De Turín a Elche, 5 meses

"El delantero francés Kevin Gameiro sufre una distensión de la región distal del ligamento lateral interno de la rodilla derecha que le impedirá trabajar con normalidad durante la primera parte de la temporada", rezaba un parte médico ofrecido por el club el pasado verano. Concretamente, era el 17 de julio, la plantilla había vuelto a los entrenamientos después de las vacaciones y el delantero galo se veía relegado a trabajar al margen de sus compañeros. No obstante, el asunto venía de atrás. Gameiro sufrió una lesión en dicha rodilla en el tramo final de la temporada anterior y seguía sufriendo molestias en la vuelta al trabajo. Ayer por fin acabó su calvario y entró por primera vez en una convocatoria cinco meses después.

De hecho, la final de la Europa League en Turín fue el último partido de competición disputado por el ex delantero del Lorient y el PSG. Contaban los que están cerca del equipo que incluso Gameiro lanzó con dolor el penalti que supuso que el título viajara a Sevilla en la tanda tras la prórroga y que no pudo ensayar los dias previos los lanzamientos. El goleador sufrió la lesión cinco días antes de la final y, entre algodones, llegó a la misma como suplente, pero disputó los últimos 15 minutos de la prórroga.

Pasado el verano, las consecuencias de aquella arriesgada decisión se dejaron notar. El futbolista seguía con molestias y las primeras medidas no dieron los frutos esperados. Gameiro visitó a los doctores Madrigal y Cugat, siendo este último el que, tras una exploración en Barcelona, en agosto, determinó "una ligera inestabilidad en la parte posterior de la rodilla, afectada ya en el ligamento lateral interno". Se optó siempre por un tratamiento conservador basado en el fortalecimiento muscular, pero se cifraba un nuevo periodo de baja, un mes y medio a contar desde el 20 de agosto. Este periodo, más o menos, se ha cumplido y el francés, tras trabajar las dos últimas semanas a buen ritmo, se llevó ayer la alegría de volver a sentirse futbolista entrando en una convocatoria.

Clave en los éxitos de la pasada campaña, en la que libró un pulso goleador con Bacca del que salió beneficiado el Sevilla, Gameiro puede considerarse el fichaje estrella del pasado verano en la plantilla de Unai Emery a cambio de unos 10 millones de euros. Anotó un total de 21 goles en su primera campaña como sevillista, 15 en la Liga y 6 en la Europa League, en la que transformó además dos lanzamientos clave en las tandas de penaltis: ante el Betis, que sirvió para que el Sevilla entrara en cuartos de final, y en la final de la final ante el Benfica en Turín.