Bloqueo total en Jabugo

Un mes después de que finalizase la Liga, el Betis sigue sin mover ficha. El compás de espera continúa, y todo apunta a que seguirá así en los próximos días, sin novedades de entradas y salidas, porque la situación en Jabugo sufre un bloqueo total que sólo variará cuando alguna parte ceda en su empeño. En el club todos tienen claro lo que quieren, pero las posturas de momento son distantes.

El primer objetivo verdiblanco y objeto de deseo de Chaparro es el camerunés M'Bia, pero el Rennes consideró irrisoria la primera propuesta realizada por el cuadro heliopolitano. Ahí se quedó todo por el momento, ya que aunque el jugador declaró que tiene un acuerdo con el Betis su equipo no duda de su continuidad. El caso de Emana, segunda opción, es similar. Al interés hispalense se ha unido también el del Newcastle y el Shakhtar Donetsk, que ofrecen más dinero -se habla de seis millones de los ucranianos-. El club de La Palmera cuenta con la ventaja de que tiene las negociaciones muy avanzadas y que el futbolista desea jugar aquí, pero el Toulouse está dispuesto a apretar en la medida de sus posibilidades para sacar la mayor tajada posible. De esta forma, si no cambian las pretensiones de los franceses o alguna parte cede, pocas novedades habrá al respecto.

El problema es que la contratación de un medio centro es prioritaria para el técnico del Betis, y esto provoca que se encuentren paralizadas otras operaciones. Es el caso de la del central Puygrenier. El Nancy insiste en que vale cuatro millones de euros, eso sí, negociables. El propio protagonista reconoció en footmercato.com que los contactos existieron, pero que ahora todo está parado: "El Betis se interesó y recabó informes sobre mi situación, pero creo no hubo acuerdo en cuanto a la cantidad que le pedían", señaló el defensa, otro de los protagonistas de una operación en stand by hasta que no se resuelvan las anteriores.

Pero no son las únicas negociaciones en las que el Betis está perdiendo la delantera. Uno de los últimos nombres por los que los sevillanos se han interesado es el rumano Goian, que ya tiene tras de sí al Aston Villa, el Manchester United y el Newcastle, rivales con los que este Betis no puede competir, ni económica ni deportivamente.

El único capaz de desbloquear esta situación parece ser Paco Chaparro, aunque, si lo hace, estaría tirando piedras sobre su propio tejado. La economía de guerra se impone en Heliópolis y eso está retrasando todos los movimientos, tanto de entradas como de salidas. Eso, y que el trianero tampoco se ha mostrado muy reticente a aceptar otros nombres que se le han puesto sobre la mesa como el de Antonio Hidalgo, pues no es su primera opción. Encima, tanto se está retardando este fichaje que el Zaragoza y el Recreativo se han sumado con insistencia a la puja por el centrocampista del Málaga, que decidirá su futuro al final de mes.

El tira y afloja de unos y otros y la economía de guerra hacen que el Betis, a día de hoy, sea el único equipo de Primera División que todavía no haya confirmado ninguna baja o alta. El nerviosismo comienza a aparecer en Jabugo por esta situación y no sería descartable que el equipo comenzase la pretemporada sin ninguna incorporación.