Emery, principal activo

El técnico, por implicación, compromiso y trabajo, se presenta como único pilar de garantía en un nuevo proyecto que requiere la reestructuración total de una plantilla descompensada.

Unai Emery gesticula en la banda del Sánchez-Pizjuán durante el partido con la Real Sociedad.
Unai Emery gesticula en la banda del Sánchez-Pizjuán durante el partido con la Real Sociedad.
Eduardo Florido / Sevilla

20 de mayo 2013 - 05:02

Unai Emery se presenta como el único pilar de garantías para afrontar la completa reestructuración que requerirá el nuevo proyecto del Sevilla. Ante la evidencia de que el equipo tendrá problemas incluso para recuperar el octavo puesto, es hora de afrontar la planificación de un Sevilla sin Europa. Pensar que este mismo equipo que sólo ha ganado un partido fuera de casa, ante el peor Deportivo del curso, pueda salir vencedor de una Pamplona en pie de guerra es una quimera a la que sólo se resistirá el propio Emery. La realidad dicta otra cosa. Con Europa, el Sevilla habría necesitado vender a varios de sus actuales pilares. Sin Europa, esa realidad se acrecienta multiplicada por diez.

Y esta reestructuración debe hacerse desde la columna vertebral de cualquier equipo serio: la zaga y la medular. Pensar que vendiendo a Negredo y Jesús Navas acabarán todos los problemas económicos y deportivos del club y la plantilla es no afrontar la realidad de que este grupo de profesionales sufre un grave desequilibrio contra el que no ha podido todo el denuedo, el ímpetu y la sapiencia profesional de Emery.

Sólo la lejana posibilidad de que el Sevilla concluya octavo y el TAS no le dé la razón al Málaga evitaría que la cúpula rectora del club no afronte no una, sino dos grandes ventas. Por pura lógica, los dos mayores activos del club, Negredo y Jesús Navas, no van a poner objeciones a ser protagonistas de sendos grandes traspasos. Su crecimiento y su caché los impele a buscar nuevos horizontes. Y sobre esos traspasos se debe reconstruir una plantilla que tocó techo ante la Real Sociedad. Una clasificación europea, aun por la puerta de atrás, podría reducir a uno el necesario gran traspaso, Negredo o Jesús Navas, toda vez que hay otros activos de peso como Fazio, Kondogbia y Medel que pueden dejar sustanciales cantidades en la caja. Rakitic, en cambio, por adaptación personal a la ciudad e implicación en el equipo, está llamado a liderar ese nuevo proyecto. Pero se parte de un reconocido desajuste presupuestario de 20 millones de euros, con lo que las salidas pueden llegar en cascada.

El mercado irá dictando quiénes son los elegidos para enjugar ese déficit y acaparar fondos para reestructurar la plantilla, con el eje de la misma como prioridad.

Independientemente de las ventas y de que Rakitic lidere el nuevo proyecto, Monchi debe darle a Emery una plantilla mucho más compensada. Y ahí el foco se vuelve hacia el eje de de la zaga y del centro del campo. El guipuzcoano ha tenido que afrontar una final tras otra con un lateral izquierdo como central, Fernando Navarro, y con un joven como Kondogbia como único acompañante válido para Medel. Y, pese a todo su denuedo táctico y técnico, el Sevilla ha seguido adoleciendo de falta de control de los partidos clave por la impericia del núcleo duro del sistema defensivo. El cúmulo de partidos ha desnudado por agotamiento las carencias del tándem Medel-Kondogbia. No es casualidad que el Sevilla haya cedido en casa ante equipos cuajados como Atlético y Real Sociedad. Y el hecho de que Cala haya tenido que jugar después de estar en el ostracismo durante la primera vuelta ha vuelto a poner el acento en las sempiternas necesidades de la zaga, donde Fazio se ha erigido como el líder de la misma y es uno de los futbolistas que el club debe traspasar, pues cumple contrato.

La reestructuración debe empezar por ahí, desde cero: parchear una plantilla tan descompensada como un gigante con pies de barro, con más nombres que realidades, sería repetir los yerros que la han llevado al declive.

La lesión de Trochowski y la cesión de Spahic acentuaron esas carencias. Pero no son las únicas de una plantilla sin banquillo alguno para aspirar a algo. Al Sevilla le ha faltado fortaleza en el núcleo y ayuda desde la corteza. Sólo Perotti, tras su lesión, se ha asomado al once para echar una mano, dejando en evidencia a Manu del Moral, Stevanovic y Babá. Con o sin el traspaso de Negredo, el ataque del Sevilla necesita de mucho más gol, porque Emery no ha logrado que Reyes y Jesús Navas mejoren sus registros.

Quizá su principal error ha sido fiarse ciegamente de las presumibles bondades de una plantilla mal estructurada. En cambio, ante tales males sí ha ofrecido distintas soluciones tácticas. Eso y su tremenda implicación y fe son sus mejores avales para presentarse como el único pilar de garantía del nuevo proyecto.

stats