Granada - sevilla

Llave a los pies de la Alhambra

  • El Sevilla debe enlazar su tercera victoria si quiere engancharse ya al vagón europeo Vitolo, debido a su esguince de tobillo, causará baja hoy y en Santander

Con varios miles de sevillistas como testigos directos, el Sevilla de Unai Emery tratará de encadenar en Granada, a las muy futboleras cinco de la tarde, una tercera victoria que lo termine de aupar a ese vagón de aspirantes a las plazas europeas, una zona noble en la que jamás han morado los de Nervión desde que la Liga alzara el telón a mediados de agosto.

Una valiosa llave, pues, reposa a los pies de la bellísima Alhambra. Está por ver si los sevillistas esgrimen argumentos suficientes para encontrarla, arrebatársela a la correosa tropa de Lucas Alcaraz, asirla y traerla de regreso por la A-92. Esa llave abrirá una puerta que conduce al escenario pretendido, el coherente con el presupuesto que maneja la entidad que preside José María del Nido: la horquilla entre el cuarto y el sexto o séptimo.

De paso, esa llave reportaría definitivamente a Emery esa ansiada serenidad, la que no ha encontrado desde que agarró al equipo para cruzar la segunda vuelta del pasado campeonato. Si hoy gana el Sevilla, sumará un nueve de nueve después de muchísimo tiempo sin paladearlo. Un logro menor, sí, para las expectativas del grupo. Pero mayúsculo para el entrenador de Fuenterrabía: el sevillismo lo mirará con menos recelo. Y él podrá trabajar con más confianza y serenidad.

Esa victoria, además, templaría los ánimos del entorno en un momento muy oportuno, pues se abre el paréntesis copero el próximo fin de semana, con esa cita en Santander, ante el Racing, del próximo viernes 6 a las ocho de la tarde.

Emery es consciente de la situación y su mensaje gira en torno a ese inquietante precedente de hace un año, cuando tras aquel 5-1 al Betis, el Sevilla sumó un solo punto de los 15 siguientes y se metió en un lío. Pareció sacar la cabeza la noche de la Cabalgata ante Osasuna con aquel gol de Spahic, pero volvió a hincar la rodilla en Valencia, en la última jornada de la primera vuelta, y Míchel fue destituido. Si Unai tiene hoy las riendas sevillistas, es por aquella mayúscula crisis tras el derbi. Quizá por ello, enfatiza su advertencia.

Y es que a este Sevilla se le pone cara de mediocre a poco que baje un punto su intensidad colectiva, sea por voluntad o sea porque el fondo físico no le de para más. Así sucedió el pasado jueves, ante el modestísimo Estoril. Como así sucedió en la anterior cita continental, también en casa, ante el Slovan Liberec. En ambos casos volaron dos puntos de Nervión ya al final, para dar la razón a quienes insisten en que la irregularidad anida en la misma genética del equipo.

Para contradecir este aserto, el Sevilla reincidirá en el plan que tan buen resultado le dio en el último desplazamiento, a Cornellà ante el Espanyol (1-3). Es de suponer que M'Bia se recuperará del golpe que sufrió ante los portugueses y que volverá a componer el eje junto con Iborra, para que Rakitic juegue más cerca del área rival.

Al respecto, está por ver si el suizo-croata da los mismos síntomas de desgaste que insinuó ante el Betis y el Estoril. Unai sorprendió al no dar descanso al capitán y mejor jugador el pasado jueves. Y hoy, las miradas convergerán en las maniobras del rubio para comprobar si su chispa sigue siendo la de inicios de temporada o ya está pagando su frenético ritmo de partidos.

Junto a Rakitic, es probable que Emery mantenga al as que le hizo ganar la partida a Mel el pasado domingo, José Antonio Reyes. El utrerano ha reaparecido con hambre de fútbol y compromiso. Y como tiene el duro para cambiarlo, decide. También lo hizo ante el Estoril. Ya hace un par de años, cuajó un buen partido en Los Cármenes, desbrozando el camino de la goleada (0-3) con aquel gran pase a Negredo del primer gol.

En el Granada faltará la pieza más cualificada para trabar el juego entre líneas de Rakitic y Reyes, el chileno Iturra. Alcaraz retrasará a Fran Rico para cubrir esa baja y encomendará a Yebda y a Recio que se dejen el alma para ganar la medular. El Granada se encastillará como lo hicieron las tropas de Boabdil hace más de medio siglo. Pero una preciosa llave aguarda al Sevilla de Emery a los pies de la Alhambra.

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