Aquel 17 de mayo del 97
El Betis encaró un derbi con 39 puntos sobre el Sevilla
Resulta difícil que Betis y Sevilla se vean las caras con tanta diferencia de puntos en la tabla, 22 los heliopolitanos por 53 los nervionenses. Lo propician la pésima temporada bética, la más que aceptable de los sevillistas y que el encuentro de la segunda vuelta haya caído bien tarde, en la jornada 33ª. Pero esos 31 puntos de ventaja no suponen un récord histórico. Hubo un precedente aún más abultado.
Sucedió en la temporada 1996-97. El calendario dictó que en la jornada 37 el Sevilla debía visitar al Betis. No era la penúltima jornada, ya que esa temporada aún militaban 22 equipos en Primera, como consecuencia de la amenaza de descenso administrativo para Sevilla y Celta que acaeció dos años antes, en agosto del 95.
El pujante Betis de Lorenzo Serra Ferrer era cuarto con 72 puntos y mantenía un pulso con el Deportivo por la tercera plaza, pero entonces sólo campeón y subcampeón jugaban Champions. A esas alturas de temporada, los béticos se centraban más en prepatar aquella final de Copa ante el Barcelona en el Bernabéu.
El Sevilla, por su parte, luchaba desesperadamente por salvar la categoría con Julián Rubio en el banquillo. Era penúltimo con 33 puntos, a seis de la permanencia.
El partido lo recuerdan unos y otros. Y vino a confirmar que los derbis viven y mueren de espaldas a las clasificaciones. El Betis se adelantó pronto, el Sevilla empató gracias a un penalti que dejó a los verdiblancos con diez, pero, en inferioridad numérica, los de Serra se pusieron 3-1. Ya en los estertores del duelo, Salva y Galván marcaron para un 3-3 que pudo ser 4-3 al final si Carmona Méndez hubiera considerado que aquella falta de Jarni rebasó la línea de la portería de Unzué. Nunca se sabrá si fue gol.
Dos jornadas después, el Betis recibía al Sporting de Gijón. Fue un sábado 31 de mayo. El triunfo sportinguista daba un empujón más al Sevilla hacia el abismo. Y la grada del Villamarín cantó como si fuera bético el gol de Cherysev (el padre del hoy jugador sevillista) en el minuto 56. El partido acabó 0-1. Antes, en el descanso, Alfonso Pérez Muñoz pidió el cambio sin motivo físico alguno. El día siguiente, el Sevilla cayó en Oviedo (1-0) y consumó su descenso.
Hoy, los sevillistas, como hace casi 17 años los béticos, no tienen la llave matemática para despeñar al vecino, pero sí la potestad para darle el empujón definitivo. Ya lo dijo Calderón antes de jugar en el Camp Nou: sólo se podían permitir una derrota más y ganar todo lo demás. Y esa derrota sobrevino luego ante el Barcelona.
El Betis ya afrontó un derbi, esta vez en Nervión, con 19 puntos de ventaja sobre el Sevilla. Fue en la Liga 95-96. Ese partido acabó 1-0 con gol de Suker.
Aparte de la actual, las mayores ventajas con que afrontó el Sevilla un partido de máxima rivalidad en una Liga fueron los 18 puntos de la 2006-07 (el derbi de esa jornada 22ª acabó 0-0 en Heliópolis) y los 16 de la 2008-09 (el Sevilla-Betis de esa jornada, también la 22ª, acabó 3-0).
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