La nulidad de lo invertebrado

Betis | Athletic · informe técnico

Atacando y defendiendo, sin Mehmet Aurelio ni Emana, el Betis fue un equipo sin presencia en el eje central · Malas elecciones tácticas, como la de Juande, restan

La nulidad de lo invertebrado
Jesús Alba / Sevilla

22 de diciembre 2008 - 05:02

La consistencia es una de las virtudes necesarias en el fútbol y el Betis no la tiene sin dos hombres (Mehmet Aurelio y Emana) que hoy día hacen contagiar al resto algo de tensión, de organización táctica y -cómo no- de calidad. El de Chaparro fue un equipo invertebrado, con experimentos abocados al fracaso desde el principio como el de Juande de mediapunta y con pocos recursos ante un equipo que tiene bastantes más carencias que el que ayer hacía de local, pero al que le bastó meter ritmo y tensión y colgar balones al gigante Llorente, un delantero que al Betis le vendría de maravillas. Uno de los agujeros de esta plantilla sigue estando arriba y ante los bilbaínos volvía a demostrarse la orfandad que el Betis exhibe en el área.

Defensa

Lo de ayer era sencillo, aunque relativamente. Llorente iba a ser el destinatario de mil balones y ahí Juanito y Melli debían ayudarse mutuamente y el resto, estar atentos. Pero esto último fue lo que no hizo el Betis en el gol de Javi Martínez, que remató solo.

Por delante no es que Arzu y Rivera trabajaran mal, pero faltó la organización y la prestancia de Aurelio. Los movimientos, sobre todo los de Rivera, no tenían el control táctico que debían tener.

Ataque

La salida se hace difícil si el hombre enganche es Juande y si las bandas no progresan. Eso pasó en la primera parte. Nelson no potenció jamás la zancada de Damià y Fernando Vega, aunque no es su estilo, tampoco apoyaba a Juanma en sus tibios intentos, quedándose todo al aire de los movimientos -buenos y efectivos- de un Sergio García poco arropado. Chaparro lo pudo comprobar desde la banda y su rectificación fue poner en el campo a Pavone para buscar la ruptura con el catalán más atrás, pero también fue chocar contra un muro. Rara vez sorprendió a la poblada zaga vasca y cuando lo hizo no tuvo la calidad mínima para generar ocasiones de verdad. Fernando Vega se creció acabando por ser el mejor del Betis en ataque. Mal síntoma.

Virtudes

No perder nunca la fe, aunque esto deba ser lo mínimo exigible.

Talón de aquiles

Más allá de unas limitaciones que se agrandan en cuanto hay dos resfriados, ayer se presenciaron malas elecciones tácticas.

3 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último