Joan Verdú Fernández (Barcelona, 5-05-1983) llega al Betis como el recambio de Beñat, aunque no le gusten las comparaciones. Con Laudrup como referente y aprendiendo al lado de Valerón, Verdú se siente más cómodo justo detrás del delantero. Humilde y sencillo, el catalán ya tiene galones en el vestuario.

-¿Ha olvidado ya la polémica con el Espanyol de estos días?

-Ya está todo olvidado y ahora toca centrarme en mi nuevo equipo, entrenarme fuerte y tratar de hacer una buena temporada.

-¿Le ha quedado un poco de regusto amargo?

-No engañaré a nadie, hasta el último momento estuve negociando seguir allí, porque estaba muy cómodo, pero desde el momento en que se cerró esa posibilidad valoré las ofertas que tenía y me decidí por la del Betis.

-¿Qué le llevó a aceptar esta propuesta?

-Lo dije en su día, un poco de todo: el proyecto que tenía, la posibilidad de jugar en Europa, las ganas que pusieron en mi fichaje. Esa confianza que me demostraron es muy importante para un jugador y si lo juntas todo la oferta era muy buena para mí.

-¿Habló con alguien en concreto del club?

-Mi representante es el que se encargaba de llevar ese tema.

-A sus 30 años, ¿se siente en su madurez deportiva?

-Sí, vengo con muchas ganas de hacerlo bien, de devolver la confianza que me mostraron y ganar partidos, que al final es lo que todos queremos.

-¿Qué el club haya apostado por darle un contrato de cuatro años le otorga más responsabilidad?

-La responsabilidad es la misma que tengo por ser jugador del Betis y no otra. Como jugador siempre intento dar lo máximo, intento estar a un buen nivel para luego rendir bien. Lo que queremos es eso, que las cosas salgan bien, el equipo gane y la gente hable bien de uno.

-Ya dijo que le queda fútbol para rato...

-Las lesiones me han respetado hasta ahora, que hay que tener suerte en ese sentido también. Y soy una persona que no es que me cuide más o menos que otras personas, sino que mi profesión es ésta y el ser futbolista requiere mucho descanso, estar a un buen nivel cuando toca entrenar y cuando llega el partido estar al 100%.

-En el Deportivo coincidió con Valerón. ¿Le enseñó los trucos de su longevidad?

-El Flaco ha sido de los mejores que ha habido en España en su posición y mi suerte fue poder convivir con él y aprender de él. Para mí ha sido un referente en el que fijarme, un espejo en el que mirarme y poder rendir como lo ha hecho él.

-¿Su juego sería más parecido al de él que al de Beñat?

-Sí, ellos son distintos. No hay dos jugadores iguales, pero por posición Valerón juega un poco más en la posición que vengo haciéndolo yo últimamente. Pero eso de compararme con alguien no acaba de gustarme mucho.

-En el Dépor le tocó sustituir a Valerón; en el Espanyol, a De la Peña; y en el Betis, a Beñat. ¿Cómo se lleva eso?

-Para bien o para mal, igual que lo he dicho siempre en el Deportivo o en el Espanyol, quiero que se me valore como soy yo. A unos les gustará más y a otros menos, pero siempre intentaré ser yo mismo y seguir defendiendo mis cosas y mis virtudes.

-Aquí llevará también el 10, el número que suelen llevar los buenos.

-Es un dorsal que siempre me ha gustado muchísimo, por suerte casi siempre lo he podido llevar, y también es un orgullo muy grande por lo que significa llevarlo.

-El martes fue la primera prueba de Mel y parece que apostará por tres centrocampistas. ¿Se siente cómodo en ese esquema?

-Fue sólo un primer entrenamiento, en el que nos dio rabia no poder ganar, pero lo importante es que cojamos rápido lo que quiere el entrenador, que estemos a un buen nivel físico y que luego él escoja a los mejores. Ayer jugué un poco por la izquierda, una posición que tampoco es nueva para mí, aunque haya jugado más por detrás del delantero.

-¿Le ha dicho ya lo que espera de usted?

-Poco, ha hablado más en general de lo que quiere. Apretar arriba y recuperar el balón lo más arriba posible, ser verticales con el balón, encarar...

-¿Le beneficia haberse criado en La Masía para adaptarse a cualquier sitio del mediocampo?

-He estado nueve años en el Barcelona y utilizábamos este sistema del 4-3-3 y jugaba en cualquiera de las dos posiciones, tanto por la derecha como por la izquierda. En el Deportivo o en el Espanyol era un poco más 4-2-3-1, donde se veía más clara la posición de mediapunta por jugar detrás del delantero centro. Ya lo sabe todo el mundo, que todo lo que sea jugar me da igual la posición.

-En el Barcelona coincidió con Iniesta, Messi... ¿Se veía ya desde pequeños que iban a ser tan buenos?

-Los dos tenían algo especial, se les veía distintos a los demás, pero de aquí a realmente ser dos de los mejores del mundo y marcar tanto las diferencias como en los últimos años, es difícil de predecir. Sí se les veía que siendo más jóvenes que los demás eran distintos.

-¿Qué referente tuvo en aquellos años?

-En la época que estuve yo en el primer equipo estaba Laudrup, era un jugador que me gustaba mucho, por su estilo, técnico, que jugaba de tres cuartos para arriba. Era un jugador en el que me fijaba.

-¿Qué tiene La Masía que muchos jugadores de allí acaben siendo entrenadores?

