Cuando Negredo tira del carro...

Es la referencia y el jugador que debe marcar el camino. De hecho, ya ha asumido ese papel en los dos partidos que el Sevilla ha jugado fuera de casa consecutivamente y en los que ha logrado dos victorias, ambas por 0-3, que han servido de bálsamo revitalizador para un equipo que empezaba a verse fuera de cualquier pelea por Europa en el tramo final de Liga.

Hoy por hoy, Álvaro Negredo es clave en este equipo y no haber podido ofrecer el rendimiento de la pasada temporada, en la que superó la veintena de goles y su mejor marca en la Liga, ha lastrado la campaña del Sevilla. El vallecano ha pasado por dos lesiones musculares que le apartaron de la competición un mes y pico en cada ocasión. Una en la primera vuelta, cuando forzó por jugar en el Vicente Calderón, y otra en la segunda, de la que casi acaba de salir y que ha demostrado que está totalmente olvidadada.

Es, además, un hombre al que le cuesta coger la forma en su plenitud y esos parones han afectado a su fútbol y, por ende, al del equipo.

Con Negredo más cerca de su mejor nivel, el Sevilla respira y la afición se ilusiona. El delantero centro es el hombre que marca los tiempos de muchas cosas en el equipo de Míchel, no sólo el que le pone firma a los goles. Determina los tiempos de la presión a la defensa contraria, acude a los espacios, mantiene el balón para que sus compañeros tengan tiempo de llegar a posiciones de ataque y va cogiendo confianza para hacer esas arrancadas de potencia en carrera que también generan ocasiones a favor del Sevilla. Sus movimientos, y también su calidad, proporcionan muchas opciones a sus compañeros, como la posibilidad de aparecer por terrenos distintos para sorprender, y goles que están levantando al equipo de la zona baja de la clasificación en la que se encontraba. El más beneficiado en los últimos partidos en este aspecto es un Manu del Moral que está cogiéndole la onda a jugar por detrás del punta y aparecer cerca del área aprovechando su zancada y su gran disparo en seco.

Míchel se ha amparado en su fútbol ahora que parece haber alcanzado la velocidad de crucero. Aunque está reencontrándose con el gol, aún está lejos de sus números habituales, pero nadie duda de que está siendo decisivo en los últimos partidos. Sin ir más lejos, en Granada fue autor del gol que abrió el camino del triunfo, fabricó el tanto de Manu con un desmarque y una genial asistencia hacia atrás y lanzó otro remate al palo.

El mejor Negredo ha vuelto y la maquinaria del Sevilla se pone en funcionamiento siguiendo la estela de su fútbol. También porque la Eurocopa está ahí y el vallecano aprieta.