Granada - Sevilla · el otro partido

Un año y siete meses después

  • El Sevilla encadena su tercera victoria consecutiva en la Liga y lo hace con otro triunfo a domicilio. Emery se atreve y acierta con sus decisiones.

Llegó el tercer triunfo consecutivo del Sevilla en esta Liga. Cuando en el anterior desplazamiento el cuadro nervionense soñaba con su primera victoria a domicilio tras más de un año sin conseguirlo, ahora suma dos consecutivas con el derbi entre ambos logros. Y el último recuerdo parecido es lejano. Se remonta al mes de abril 2012, cuando un triunfo en casa ante el Mallorca bajo los mandos de Míchel posibilitaba que el equipo se enganchara a la lucha por Europa. Dos años y cuatro meses habían transcurrido entonces desde la anterior ocasión en la que se habían logrado tres victorias seguidas. Un año y siete meses es lo que esperó ahora para vivir lo que ayer se gestionó con sufrimiento.

Pero hubo muchos caminos para optar a ello. Con un debate generalizado acerca del mejor posicionamiento de Rakitic sobre el césped, Emery tuvo que tomar decisiones y optó por el atrevimiento en el instante en que supo que quería alcanzar ese tercer triunfo que diera alas al equipo en la Liga. Y retrasó a Rakitic. Eliminó un medio centro defensivo, colocó a un segundo delantero en el campo cuando el equipo local también pretendía llevarse el premio de los puntos.

Y la sonrisa de Emery fue más amplia que nunca cuando encontró lo que buscó. Bastó una jugada con las dos piezas que él quiso unir cuando las circunstancias quizás lo consideraban inoportuno. El delantero más grande peinó un balón de cabeza para que el más rápido ganara la carrera y acertara con su disparo. La asociación de ambos llega en el momento más necesario de lo que va de campeonato. Antes, las cifras sonreían a ambos sin unirse a modo de alianza.

Hasta el momento, Bacca y Gameiro suman 19 goles, 11 del primero y ocho del segundo en dos competiciones. Eso sí, en ninguno de los encuentros habían anotado los dos. Emery los había colocado por separado como puntas únicos y también juntos formando un tándem arriba. Pero ocurrió este domingo, cuando el Granada había adelantado líneas para buscar el segundo, cuando los extremos habían desaparecido para resguardar más las bandas.

Tras 22 salidas seguidas sin ganar, el Sevilla suma dos consecutivas llevándose los puntos fuera de su feudo. Cuando más se demandaba la regularidad, Emery encontró la fórmula para apretar el acelerador y agarrarse a una zona alta que no suele esperar más tiempo de la cuenta.

El minuto 81 marcó el duelo. Cuando Emery eligió a Gameiro y sospechó que apostar por dos delanteros era la elección correcta, el Sevilla guió su camino hacia una victoria que no toca posiciones europeas pero que lo acerca a un sitio del que debió asentarse a inicios de campaña.

Los números no engañan. Tres triunfos encadenados cambian tu destino en la clasificación y confirman lo que Emery pretendió concienciar desde el inicio. Con tantas novedades en su plantilla, la mejoría con el paso de las jornadas debía ser la premisa principal en la que apoyarse. En el balance de las cinco últimas jornadas ligueras, el Sevilla es el sexto con mejor bagaje. Ya acaricia su sitio en una pelea por Europa más cercana pese a que quizás no estaba tan lejana.

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