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Un as de la quinta de Sergio Ramos

Israel Sánchez. Laureado escolta del ONCE-Andalucía de baloncesto en silla

Un as de la quinta de Sergio Ramos
Miguel Lasida

15 de junio 2009 - 05:02

Los hay que creen que parte de la irregularidad del ONCE-Andalucía en la presente temporada se ha debido a la ausencia de Israel Sánchez, uno de los puntales del equipo sevillano de baloncesto en silla. "No se puede ser campeón todos los años. Este año nos ha ganado la Liga el Fundosa, nuestro eterno rival. Pero los otros equipos se refuerzan mejor cada temporada: Valladolid, Badajoz, Canarias... Ahora es más difícil ganar", declara Israel, que añade no sin cierta retranca: "Además, faltaba yo".

Ha sido un año casi en blanco para Israel. Una lesión lo ha mantenido alejado del parqué de la competición. Sólo le dio para disputar unos pocos minutos en los últimos encuentros del año, que tomó para no perder el ritmo. "Después de la intervención quirúrgica noté que se me hinchaban las piernas. Se había infectado la herida. Me he ido recuperando y al final hasta he podido disputar algunos partidos en Europa".

Aún recuerda Israel los momentos previos a la cúspide en la que se encuentra ahora. Tras el accidente que le dejó las piernas inmovilizadas, comenzó a practicar la natación. Después llegaría el baloncesto. "Mi amigo Willy jugaba en el ONCE. Yo iba a verlos entrenar en el Pabellón Amate. Fue el técnico Antonio Palomo quien se fijó en mí. Quiso que jugara. Pero si tengo que mencionar entrenadores que me han ayudado en mi carrera, no puedo olvidarme de Abraham Carrión, otra persona muy importante en mi vida", aclara Israel.

Siempre fue un deportista nato. Israel lleva la competición en la sangre, algo patente con sólo hablar con él unos segundos. "Cuando ocurrió el accidente, acababa de hacer las pruebas con el Sevilla Fútbol Club. Era alevín. En aquellos alevines jugaba Sergio Ramos, así que se puede decir que soy de la quinta de Sergio Ramos. Siempre he sido deportista. Me han dicho que pruebe con el tenis o con el atletismo. Pero lo que a mí me llena ahora es el baloncesto".

Israel es vendedor de la ONCE cuando no es deportista de élite. La crisis no ha afectado al sector. A tenor de las palabras de Israel, todo apunta a que en la ONCE hay una crisis duradera. "Llevo cinco años trabajando para la ONCE y aún no soy fijo. De ese modo, sólo tengo un año y medio cotizado. Quiero buscar mi futuro. En invierno estoy parado y en verano me tienen los cinco meses trabajando. Tampoco pido mucho, sólo tener una nómina como cualquier persona".

Más allá de sus obligaciones laborales, pues no sólo de pan vive el hombre, Israel aspira a seguir creciendo en el básket. Algunos apuntan a que será el mejor fichaje de la temporada que viene para el ONCE. "En el equipo son todos buenos. Tenemos un equipazo, aunque no hayamos ganado este año. En estos momentos me planteo irme fuera de Sevilla. He tenido ofertas y quizá salga fuera un año. ¿Dónde? No sé, a mí me gusta mucho la playa. Si hay un un equipo de una ciudad con playa que me ofrezca algo en condiciones, me voy".

Si no es un crack, como algunos lo consideran, sí es cierto que Israel tiene algo de talismán. Con él, el ONCE siempre ganó un título. "Siempre llevo el número 13. En todos los equipos en los que estuve. No soy supersticioso, pero sí tengo mis rituales. Llevo un pequeño tatuaje detrás de la oreja, que la adorno con zarcillos y piercings". Y asegura no vestirse en ferreterías.

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