbolista culé en el despacho del presidente, Sandro Rosell, acompañado de su representante, Paulo Afonso, cumpliendo así un sueño, jugar en un equipo grande. El brasileño, que estará ligado al Nou Camp cuatro temporadas, llega por expreso deseo de Guardiola, que pidió a Rosell su fichaje, y será presentado mañana como futbolista blaugrana, aunque antes se despedirá hoy aquí en Costa Ballena en una rueda de prensa junto a José María del Nido.

Adriano, que tendrá una cláusula de rescisión de 90 millones de euros, lucirá el dorsal 21 que era propiedad de Chygrynskiy y ya ayer hizo sus primeras declaraciones como jugador del Barça. "Es un momento muy especial el poder jugar en el mejor equipo del mundo y ojalá pueda triunfar. Siempre sueñas en poder jugar algún día aquí y cuando me enteré de que al Sevilla le habían hecho una oferta y Del Nido me llamó, me puse muy contento", comentó el de Curitiba.

Adriano, que aclaró que puede jugar sin problemas en varias posiciones pero que su puesto preferido es extremo izquierdo, también se mostró muy feliz por reencontrarse con Daniel Alves, su amigo inseparable en Nervión. Sin duda, el baiano será su cicerone en su nueva aventura en la capital catalana, aunque también tuvo un gesto con otro ex compañero. "Ya he hablado con Dani y se ha puesto muy contento al igual que con Keita, con quien coincidimos en el Sevilla".