Clima y rivales como mejores aliados

A las dos de la tarde está prevista la llegada de la numerosa expedición verdiblanca a un coqueto hotel, a orillas del Bidasoa, que le servirá como punto de partida para la que debe ser la temporada de la ilusión tras una semana de entrenamientos estivales en Sevilla.

Aquí, en Fuenterrabía, justo en la frontera con Francia, el clima es primaveral. La llovizna se asoma con escasa frecuencia y los 20 grados, esa temperatura estándar que muchos quisieran para todo el año, se apodera del día para bajar unos grados en el ocaso.

Encontrará el Betis un aliado en estas tierras vascas que vieron nacer a Chema Olazábal en las que montará el cuartel general para unos partidos amistosos ciertamente de enjundia. Olympique de Marsella (20 de julio) y Girondins de Burdeos (23) serán sus rivales en la cercana localidad de Bayona, a medio centenar de kilómetros adentrándose ya en el país vecino. Luego llegará el triangular con Osasuna y Real Unión (25) en el Stadium Gal, campo que le servirá para los entrenamientos. Pepe Mel estaba ayer pendiente de conocer el reglamento del torneo para perfilar el equipo y los cambios a realizar en este primer envite, antes del que entrenará esta tarde en su primer contacto con el balón fuera de Sevilla y mañana por la mañana antes de partir hacia Bayona.

La idea del técnico, como siempre, es comenzar a poner en práctica los dos sistemas que tan bien alternara la pasada temporada, el 4-4-2 y el 4-3-3. Con este stage ya casi ultimado, el delegado del equipo, Víctor Antequera, y el preparador físico, David Gómez, pasaron el fin de semana en el Reino Unido preparando la que será segunda concentración de este verano. Swansea y Portsmouth serán también dos adversarios de enjundia y el clima, al igual que en este rincón del Cantábrico, será un aliado para el trabajo del nuevo Betis 11-12, ese equipo en el que Mel y los béticos, según demuestran con su afiliación en taquillas, tienen depositadas tantas ilusiones.