-Es un poco parecido aquí, todo lo quiere hacer con balón. El Barcelona lo que tiene es que desde los más pequeños utilizan el mismo sistema, los mismos entrenamientos, los mismos métodos de trabajo... Eso ayuda muchísimo al que funciona y sube al primer equipo, tiene mucho ganado. Eso es muy bueno cuando estás en un filial. A nivel de cuando dejas el fútbol, te inculcan eso, el querer el balón, el buen trato, buscar jugadores trabajados, cuidan la persona...

-Al Betis lo llamaron el Barcelona de Segunda en el primer año de Mel...

-Me he dado cuenta, desde el primer día se trabaja mucho con balón, muy parecido a lo que tenía allí. Mel tiene ese estilo. Se hace físico, pero siempre con la pelota de por medio. Al fin y al cabo es lo mejor, porque tienes la referencia del juego, son 90 minutos y hay un balón por el medio. Todo eso ayuda y es la idea con la que me siento más identificado, todo lo que sea con balón me hace sentir más cómodo y el equipo lo comparte también.

-¿Es beneficioso que sea el cuarto año del entrenador, aunque haya cambio de jugadores?

-Es muy importante para un club tan grande como éste tener un entrenador con una continuidad, con una confianza para hacer su trabajo, para desarrollar sus ideas y le ha ido muy bien. Hicieron una grandísima temporada y la misión ahora es repetir el mismo nivel.

-¿Desde fuera también existía esa sensación de que el Betis es un club en crecimiento?

-La sensación es buenísima. La temporada del Betis, y no sólo en Barcelona, ha sido de alabar. Ahora es complicado porque hay que mantener el mismo nivel, tenemos mucha confianza depositada tanto en la Copa como en Europa y habrá que estar en las tres competiciones al máximo. Necesitamos trabajar a un buen nivel ahora.

-El equipo ha dado un paso más en cada temporada. ¿Qué sería ese salto hacia delante en esta temporada?

Es complicado porque acabo de llegar. Intentaría llegar lo más lejos posible en las tres, sin descartar nada. Quizá en la Liga es donde tenemos que poner más énfasis por lo que nos jugamos todo, pero el premio que se consiguió el año pasado hay que pelearlo hasta el final. Luego en la Copa se dice que es la competición más fácil para llegar a una final. Habrá que lucharlo todo para intentar hacer algo bonito.

-En la Liga se empieza con el Real Madrid...

-Ningún miedo, al contrario. Es una ilusión muy grande, pero también una responsabilidad porque sabemos que es un partido muy complicado. Ellos, por presupuesto, junto con el Barcelona, tienen que estar arriba sí o sí, pero no hay que descartar nada, al contrario, todo el mundo quiere jugar, todos quieren ganar, todos sabemos que la repercusión es muy grande, y si llegamos a un buen nivel, hay que competir y luego ya se verá quién es el mejor.

-¿Puede ser positivo medirse a ellos pronto?

-No lo sé, es complicado. Por ejemplo, con el Espanyol fuimos a mitad de temporada y empatamos. No se sabe realmente cuándo es el mejor momento. Es el que toca y lo importante somos nosotros, que lleguemos a un buen nivel y que nos creamos que podemos competir y ganar. Si es así, le podemos ganar a cualquiera.

-Usted viene de ser capitán del Espanyol, ¿cómo ha encajado en un vestuario con muchos jugadores jóvenes?

-Hay una mezcla muy buena de gente con hambre y gente con muchos partidos en Primera y creo que eso es muy bueno para cualquier equipo. La ambición de los que suben con los que ya están, si lo juntas todo es positivo. La suerte que tenemos los nuevos es que el grupo está muy unidos, que es muy fuerte y en seguida, yo por lo menos, llevo pocos días pero me siento uno más. Eso es muy bueno para un jugador nuevo. Es de alabar que la gente que estaba ya aquí te ayude en el día a día.

-¿A usted no le tocó cantar ante sus compañeros?

-Eso es típico de todos lados, unas palabras de bienvenida, pero no hay más problemas. Dentro del grupo hay gente muy maja, no los conocía de tú a tú pero sí de enfrentarme a ellos muchas veces. Ya lo dije en la cena, que muchas gracias en ese sentido. No sólo por mí, sino que todos los nuevos nos hemos integrado bien y falta en el día a día conocernos mejor, conocer los gustos de cada uno dentro y fuera del campo. Tenemos tiempo por delante para llegar al primer partido de Liga con el grupo bien hecho y fuerte; eso es lo que nos va a dar muchos éxitos.

-¿Le ha sorprendido algún compañero que no conociera tanto?

-Más o menos los conocía a todos, hay una buena mezcla, tenemos jugadores para jugar realmente a lo que el míster quiere, que es tener el balón, que llevemos el ritmo del partido y creo que va a encajar.

-¿Está siendo el Betis como esperaba?

-Creo que hay mucha ilusión puesta en este proyecto, tenemos un reto muy bonito por delante por hacer, ilusionante para todos nosotros, también para la afición. Desde el primer día me di cuenta de eso y lo que dijo el presidente es verdad, que en el club están para ayudarnos en lo que sea, y eso es muy importante para un jugador.

-Le une una buena relación con Sergio García y a él le tocó vivir una etapa muy diferente en el Betis. ¿Qué le dijo cuando le habló del Betis?

-Son tiempos distintos, ahora venimos del año pasado en que el equipo lo hizo muy bien y engancharnos a ese camino es lo que todos queremos. Cuando las cosas van mal a nivel social nada ayuda, pero cuando van bien, todo lo demás suele ir bien.