Dos millones que atan a Mel

El debate que se instaló durante buena parte de la temporada sobre la continuidad de Pepe Mel en el banquillo del Betis ha quedado disipado en las últimas semanas, en las que el equipo acumula seis jornadas sin conocer la derrota, por lo que ahora mismo nadie se plantea que el técnico no continúe en el banquillo bético la próxima temporada, salvo por una decisión unilateral del propio Mel, algo que también parece imposible atendiendo a su contrato.

Los dirigentes verdiblancos, durante aquella negociación en la que el técnico se rebajó sus emolumentos a cambio de ampliar su vinculación en caso de permanencia, colocaron una cláusula por la que Mel debería pagar dos millones de euros a la entidad si decidiera romper su contrato, una cantidad que se antoja ahora mismo fuera de mercado para un club que pudiera estar interesado por el madrileño. De hecho, esos dos millones serían mucho más de lo que el propio Betis debería abonar al técnico en el caso de que decidiera prescindir de sus servicios este mismo verano, ya que el técnico -sin contar con los premios extra por objetivos- ganaría bastante menos por los dos años que tiene firmados.

Lo que sí tiene claro Mel es que si los dirigentes tomaran la decisión de cambiar de entrenador cuando finalice el campeonato, el club debería pagar al completo la indemnización correspondiente a su contrato en vigor, algo que no hubiera ocurrido en algún momento de la temporada en la que el propio técnico hubiera entendido un cambio en la dirección para intentar virar el rumbo del cuadro verdiblanco.

Ahora la situación es bien distinta y en el propio club las voces discrepantes han ido desapareciendo en las últimas semanas, después de que la hoja de méritos del entrenador se haya visto incrementada tanto por los resultados obtenidos como por la forma de conseguirlos. Y es que el Betis ha demostrado oficio para manejar los encuentros e incluso se ha presentado como un equipo solvente, uno de los aspectos que más le costó durante buena parte de la temporada. Si a Mel se le solicitó cuando firmó que lograse ascender al equipo, objetivo que superó con varias jornadas de antelación, algo parecido puede ocurrir esta temporada, ya que los dirigentes le colocaron el reto de conseguir la permanencia sin pasar apuros, algo que tiene en la mano y que sólo cambiaría con un giro inesperado de los acontecimientos.

El futuro de Mel está ligado al Betis y no sólo por los dos años de contrato que tiene firmados con la entidad. Con la salvación en el bolsillo, nadie puede discutir los méritos del entrenador, por más que en algún momento haya existido alguna discrepancia interna en torno a su figura. Si a esto, además, se le añade esa cláusula por la que el propio técnico debería indemnizar al Betis en el caso de que él decidiera marcharse, el proyecto del club verdiblanco tiene un capitán llamado Mel.