Un plan a fuego lento

Coosur Real Betis

La dirección deportiva busca dar pasos seguros en cuanto a la confección de la plantilla aunque ello conlleve invertir más tiempo en los fichajes

Albert Oliver, durante las ventanas con la selección.
Albert Oliver, durante las ventanas con la selección. / FEB
Víctor Navarro

12 de julio 2019 - 12:53

Sin prisa, pero también sin pausa. La planificación deportiva del Coosur Real Betis avanza a pasos lentos, pero lo más seguros posibles. Mientras que el resto de competidores anda sumido en una vorágine de incorporaciones, con la llegada del mercado de tanteo como uno de sus puntos álgidos, en el club intentan de mantener la calma para poner en manos de Curro Segura la plantilla más competitiva posible de cara a la próxima temporada. "Aún es pronto en el mercado", reconocía el técnico granadino, quien trataba de transmitir la calma que le llega desde la dirección deportiva ante los medios de comunicación en su última comparecencia pública. "Hay que tener paciencia para encontrar buenos nombres", apuntillaba en una evidente llamada a la paciencia del aficionado.

Hasta el momento, de hecho, sólo son dos las incorporaciones realizadas por el club bético de cara al próximo curso, A. J. Slaughter y Albert Oliver, que se unen a Pablo Almazán, Tobias Borg y Rinald Malmanis, los tres que continúan de la plantilla que arrolló en la LEB Oro. Un total de cinco jugadores, menos de la mitad de la plantilla definitiva.

El marco actual, además, es totalmente opuesto al del pasado curso. Tras el descenso, el Betis era uno de esos destinos que jugadores y agentes entendían como un plaza que lucharía por los puestos altos de la clasificación casi con total seguridad, ya no sólo por nombre, también por músculo económico en comparación a los demás competidores. Un papel diferente se vive en las oficinas ahora. Este verano las tornas han cambiado y la dirección deportiva ha visto cómo ofertas, a priori bastante interesantes a nivel económico, eran rechazadas por los jugadores, pendientes de movimientos de alguno de los once clubes que disputarán la próxima campaña competición europea.

Pese a todo, saben en San Pablo que las prisas no son buenas compañeras y confían en continuar dando pasos hacia delante en cuanto a la conformación de la plantilla en los próximos días. Es el tema de los cupos de formación una de las mayores preocupaciones ahora, algo que quedará finiquitado en el momento en el que Nacho Martín, que tiene una oferta sobre la mesa para la próxima temporada para continuar su carrera en Sevilla una vez que salió del Tecnyconta Zaragoza, o Niang, que debe finiquitar su vinculación contractual antes con el Iberostar Tenerife, o los dos, confirmen su llegada a la entidad bética.

Una vez ese capítulo quede cerrado, será el momento de completar el puzle del roster. Una tarea para la que ya han puesto algunas líneas maestras sobre las que trabajar. Por ejemplo, la idea que maneja la dirección deportiva en estos momentos es la de encontrar un base americano que comparta minutos con Albert Oliver en la dirección del juego. La otra plaza de extracomunitario será un comodín que se gastará en función del mercado.

La ACB, contra las 'wild card' europeas

La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) emitió un comunicado en el que manifiesta "su firme rechazo al modelo aprobado unilateralmente por la Euroliga", por el que sustituye la clasificación a través de las ligas nacionales por invitaciones o wild cards.

La ACB destaca "la necesidad de mantener un ecosistema deportivo en el que las ligas nacionales clasifiquen para las principales competiciones europeas, como ha sucedido a lo largo de toda la historia del baloncesto europeo y ocurre en los torneos deportivos más relevantes en el continente". Y también se opone a "la arbitrariedad del nuevo sistema de acceso, que reemplaza la habitual clasificación por ligas nacionales con la decisión de entregar cinco wild cards, tres de ellas anuales".

Todo este revuelo viene provocado después de la última decisión de la propia Euroliga. La competición continental, cerrada, acordó en Múnich un cambio en el sistema de acceso de nuevos equipos al máximo torneo continental que se organiza por equipos. Unos cambios de los que se venía hablando algunos años atrás entre bastidores y que la propia Euroliga ha dado a conocer y que comenzarán a aplicarse a partir de la próxima temporada, es decir, de la campaña 2020-21.

De esta forma, y después de esta renovada forma de competición, continúan teniendo plaza asegurada los once clubes con Licencia A –Real Madrid, Barcelona, Baskonia, Armani Milan, Anadolu Efes, Fenerbahce, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA, Maccabi y Zalgiris–, a los que se unirán, por primera vez, el campeón y subcampeón de la Eurocup, la segunda competición continental, y se incorporan el ASVEL Villeurbanne francés y el Bayern Múnich alemán, que vencieron en sus respectivas competiciones locales.

Hasta ahora tenían plaza asegurada los campeones de las ligas de Rusia, Italia, Alemania y España (Liga Endesa), pero desde la campaña que viene esas plazas se sustituyen por wild cards o invitaciones.

Con este movimiento, la Euroliga se convierte todavía más en una competición cerrada, en la que sólo los equipos con Licencia A tendrán segura su participación.

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