Álvaro Vadillo se encuentra pronto a coger una maleta e irse para Italia, algo que realizará seguramente el próximo lunes si alguien en el Betis no lo evita. El futbolista de Puerto Real no quiere abandonar bajo ningún concepto, pero la diferencia entre lo que le ofrece la Fiorentina y la entidad verdiblanca es sustancial. Tanto, que él y su familia se sienten incluso "obligados" a marcharse.

"No quiero irme del Betis", repetía con insistencia el internacional heliopolitano en el día de ayer. "Lo único que deseo es que en el Betis no miren tanto que tengo 16 años y apuesten de verdad por mí", añadía Vadillo, a quien no le basta la promesa de Pepe Mel de que realizará la pretemporada con el primer equipo, aun a sabiendas de que eso es una verdad irrefutable.

El joven futbolista anda escarmentado, ya que en la temporada que acaba de concluir ha dejado de percibir 6.000 euros (otra cosa es qué hubiesen hecho después los concursales con esa cantidad) por no haber debutado con el primer equipo, como tuvo la oportunidad, en el último partido de Liga frente al Villarreal. El puertorrealeño sospecha que se debió a una orden del club para ahorrarse pagar ese dinero, algo que no desea que se repita.

Y si por ridícula se vio obligado a rechazar la primera propuesta verdiblanca, con la segunda se halla más de acuerdo, aunque no está dispuesto a que se la condicionen a posibles partidos jugados con el primer equipo. "No pido mucho y quiero quedarme en el Betis aun ganando menos de la mitad de lo que me ofrecen en Italia, pero no me gustaría quedarme a un partido de ganar esta o aquella cantidad. Soy consciente de que debe haber primas por objetivos, pero el Betis tiene que ser consciente de que también debo consolidar una cantidad", comenta el chaval, que el 12 de septiembre cumplirá 17 años y que se maneja con una madurez sorprendente.

Tanto que casi no necesita a Eusebio Rufián, su representante, quien, en compañía de Herminio Menéndez y un espabilado que hay en Italia, se dedica a este arte de firmar niños y buscar un pelotazo rápido.

Con todo, la apuesta de la Fiorentina es firme y el Betis no le acaba de ofrecer esa confianza ni ese contrato de "Primera" que esgrimiera Vlada Stosic.

El chico espera una llamada de Pepe Mel. Quiere que el técnico le muestre su confianza. Saber que, como Beñat y Miki Roqué, será uno más desde que en Bedoya (Francia) en julio silbe por vez primera un árbitro y que apueste por él ante Stosic. El técnico, que se marchó de vacaciones una semana a Estados Unidos, se encuentra prácticamente incomunicado (sólo desconecta en su viaje anual al extranjero), pero gente de su entorno trata de alertarlo. Hay tiempo, sobre todo porque Vadillo quiere seguir en el Betis. "Jugar aquí es mi sueño", repite.