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Buen ataque, calamitoso repliegue

  • La mala organización colectiva en las transiciones ataque-defensa facilita el trabajo a un once que necesita poco para hacer daño. Bacca contagia una propuesta fresca en el plano ofensivo.

El comportamiento colectivo del Sevilla en defensa, para nada acorde con la visita de un rival como el Barcelona, puede decirse que fue lo que enterró las posibilidades de triunfo de un equipo que -es cierto- tuvo probablemente más ocasiones de gol que su rival, pero también menos calidad. Y ahí está la diferencia. Evidentemente, el error del asistente de Teixeira Vitienes en el gol de Alexis también tuvo su cuota de incidencia en el triunfo azulgrana en una noche en la que en algunas fases estuvo superado en defensa por el ataque sevillista, pero que estuvo tremendamente cómodo en las transiciones hacia delante, donde este conjunto de futbolistas es mortal.

¿Quiere decir esto que Emery equivocó los parámetros sobre los que hizo su planteamiento? No necesariamente, aunque sí fue incompleto. El concepto ofensivo funcionó en fases más o menos prolongadas ante un rival que estadísticamente no deja a sus adversarios llegar arriba, pero la organización defensiva, sobre todo en las transiciones ataque-defensa, fue deficitaria.

Defensa

El Sevilla salió con una propuesta ambiciosa de apretar a la posesión del Barça, una presión que se intensificaba pasada la línea del centro del campo. Pero la presión intensiva tiene un riesgo que el Sevilla no supo contrarrestar. Presionar supone que los futbolistas abandonen su posición de inicio y si no se obtiene el objetivo de la recuperación todo deriva en la descolocación de las piezas, sobre todo si la pareja Iborra-Carriço no es precisamente muy dinámica. El Barça tiene calidad suficiente para salir de la presión y desahogar con dos triangulaciones y, en el ademán de salir a presionar, muchos futbolistas del Sevilla se eliminaban de la jugada con un simple paso adelante.

Mucho daño hizo también la elección de Emery de colocar a Gameiro como extremo. A diferencia de otras ocasiones en las que el francés se alineó junto a Bacca, esta vez no se situó como punta sino en la banda, no ayudando nada en defensa a un lateral ya de por sí muy endeble en el concepto defensivo, Diogo Figueiras. Todo provocaba un desequilibrio que se agravaba demasiado en las contras del Barça, en las que ya los medios centro no estaban en su sitio, los centrales tenían que acudir acerrar arriba y los huecos aparecían en el área de Beto.

Ataque

Una buena propuesta con dos premisas fundamentales, la posición de Rakitic y la potencia de Bacca en la presión y en la llegada a los espacios. Eso motivó un cóctel muy prolífico en ocasiones, sobre todo en la primera parte y en la fase inicial de la segunda. La diferencia es que no hubo acierto o calidad en los últimos metros (Gameiro, Vitolo, incluso Rakitic en alguna ocasión...). Otro asunto a analizar es lo ya debatido una y otra vez esta campaña: con Rakitic tan arriba el Sevilla no sabe tener el balón lo suficiente.

Virtudes

El buen son ofensivo, con ayudas de los laterales, con un punta que generó muchas dudas en la defensa del Barça...

Talón de Aquiles

Otra vez la excesiva alegría, inconsciencia si se quiere decir...

Uno por uno

Beto Otra vez en el punto de mira. El balón del gol de Alexis, más allá de si remató en fuera de juego, debió ser suyo y se quedó bajo el larguero.

 

Diogo Figueiras Superado siempre y midiendo mal la presión, como en el 1-2.


Fazio Salía de su zona erróneamente muchas veces y nunca estuvo cómodo. Pudo hacer penalti en una jugada en la que primero perdió la posición y luego rectificó.

 

Pareja Una falta dudosa pero evitable la del empate. Messi no encaraba la portería sino que miraba hacia la banda.

 

Alberto Moreno Una mejor muestra de lo que es su fútbol. Aceleración y disparo en segunda línea, peor en defensa. 

 

Iborra No entendió la manera de hacer la presión desde el principio, pues el ritmo del Barça lo superaba.

 

Carriço Es muy poco dinámico y sufrió mucho, como Iborra.

 

Gameiro La peor decisión de Emery. No ayudó nada en defensa y en ataque no hizo lo que debe hacer: tuvo una clara.


Rakitic El superhombre aparece menos arriba. Y también es humano y con derecho a fallar.


Vitolo No tuvo uno de sus días más felices. No entendió el juego.

 

Bacca El mejor. Potencia en la presión y en los balones al espacio. Olía sangre y los centrales culés lo temían.

 

Trochowski Interesante.


Cheryshev Fuera de forma, rozó el ridículo en alguna acción.

 

Jairo Sin verla siquiera.

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