Al Sevilla parece haberle sentado bien los cambios a tenor de los dos últimos resultados y a José María del Nido, también. El presidente del Sevilla está cada vez más convencido de que por fin ha acertado en el capitán del banquillo. Se le ve seguro, más motivado, y ayer volvió a referirse a Gregorio Manzano como la mejor solución al problema futbolístico que al equipo se le venía encima.

Incluso ayer se pasó por el entrenamiento, junto al subdirector general deportivo, Monchi, y departió con el técnico jiennense mientras los jugadores calentaban antes de iniciar el trabajo de verdad. Puede que le preguntase por la varita mágica del mago de Oz con la que Manzano ha tocado al plantel, pues, a juicio del presidente, "algo ya se ha visto en el equipo del toque que le ha dado el entrenador".

"Me consta que algunas cosas sí ha inculcado ya el técnico a los jugadores, porque sigo muy pendiente del primer plantel, como siempre, y me consta que algunos conceptos ya se han trasladado al terreno de juego. La situación de los jugadores, el planteamiento táctico, la alineación que nadie esperaba... Su mano se ha dejado ver, evidentemente en poca medida y los responsables de los últimos triunfos fueron, sobre todo, los futbolistas, pero algo ya se ha visto y ese toque se lo ha dado el entrenador", señaló Del Nido, reafirmando las palabras que pronunció el lunes: "No sé dónde estaban los futbolistas, pero, afortunadamente, desde que llegó Gregorio están en el terreno de juego y, además, con muchas variantes".

Dos de dos lleva Manzano, que ha llegado justo a tiempo para salvar a un Sevilla que "se moría poco a poco". El presidente sevillista quiso explicar el porqué de esta frase y mitigar, en la medida de lo posible, una repercusión que no esperaba. "Fue una expresión coloquial en una tertulia. El cambio en el banquillo se produjo cuando desde la casa se entendió que era necesario, casi imprescindible, pero eso no desdeña el trabajo del primer entrenador, que hizo todo lo posible para hacerse con las riendas del primer equipo y conseguir éxitos deportivos. Le deseo todos los triunfos que pueda tener", señaló.

Pero queda trabajo por hacer. Manzano ha superado con nota su aterrizaje en Nervión, y eso que la situación y los rivales (Borussia Dortmund y Atlético de Madrid) no eran los más fáciles que se pudiese encontrar. Por eso, porque hay muchos aspectos que limar todavía, el parón liguero de esta semana le vendrá bien al grupo. "Pese al buen momento por que pasa el equipo, el parón le viene bien para que el técnico, que acaba de llegar, pueda inculcar lo antes posible sus conceptos futbolísticos. Para esta semana ya están previstos algunos días con entrenamientos en sesiones de mañana y tarde para no sólo trabajar el aspecto físico, sino también el táctico".

Del Nido pudo comprobar sobre el terreno cómo trabaja Manzano esta cuestión, aunque ayer había demasiadas ausencias como para probar algo que después se pudiese plasmar en un partido. Observó de cerca el entrenamiento en el que el preparador sevillista dividió a sus pupilos en dos grupos para jugar un partidillo. De un lado, Luna, Alexis, Renato, Acosta, Perotti y Luis Fabiano; de otro, Escudé, Konko, José Carlos, Cigarini, Alfaro y Negredo. Es lo que quiere Del Nido, que todos los jugadores cuenten. "Entiendo que en un plantel con 25 futbolistas, muchos del mismo nivel, no hay que agotarlos físicamente", apuntó el rector sevillista, todo un aval para un Manzano que parece contar con todo el respaldo de su jefe desde primera hora.