Con el ejemplo de Preciado
El técnico del Sporting ya sufrió una racha de once partidos sin ganar y logró la permanencia · Bosch y Stosic acudieron al entrenamiento y Guillén dialogó con Mel para apoyarlo.
No es habitual en el fútbol, por más que en esta temporada no se produzcan despidos, que un entrenador aguante sin casi cuestionamiento alguno una racha de ocho encuentros sin ganar. Pepe Mel, que cuenta con el apoyo de vestuario y afición, ya asume que su puesto está en juego ante la Real Sociedad, aunque se agarra a las cuestiones futbolísticas para lograr revertir la situación. Ayer, el técnico dialogó con el presidente, Miguel Guillén, que le transmitió su apoyo, mientras que el director deportivo, Vlada Stosic, y el consejero José Antonio Bosch acudieron al entrenamiento para pulsar el ambiente del equipo y también ponerse a disposición de cualquier deseo del entrenador. "El consejo no está buscando alternativas porque no sería coherente con el discurso de confianza hacia Mel. Estamos a su disposición para lo que necesite y todos queremos que gane el domingo y sea un punto de inflexión", señaló ayer el presidente.
Un precedente anterior le sirve a Mel para confiar en reponerse de esta situación. Y es que Manolo Preciado en el Sporting ha vivido en el filo de la navaja en varias ocasiones y continúa con el equipo gijonés en Primera. El entrenador cántabro, que esta temporada también solventó un inicio complicado, tuvo pie y medio fuera del Sporting la pasada temporada, cuando incluso durante el parón navideño se aseguró su destitución y se habló de sustitutos como Luis Enrique o Marcelino, que rechazaron esa posibilidad y permitieron su continuidad. El Sporting de Preciado acumuló once encuentros sin conocer la victoria, con cinco empates durante esa mala racha, lo que lo acabó colocando en la zona de descenso. El equipo asturiano venció al Sevilla en la jornada séptima por 2-0 y a partir de ese momento acumuló esa racha que casi le cuesta el puesto a Preciado, con casi tres meses sin ganar.
"Hay futbolistas que están notando la presión. Hay que tratar de que recuperen el sosiego y la calma y vuelvan a jugar con el nivel que tienen. No es una situación melodramática. Llueve sobre mojado. Es demasiada producción para poco premio y no acabamos de ganar. Ahora tenemos un partido de mucha paciencia y orden y en el que no hay que apresurarse ni agobiarse", llegó a comentar Preciado durante aquellas jornadas en las que se jugaba el puesto y que bien podría repetir Mel como mensaje.
Pese a todo, el entrenador verdiblanco asume que su posición no es fácil. "Las palabras de Guillén no me vienen ni bien ni mal, no me ayudan ni me perjudican. Sólo son palabras, pero los que me ayudan son los jugadores. Es obvio que confían en mí hasta el domingo. No siento ultimátum, ni el del año anterior ni el del pasado. Agradezco al consejo, con Gordillo a la cabeza, la serenidad y el temple para confiar el grupo la pasada temporada, en una situación más o menos como la de ahora. Si mantienen la confianza, el Betis estará en Primera en junio", señaló el técnico en Punto Radio, donde también asumió la situación del equipo: "El máximo responsable soy yo. De 24 puntos sólo hemos conseguido uno, son números y las palabras sobran. Es una situación difícil para mí, pero confío en mi trabajo y en el de los jugadores. Guillén no mete los goles y no sale a jugar y el máximo responsable soy yo. El entrenador siempre está solo, aunque dentro del club la gente está conmigo".
Incluso Mel realizó un balance de su estancia en el Betis. "El club me dio la confianza por tres años, después de que yo hiciera un gesto también. El primer objetivo que me pidieron se consiguió con el ascenso; el siguiente era sacar gente de abajo y ahí está la lista que tenemos; y el tercero es quedarnos en Primera, algo imprescindible para el club, y eso se consigue en junio y no en noviembre. Sería frustrante salir por la puerta de atrás", comentó el técnico bético, quien no quiso valorar las posibles incorporaciones en enero: "Primero tenemos la Real, luego Osasuna, posteriormente el Valencia y cuando termine el Atlético viene el mercado invernal. Si me la juego ante la Real... Nunca me ha dado rendimiento fichar ahora, pero si tenemos la capacidad y la posibilidad de firmar un futbolista que mejore, se haría. Lo que no vamos a ir es por un jugador desconocido".
En el club se ha cerrado filas en torno a Mel. Guillén y Gordillo se han manifestado públicamente a favor de la continuidad de Mel, aunque el encuentro ante la Real será el termómetro que determine qué pasará con el técnico, mientras que Bosch y Stosic valoraron ayer las distintas posibilidades, aunque el deseo es que el técnico continúe. El ejemplo de Preciado, tan similar al actual, invita a un precedente optimista.
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