Por alguna razón que no conoceremos nunca, Ángel Torres prácticamente se lo regaló al Sevilla pese a tener novias dispuestas a todo. Por menos incluso del millón de euros y liberando al Getafe de su ficha, Pablo Sarabia García (Madrid, 11-5-92) se convirtió en el primer fichaje de este proyecto. Mejor dicho, del proyecto que nunca vio la luz, puesto que Unai Emery era aún entrenador sevillista cuando dio el visto bueno a un fichaje que, posiblemente (sólo posiblemente) con Sampaoli no se habría producido. Pero en el fútbol hablar de hipótesis es para nada. El argentino aceptó a Sarabia en su plantilla, lo utiliza y éste le da rendimiento. Y tanto...

Sarabia, aparte de ser el activador con sendos goles (ambos para el 1-1) en las remontadas de los nervionenses ante Espanyol y Las Palmas, ha participado en cinco de los ocho goles que suma el equipo de Sampaoli en el campenato liguero.

No hace ruido, no se despeina, no se estudia al milímetro cada acción suya como con otros con haz de estrella como Nasri o Ganso, no se pide su presencia en partidos atascados como el del sábado como pasó con Vitolo, pero el madrileño, que puede decirse sin riesgo a equívoco que fue el jugador más en forma de la pretemporada, sigue a lo suyo. Sarabia, en algo más de veinte minutos ante Las Palmas, fue clave para la milagrosa remontada. Junto a Vitolo y Carlos Fernández, fue el revulsivo que el equipo necesitaba mientras Nasri se decidía él mismo a mover los hilos un poco más atrás. El ex jugador del Getafe convirtió de manera magistral el penalti que significó el empate a uno en el minuto 89. Su disparo, tremendamente ajustado al palo, hizo imposible la estirada de Javi Varas.

Pero es que Sarabia dispone de un golpeo excepcional con su pierna izquierda, una de las claves que le ha servido al Sevilla para sumar puntos en esta Liga. Cinco minutos tardó en ejecutar un lanzamiento de córner con una parábola envenenada hacia dentro que generó muchísima inquietud a sólo un metro de la línea de gol. El balón lo cazó Carlos Fernández para hacer estallar de júbilo al Sánchez-Pizjuán.

La estrategia, salvadora

Y es que la estrategia juega un papel más importante de lo que se puede llegar a pensar en el estilo del Sevilla de Sampaoli. De los ocho goles anotados en la Liga, tres han nacido en saques de esquina. La presencia en la plantilla de dos buenos lanzadores a balón parado como Kiyotake y Sarabia ha dados sus frutos en un modelo que vende fútbol elaborado. Aparte del gol de Carlos Fernández, el madrileño asistió en un golpeo muy parecido, prácticamente idéntico pero en la portería de Gol Norte, el 3-3 con que el Sevilla igualaba por segunda vez el loco duelo disputado ante el Espanyol. Vietto, tras un rechace casi en la misma zona en la que marcó el canterano, envió el balón a la red. El mismo jugador, minutos antes, había marcado de cabeza el 2-1 en otro córner botado por Kiyotake (el otro fichaje anterior a la llegada de Sampaoli) desde la otra banda aprovechando el golpeo cerrándose que ofrece un diestro desde el ala izquierda.

Sarabia, en este mismo partido, redondearía su actuación con otra asistencia de gol en la segunda parte, esta vez a Ben Yedder en una jugada al borde del área. Era el 5-3 para los blancos.

Vigilado por Lopetegui

Hasta el momento no ha aparecido por las quinielas de los especialistas en adivinar próximos internacionales, pero no hay que ser muy listo para entender que si Sarabia sigue al nivel que está ofreciendo en el Sevilla acabará recibiendo la llamada de Julen Lopetegui. El joven futbolista, con 24 años, no sólo ha coincidido con el actual seleccionador absoluto en las categorías inferiores de la escuadra nacional, sino que fue pupilo suyo en el Real Madrid Castilla. Sarabia pertenece a la generación llamada a dominar el fútbol español a nivel de selección. Junto con De Gea, Thiago Alcántara, Morata, Carvajal, Koke... el ex futbolista del Getafe ha sido un fijo tanto de la selección sub 19 como de la sub 21, con la que fue campeón de Europa en 2013.

Su humildad le hace mantenerse al margen y centrarse sólo en el trabajo diario, pero no quedan muy lejos los tiempos en los que Sarabia llegó a ser considerado de los mejores juveniles de España, en su etapa en el Real Madrid. Con un talento parecido al de Denis Suárez, quizá su carrera no tuvo la progresión esperada cuando fue cedido al Getafe, club en el que apuntó cosas que no culminó. Ahora en el Sevilla parece demostrar que lo que le faltaba era un saltito, responder a la apuesta de un club grande.

De momento, es el fichaje más rentable en cuanto a los números fríos. Curioso, habiendo sido el que menos coste provocó. Ni siquiera un millón de euros frente a cifras mareantes, casi todas por encima de los 10 millones.