Josep Guardiola, técnico del  Barcelona, sueña con contar con Cesc Fábregas la próxima temporada y  en tiempos de obligada austeridad económica antepone el "entusiasmo".  El Barcelona -o, más bien, una pequeña parte de él- regresó este lunes al  trabajo y Guardiola ofreció una extensísima rueda de prensa de  bienvenida en la que no faltaron comentarios a temas tan candentes como Fábregas, Zlatan Ibrahimovic, sus relaciones con los nuevos  mandatarios, el Mundial, Johan Cruyff, los despidos... 

Y, cómo no, hubo tiempo para ocuparse del Real Madrid, su gran  rival: "Como a ceros no les podemos ganar (en referencia a su poder  económico), lo haremos en entusiasmo". Aunque la realidad es que el Barcelona invirtió por el momento más dinero que el Real Madrid: 50 millones de euros (64,7 millones de  dólares) frente a 35 millones de euros (45,3 millones de dólares). 

Pero Guardiola cuenta con que el equipo blanco haga más  movimientos en el mercado: "Llevan dos años sin ganar nada..." 

Ahora el gran objetivo del Barcelona es terminar de completar un  plantel aparentemente debilitado con los últimos movimientos después  de fichar menos jugadores de los que vendió. Así, respecto a la  anterior temporada, Guardiola ya no podrá contar con Touré Yayá,  Thierry Henry ni Dimitro Chygrynskiy. 

Mientras, el central brasileño Henrique tiene siete días para  resolver su futuro. El jugador se encuentra en su país y sus agentes  trabajan para cerrar su cesión de nuevo al Racing de Santander. Por contra, incorporó al brasileño Adriano y a David Villa, máximo  goleador de España en el Mundial gracias a sus cinco tantos. 

"Trabajamos en alguna posición más como el centro del campo. No  me preocupa si hay plantilla corta ya que conozco bien al filial. Yo  trabajo mejor con poca gente que con mucha. Nos falta alguna pieza,  pero no demasiado. Ningún equipo tiene nada cerrado y el mercado se  acaba el 31 de agosto", recalcó Guardiola. 

No es ningún secreto que el Barcelona persigue el fichaje del  internacional español Cesc Fábregas, aunque el Arsenal se negó por el  momento a negociar su venta. "Costará mucho que venga. Entiendo que es un jugador importante  para el Arsenal y que no quiere negociar, aunque nosotros queremos  que venga. No soy ni optimista ni pesimista y entiendo que cueste y  que (Arsene) Wenger (su actual técnico) lo quiera retener a costa de  los equipos de Inglaterra o el Madrid, que también le gustaría",  agregó Guardiola. 

No es una operación sencilla, y más teniendo en cuenta que el  Barcelona ya anunció la pasada semana que tuvo que acudir a un  crédito bancario para pagar los sueldos de los jugadores.  Aunque quizá ayude lo que pueda ingresar el club por jugadores como Zlatan Ibrahimovic o Rafa Márquez, a quienes Guardiola instó a "meditar" sobre su futuro. Sonó a invitación a marcharse.