En modo presidente

Rueda de prensa comedida de José Castro en su tradicional comparecencia previa a los viajes europeos del equipo y dos ejes definidos para la misma: la situación deportiva y los movimientos accionariales tras la reciente junta de Sevillistas de Nervión. Por partes, respecto al equipo, el máximo mandatario nervionense admite que no se esperaba este arranque, aunque huye de alarmismos. "La palabra preocupado, no, porque veo que tenemos los mimbres para hacer una buena temporada, tanto en Champions como en Liga, pero me gustaría tener más puntos, es lógico y creo que en determinados partidos, como éste último en Éibar, hemos sido merecedores de más puntos".

Primera reflexión de Castro antes de que se le pregunte sobre qué le ocurre al equipo fuera de casa para no ganar aún. "Pese a la ilusión y a que todo el mundo ha magnificado la excelente plantilla que tenemos hasta ahora no hemos sido capaces de ganar fuera, pero todavía quedan muchas jornadas tanto en Liga como en Champions. Sabíamos que este grupo iba a ser muy difícil y complicado, pero ahí vamos, con ganas para tener un buen resultado ante un equipo potentísimo".

Manchester City, muchos millones enfrente. "En fútbol todo puede ocurrir y ¿por qué no podemos ganar nosotros allí? Con la plantilla que tenemos seguro que atesoramos calidad para conseguir una victoria en cualquier sitio", se muestra esperanzado el empresario utrerano.

Allí juega un chaval criado en la carretera de Utrera y que es un sevillista más. "De Jesús Navas ya sabemos todos el cariño que le tenemos, que ha sido una pieza importante en el Sevilla, que ha ayudado a crecer económicamente al Sevilla, y sólo podemos tener palabras de cariño para él", se sincera Castro antes de agregar: "Puntuar con el Manchester City sería importantísimo teniendo en cuenta que luego jugamos en casa y que Juve y Manchester, sin lugar a dudas, van a sufrir muchísimo en el Sánchez-Pizjuán".

Tampoco elude el presidente sevillista el pobre rendimiento que están ofreciendo algunos fichajes principales. "Es evidente que hay futbolistas que llegan a Sevilla, como el caso de Andreolli, y empiezan a jugar como si fueran de aquí y hay otros a los que les cuesta mucho más. Además, hay que tener en cuenta que es una plantilla amplia, con mucha calidad y que el que llegue, aunque sea costoso, le cuesta coger el puesto. Ha llegado un jugador como Llorente y hasta ahora ha jugado poco. Son cuestiones futbolísticas, esa calidad está contrastada, pero hay que ver si son capaces de rendir de acuerdo al presupuesto y al esfuerzo que hemos hecho con ellos".

Momento para la tradicional pregunta sobre Konoplyanka, el fichaje que llegaba como estrella. "Lo de Konoplyanka es un tema deportivo en el que yo no puedo ni debo entrar. Tenemos un gran entrenador, que lo ha demostrado, que ha ganado dos títulos con nosotros y que es quien tiene que dirigir a los jugadores. Konoplyanka es un magnífico jugador, pero el entrenador es quien tiene que ponerlo y yo no voy a entrar en ese tema", zanja Castro.

Y de ahí a otra cuestión espinosa, los errores arbitrales. "Arbitrar es muy difícil y a mí no me gusta hablar nunca de los árbitros, pero es verdad que hemos sido perjudicados en la última jornada y no sólo en la última sino en las últimas. Levante, Celta..., son ya varias y este presidente no se queda con los brazos cruzados en esa cuestión", proclama enigmático Castro.

Llega el momento de entrar en un tema árido como el que tiene que ver con las acciones y Castro, lejos de lo que podría vaticinarse, no escurre la cuestión. "Que en Sevillistas de Nervión hace tiempo que hay personas que tienen opiniones divergentes es un hecho; que mantienen esa postura de que se disuelva es otro hecho. Como lo es que este presidente es de consenso, que lo he sido, que lo soy y que lo seré, y quiere mantener esa estabilidad en el club, porque lo he hecho de vicepresidente y también de presidente. Pero yo no puedo luchar contra eso. Lo que sí voy a luchar es por la estabilidad del club, lo que sí voy a luchar es por que en el club se pueda trabajar como hasta ahora, con tranquilidad". ¿Se puede ver afectado el funcionamiento de la entidad en alguna de sus parcelas, incluida la deportiva? "Nada de esto afecta al club. Sevillista de Nervión es una empresa que evidentemente tiene su importancia dentro de la entidad, es la sociedad accionista mayoritaria, pero que nada tiene que ver con el funcionamiento normal del club. El club funciona perfectamente, yo no puedo tener queja del consejo porque cada uno hace lo que tiene que hacer en sus áreas y yo, por muy prudente que sea, no permitiría otra cosa. Soy prudente, pero si algo dentro de la entidad, no de ninguna sociedad que esté fuera, funcionara mal no lo permitiría. Me ocupa, pero no me preocupa, en el funcionamiento normal del club", aseguró el dirigente.

La opción de cambios en el consejo de administración es un punto a valorar, pero Castro no adelanta nada en ese sentido: "La junta de accionistas está cercana, yo soy un hombre de consenso y, mientras las cosas en el club se vayan haciendo bien, el club es una cosa y la sociedad Sevillistas de Nervión es otra. En el club se funciona normalmente, se actúa como siempre, el estadio se está reformando y se va a terminar. Nadie ni nada va a cambiar mi forma de proceder ni mi forma de hacer las cosas. Me preocupa la situación y lo que intento es que se arregle, pero tampoco me temblará el pulso para tomar las decisiones que haya que tomar siempre pensando en el Sevilla".

Y para acabar, Castro admite que no es el mejor de los escenarios posibles. "Agradable no es la situación, reitero que me gustaría que hubiera unión. Primero, porque está demostrado que es la madre de los éxitos, lo dicen todos estos años; y segundo, porque yo creo que me merezco eso, porque es lo que yo he hecho siempre, mirar por la estabilidad del club. Cuando era consejero, cuando he sido vicepresidente durante muchos años, y creo que merezco eso ahora. Pero es igual, yo seguiré trabajando por eso. Yo actúo y la gestión está ahí, los críticos se encargarán de juzgar esa gestión". Punto final, embarque hacia Manchester y a pensar en otra cosa con José María del Nido Carrasco y José Gómez Miñán, entre otros, en los asientos cercanos al presidente Castro.