Deportes

399 días después, volvió Mel

  • Los más de 1.500 béticos que se dieron cita en Santo Domingo corearon al técnico verdiblanco Pocas mejoras en el juego tras siete días de trabajo

Se sabía el centro de todas las miradas, en el foco de las cámaras. Las cuatro victorias en Liga que el Betis cosechó con Merino como técnico interino todavía resuenan en la afición. Pero Pepe Mel, que sabía de la dificultad del reto, no dudó en aceptar ponerse al frente de la nave verdiblanca por segunda vez.

Y en Alcorcón reapareció el Betis de Pepe Mel. Su Betis. 399 días después de aquel 1 de diciembre de 2013 en el cual los verdiblancos empataron 2-2 frente al Rayo Vallecano en el Benito Villamarín y que, a la postre, le acabaría costando el puesto. El madrileño reaparecía con el Betis en Santo Domingo, un estadio en el que en la única visita verdiblanca hasta el momento -también con el madrileño en el banquillo- se saldó igualmente con empate (0-0), y lo hacía con una camisa azul clara y una corbata oscura, con camisetas de Gordillo estampadas en la misma.

La afición lo echaba de menos y lo demostró desde el primer momento. Cuando el entrenador saltó al césped, los más de 1.500 béticos que acompañaban al equipo en Santo Domingo coreaban su nombre. Había ganas de que el entrenador que protagonizó el último ascenso tomara las riendas del equipo de nuevo y la afición le mostró su apoyo incondicional desde los primeros compases del partido.

Pese a esas ansias y ese afán, poco se pudo ver del renovado libro que Mel comenzó a escribir en este Betis en esta segunda etapa. Apenas una semana de trabajo ha tenido el madrileño para inculcar al plantel su concepto del juego, ese que rompió con el tópico hace tres años de que en Segunda División no se puede jugar un buen fútbol, insuficiente para que el equipo los asuma como propios.

En el choque se lo vio metido, como si nunca hubiera abandonado el barco y los gestos que hacía desde la banda recordaban a los mismos que el madrileño repetía hace poco más de un año. Aplaudiendo a los suyos cuando no conseguían hilvanar tres pases seguidos o explicando los conceptos que quería que los futbolistas pusieran en práctica.

Por tanto, poco se puede decir del partido, un choque donde el Betis mantuvo la línea que tuvo con Merino y con la que se cosecharon las cuatro victorias de diciembre. Muy aseado en la zona de atrás, adoptando la solvencia que faltó a principio de temporada, intentando pasar el menor de los problemas; y apostando a la velocidad y la pegada de los de arriba, que esta vez apenas tuvieron ocasiones para poner a los suyos por delante en el marcador.

La afición, deseosa de que regrese el Betis de Mel de hace tres temporadas, otorgará el tiempo apropiado para que el madrileño adoctrine a los suyos y recupere esa alegría que demostraba por los campos de la Segunda División -y en algunos de Primera, como frente al Getafe en la Copa del Rey-, sabedor de lo que el madrileño es capaz de hacer. Ya despertó muchísimas alabanzas y piropos por el descaro y el buen juego que el Betis desplegó durante la primera etapa del madrileño al frente de la nave. 399 días y cuatro entrenadores después, Mel regresó al banquillo que nunca debió abandonar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios