El Betis y el Sevilla empataron en un buen derbi femenino en el que el juego de ambas escuadras no se trasladó al marcador, que no se movió en todo el encuentro.

Las verdiblancas comenzaron con más brío y generando llegadas sobre la portería sevillista, sin que se tradujera en un peligro cierto, salvo en alguna acción a balón parado. Pero respondió firme la zaga rojiblanca y en particular su portera en algún despeje de mérito.

El Sevilla reaccionó generando llegadas desde fuera hacia dentro, pero la primera mitad careció de un equipo dominador claro del juego.A los siete minutos de hecho llegó el primer aviso sevillista por mediación de Inma y Ana Franco, que no lograron encontrar premio sobre la portería de Thalmann. Antes del descanso Eli del Estal no dio tampoco con la puerta verdivblanca. Mientras que Ángela Sosa era el bastión en el que se apoyaban las verdiblancas a base de faltas y saques de esquina botados con mucha intención y peligro. Respondió la defensa sevillista y la meta Noelia Ramos, por mucho que intentó percutir en remates aéreos el ataque bético. 

Nada más reanudarse el partido tras el paso por los vestuarios, Ángela Sosa tuvo otra clara oportunidad, que salvó de nuevo la meta Noelia Ramos.

Sin embargo, los cambios efectuados por Cristian Toro, técnico sevillista, mejoraron la llegada de las visitantes, más pujantes sobre todo en un tramo final en el que la meta Thalmann realizó varias paradas de mérito. Sobre todo una en el minuto 79. Fue en una falta lateral peinada por Cahynová, pero la portera verdiblanca tuvo reflejos para sacar un balón que se habia envenenado.

Más clara quizá fue la ocasión de Lucía Ramírez en otra jugada de estrategia de las rojiblancas. Se revolvió en el área al caerle un balón suelto y Thalmann estuvo providencial. Aun habría emoción en la ciudad deportiva Luis del Sol, puesto que en el minuto 85 Mari Paz Vilas marcó para las béticas, pero la colegiada señaló fuera de juego a instancias de su auxiliar de banda.

Al final reparto de puntos en un vibrante derbi en el que las dos guardametas tuvieron trabajo para defender el honor impoluto de sus respectivos equipos.