La hora de las respuestas
El presidente cajista, tras meses de silencio, atenderá a los medios para explicar la situación del club Nadie de Jefferson Capital comparecerá
Hoy, por fin, se romperá el silencio. El CB Sevilla, que en los últimos meses estaba huérfano de un mensaje oficial, tendrá por fin voz de la mano de su presidente, Fernando Moral, que comparecerá junto al vicepresidente de la entidad, José Manuel García-Quílez, para explicar la actual situación del club.
No se espera que el mensaje sea ni halagüeño ni, salvo sorpresa, que haya llegado en estos días un grupo salvador. Quizás sí. ¿Quién sabe?, porque los movimientos de uno y otro lado se producen con máxima discreción. El dirigente hispalense hablará sobre la realidad, posibilidades de futuro y demás plazos legales a pasar los próximos días. Cuestiones más o menos conocidas. Sin embargo, también tendrá que responder a cómo se ha llegado a esta situación, el dinero gastado sin mirar el mañana en los primeros meses de Jefferson Capital Funding al mando y otras cuestiones de una gestión, cuanto menos poco trasparente, que no le corresponderían a él, pero con las que tendrá que lidiar al dar por fin el deseado paso adelante por la afición. Quizá por ese motivo a su lado estará García-Quílez, abogado de profesión que podrá responder de una manera más precisa ciertas preguntas.
Se da la circunstancia de que el director general y deportivo, José Luis Galilea, se fue hace unos días a Las Vegas para asistir a la liga de verano y no se incorporará al día a día del club hasta mañana, de manera que no estará presente en el acto de este mediodía o en la concentración a favor de la entidad de por la tarde.
El CB Sevilla está en una carrera contrarreloj en la que en juego está la supervivencia de un club con 28 años de historia. El equipo de la capital que más años lleva jugando ininterrumpidamente en la máxima categoría, pero ahora la situación es límite porque se necesita alrededor de 1.050.000 euros para equilibrar el presupuesto, partiendo de unos 350.000 euros del capital social actual. Sería posible salir adelante con un presupuesto muy reducido, pero todo depende del deseo de Caixabank y de que Jeffrey Meythaler no ponga trabas a la venta de sus acciones.
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