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El freno de la incertidumbre

  • La indeterminada clasificación del Sevilla impide que la planificación dé pasos firmes en unos meses clave. Fazio y Negredo, los mejor situados para traspasos cuantiosos.

Los nervios con que se expresó Monchi al final del partido ante el Atlético, estallando de indignación por el enésimo perjuicio arbitral, están más que justificados. No debe ser una tarea sencilla para una dirección deportiva que necesita una amplia remodelación de la plantilla acometer esta ingente labor sin saber a ciencia cierta en qué puesto terminará su equipo. La clasificación final del Sevilla determinará en gran medida los pasos a dar por la secretaría técnica, tanto en las entradas como en las salidas. Evidentemente, no es lo mismo construir una plantilla para competir en Europa que para volver a conformarse con la Liga y la Copa, aunque la Liga Europa no deja grandes dividendos en las arcas.

La derrota ante el Atlético ha colmado de incertidumbre la planificación, que se ve frenada en unos meses clave para ir poniendo los cimientos de la próxima plantilla. La única certidumbre a la que se puede agarrar Monchi es que Unai Emery seguirá al frente. Pese a que Europa está cada vez más difícil, el técnico guipuzcoano sigue refrendando la apuesta del club por él. El equipo continúa dando muestras de vida y crecimiento pese a haber perdido un puesto más en la clasificación. Pero esas mismas sensaciones son las que impelen al club a no tirar la toalla y a agarrarse a los clavos ardiendo del séptimo o incluso el octavo puestos, al que habilitaría la ratificación por parte del TAS de la descalificación para competiciones europeas del Málaga, algo que no será definitivo hasta junio, aproximadamente. Y esto también es un factor negativo a la hora de dar pasos firmes en la planificación.

A partir de ahora, el Sevilla jugará un match ball cada fin de semana. El primero es el domingo ante el Valladolid. Una derrota alejaría ya casi definitivamente el objetivo, entre otras cosas porque lo adelantaría en la tabla el equipo de Miroslav Djukic, como ya ha hecho el Espanyol.

Pero mientras se resuelve o no ese match ball, que se prorrogaría una semana más si el equipo de Emery vence en el José Zorrilla, Monchi debe medir con pies de plomo cada paso que dé, en una etapa en la que suele estar bastante avanzado su trabajo de programación, fichajes, cesiones, regreso de cesiones y traspasos.

Dos años sin Europa han llenado de telarañas las arcas del club y José María del Nido ya ha advertido por activa y por pasiva que el Sevilla está obligado a realizar uno o varios traspasos para enjugar el desfase de 20 millones de euros en el presupuesto. El futbolista que, por su situación contractual y personal, está mejor situado para un cuantioso traspaso es Fazio. Cumple contrato el año que viene y el club no puede renovárselo, algo que ha quedado diáfano después de que su agente haya declarado que quiere probar "una nueva aventura". El Sevilla ya tuvo una oferta de unos 7 millones de euros procedente del Zenit que no cuajó en enero. Pero su agente lo está moviendo en Inglaterra e Italia, donde tiene un buen cartel.

También está en la rampa de salida Negredo, que ya ha manifestado su predilección por la Premier League. Su traspaso paliaría la necesidad de otras ventas, aunque su agente no ve sencillo el asunto. "La salida de Negredo no es una operación fácil. El Sevilla pagó 15 millones de euros en su día por él", dice en Calciomercato Alejandro Camaño. Su caché está en torno a los 20 millones de euros, pero si hay clasificación europea, el club aún habría de realizar algún otro traspaso para acometer varios refuerzos importantes que palíen la salida de hombres de peso como Fazio y Negredo.

Al margen de Kondogbia, que en su primer año ha subido su cotización como la espuma, hay otros futbolistas como Medel, Rakitic o Jesús Navas que son golosos en el mercado. Por apego personal a la ciudad y por compromiso con el club, el suizo-croata y el palaciego están llamados a continuar para configurar la columna vertebral del nuevo proyecto, al igual que Beto, compita el equipo en Europa o no. La clasificación final determinará qué jugadores son trapasados y cuál será el esfuerzo del club para paliar esas salidas. Y estos refuerzos ya podrían estar definidos si el Sevilla tuviera bien agarrada su plaza europea. Mientras, seguirá la incertidumbre.

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