Quizá la situación del Friburgo, cuyo inicio de campaña no responde a la energía que tuvo para sorprender en la Bundesliga y clasificarse para Europa, le ponga un poco de sordina al triunfo de ayer del Sevilla. Pero no debería obviarse que Unai Emery, poco a poco, le está dando lo que quiere a su equipo, ya sea con Rakitic de medio centro, como ayer, o como mediapunta. El técnico guipuzcoano le ha dado pleno poder al capitán del equipo y éste responde mandando con el balón. El Sevilla superó al Friburgo en todas las fases del juego y supo madurar el partido para romperlo por dentro. Lo hizo con Rakitic, pero también gracias a la constante movilidad de sus mediapuntas, a los desmarques, al trabajo de Trochowski y la capacidad del equipo saltar líneas con balones largos. Atrás, Iborra dio el esperado equilibrio y Javi Varas apenas pasó apuros. Mejor así.

Defensa

El Friburgo, ordenadito pero con muy poco desborde, salió poco de su redil. Cuando lo hizo, Iborra dio las coberturas adecuadas pese a que Rakitic adelantaba mucho su posición para presionar y dejaba espacios a su espalda. El Sevilla mejoró en la recuperación del balón en posiciones adelantadas y ahí también tuvo que ver bastante Trochowski y su labor de hostigamiento. Y la zaga tuvo el nervio suficiente para ir de verdad en las escasas ocasiones en que la medular fue desbordada. Cala está cada vez más asentado y se siente seguro para dar el paso adelante y anticiparse al rival y Pareja ofrece sosiego ante situaciones de cierta alarma. Y los laterales solventaron también algún que otro impulso aislado de los teutones. Figueiras, por ejemplo, estuvo atentísimo para enmendar el único error de Alberto Moreno en el minuto 85, todavía con el incierto 1-0 en el marcador.

Ataque

El Sevilla no tuvo prisa en la primera parte con el balón, pero tampoco se durmió. Lo arriesgó lo justo e intentó combinar por dentro buscando la conexión entre Rakitic y Trochowski. Cuando no surtió efecto, desde atrás los defensas buscaron los desmarques de los extremos, que incluso cambiaron sus posiciones para intentar abrir a la zaga alemana. Además, Alberto Moreno irrumpió por sorpresa por la izquierda y comenzó a hacer dudar a los alemanes. La falta de precisión evitó algún gol ya antes del descanso.

Pero tuvo que ser Rakitic el que diera el pasito adelante y rompiera por dentro con un excelente balón a Bacca que derivó en penalti. No fue una jugada aislada, pues el colombiano y Figueiras ya habían amagado con romper por la derecha a un Friburgo cada vez más impotente. Tras la jugada clave del penalti y la expulsión de Diagne, el Sevilla siguió irrumpiendo con fuerza, tanto por fuera como por dentro. Marin, Bacca, Jairo... Las ocasiones se sucedieron y el 2-0 llegó algo tarde, pero al menos reflejó algo de la realidad del partido.

Virtudes

La confianza para tirar de paciencia y madurar el partido.

Talón de Aquiles

Cierta precipitación en los metros finales impidió la goleada.

Uno por uno

Javi Varas Tranquilidad en algún balón atrás arriesgado.

Figueiras Empieza a dejar detalles de su calidad cuando atraviesa la medular. Clave en el minuto 85 tapando a Hanke.

Cala El punto justo de garra, anticipación y valentía para dar el paso adelante.

Pareja Da serenidad al resto de la zaga y sabe rectificar con templanza cuando se equivoca.

Alberto Moreno Sigue creciendo. Rompió en ataque y mostró bravura en defensa. 

Iborra Quizás crispe su exceso de tranquilidad, pero serena y ayuda con sus coberturas. 

Trochowski Movilidad y hostigamiento, además de rupturas y pases al área.

Rakitic Fue clave para abrir al rival por dentro. Mandó en el partido y lo decantó.

Jairo Sufrió jugando de espaldas y rompió al espacio.

Perotti Personalidad ante los murmullos, y al tirar el penalti.

Carlos Bacca El gol fue un premio a su constancia.

Marin Más generoso.

Rabello Dinámico.

Cristóforo Testimonial.