El Sevilla tiene un problema en ataque. La temporada pasada Emery disponía de dos delanteros de garantías para disputar las tres competiciones. Este año dispone de tres delanteros pero ninguno ha sido capaz de marcar un sólo tanto en lo que llevamos de liga.

De inicio frente al Levante, Emery apostó por jugar con dos delanteros natos: Llorente y Gameiro. El vasco recibiría balones en la medular para habilitar al francés que se estaría moviendo por todo la zona defensiva del equipo valenciano. A priori, el planteamiento para jugar frente a un equipo que está un par de escalones por debajo de los de Nervión es el bueno. Pero hoy el Sevilla no ha demostrado estar por encima.

El único gol del Sevilla en los tres primeros partidos ligueros lo ha hecho N´zonzi con un muy buen disparo desde fuera del área que sorprendía al meta rival. Hay que reconocer las facilidades de la defensa del Levante que no puso oposición a que el jugador recorriese un par de metros y se preparase para disparar a portería.

Posteriormente llegaría una jugada de Vitolo que a punto estuvo de ampliar la diferencia en el marcador. Otra vez, un jugador que no es delantero es el que tiene opciones de marcar.

Durante la primera parte Llorente estaba a lo suyo: bajar balones que enviaban las líneas de atrás, sacar los corners que lanzaba el equipo local y poco más. Gameiro, por su parte, intentaba disputar balones divididos en los extremos del área. Sin recompensa alguna.

En la segunda parte y con el empate a uno en el marcador llegó el cambio de un Llorente fundido por Immobile. A los minutos llega un cambio incomprensible, a menos que Reyes estuviera lesionado, de Krohn-Dehli por Gameiro. El italiano se quedaba sólo arriba y fue Ciro el que más lo intentó y el que más enganchado se le veía en el partido (sólo hay que ver que él es el único jugador que protesta por la mano dentro del área del defensor del Levante).

El Sevilla tiene un problema en la punta de ataque. Sus delanteros no marcan pero su portero no para, su defensa no defiende, su centro del campo no manda balones en condiciones y sus extremos no entran por banda. Si sólo fuese un problema el que tiene Emery, no pasaría nada, pero son unos cuantos los que debe solucionar. Y pronto, que el equipo juega contra la Juve en dos semanas y luego contra el Manchester City. Casi nada.