Óscar Arias. Secretario técnico

"Muy pocos clubes en el mundo tienen nuestra estructura"

  • El secreto de Monchi es tener varias manos derechas y este 'germano-onubense' aporta serenidad entre bambalinas. Tras suplir hace año y medio a Orta, repasa la situación del mercado y ensalza a su equipo de trabajo.

Con un patrón de comportamiento totalmente distinto a su predecesor, Víctor Orta, este onubense nacido en Alemania lleva un año y medio en el Sevilla sin que muchos se hayan enterado. Comparte la secretaría técnica con Ramón Vázquez y, por tanto, es una de las manos derechas de Monchi (quizá, o seguro, que uno de los secretos de su éxito es tener varias). "Mi padre es asturiano y mi madre de Huelva. Llegó para poner en marcha el polo químico. Después se fueron a Alemania, pero a los cuatro años ya estaba aquí", relata Óscar Arias Suárez (Kassel, 5-1-66), recio central de aquel Recreativo de Alcaraz que, por ejemplo, se midió al Sevilla en Segunda.

-Habrá notado el cambio con respecto a sus anteriores etapas en Huelva y Las Palmas.

 

-Estando aquí sentado, en este escenario (en la grada alta de Preferencia del Pizjuán) te das cuenta de la magnitud que tiene. El más laureado de Andalucía, con una masa social tremenda y una repercusión a todos los niveles enorme.

-Y mejor no se puede llegar, un título europeo en su primer año.

-La verdad es que he tenido bastante suerte en ese aspecto, aunque no me puedo dar méritos a mí mismo porque el trabajo de la temporada estaba hecho. Pero es cierto que entré con buen pie.

-Su club de siempre, el Recre, pasa por problemas. ¿El precio de los excesos en el fútbol?

-Cada vez hay más diferencias entre la élite y el resto y se está dejando notar muchísimo. Todos quieren meter la cabeza arriba, se ha estado mucho tiempo viviendo por encima de las posibilidades y ahora estamos pagando las consecuencias y aparecen situaciones como la del Recreativo u otros históricos. Se permitía todo y nadie miraba por esto.

-¿Se nota en el mercado que eso ya se ha acabado?

-Se es mucho más riguroso. El control económico es mucho y las decisiones se sopesan. Antes, no.

-¿Cree que va a ir a más? Ya está el caso del Getafe en Primera.

-Tiene que ir hacia una realidad sostenible. Los clubes, cualquier empresa, cualquier familia... nadie puede estar por encima de sus posibilidades. Habrá que disociar los objetivos reales con los que uno tiene en la cabeza. El dinero no te garantiza el éxito y un club con menos recursos puede conseguir muchas cosas. Nosotros el año pasado fuimos campeones europeos por encima de equipos con muchísimo más potencial económicamente, pero en el campo pudimos competir con ellos y fuimos capaces de superarlos. Pero lo habitual es que los más grandes estén arriba y conforme bajes de capacidad de recursos irás bajando en la tabla.

-El Sevilla ha tenido la suerte de enganchar en ese grupo cuando la cosa se ha puesto seria, cuando Hacienda o la Seguridad Social, por ejemplo, han dejado de ser tan permisivos.

-Somos un modelo de gestión en todos los aspectos. Lo que sí es cierto es que el formato actual con la inyección de dinero que algunos reciben se te hace muy complicado competir al máximo nivel. Madrid y Barcelona están muy por encima del resto, el Atlético está en un peldaño superior y el Valencia ha dado otro gran paso con la inyección de capital recibida. Hay un ejemplo muy claro: el año pasado salió de aquí Negredo por una cantidad importantísima y ahora está en el Valencia, un competidor directo nuestro, que resulta que ha pagado por él la misma cantidad.

-Y lo que viene en Inglaterra presenta un panorama aterrador: un recién ascendido podrá manejar presupuestos similares a los que tienen ahora los grandes de nuestra Liga.

-Para competir con todo eso nuestro único recurso es hilar muy fino y llegar antes que los demás, pero eso conlleva muchos riesgos y no es fácil cuando otros clubes van a por el jugador ya hecho y contrastado y con un coste superior. Nosotros tenemos que llegar antes, poner el jugador en el mercado, revalorizarlo y tener capacidad de venta para poder seguir compitiendo.

-Pero igual que irán a tiro hecho, la capacidad que van a tener estos clubes les permitirá crear una infraestructura de instalaciones y personal humano para dominar también el mercado del jugador en formación.

-Ya de hecho lo hacen. Si ves la Youth League, la dominan los clubes ingleses. Se hace difícil incluso para nosotros retener a un jugador que despunte. Si ya es difícil competir ahí con Madrid y Barcelona ahora ese mercado se abre mucho más. Pero el Sevilla trabaja bien la cantera y tenemos que seguir con esa idea de futbolista, de formar ese ADN propio del jugador sevillista, que lo hace competitivo y diferente a otros en edades tempranas. Igual que allanarles el camino para que tenga fácil el acceso al primer equipo aquél que lo pida.

-Pero el canterano y su familia que buscan llegar por donde sea también deben ver el espejo en su club. No hay esa fidelización que había en su época.

-Está claro. Pero hoy está el entorno del jugador, hay gente cercana que al final lo que hace es especular con su progresión. A veces creemos que la línea recta es el camino más corto y en fútbol, no. El que termina de cadete no tiene que jugar al año siguiente en División de Honor porque sus padres o el agente lo piensen. Esto es una carrera en la que todo el mundo tiene mucha prisa. Los técnicos tienen que verlo preparado, pues si no, es perjudicial y se generan ansiedades. Cuanto más rápido vas más opciones tienes de equivocarte.

-Ahora entró Rico, pero la afición no ve cantera en el equipo. Me gustaría escuchar que en el club se piensa cambiar algo eso.

-Sí, pero esto no es algo que se diga por el hecho de decirlo. Para llegar al primer equipo hay que estar preparado y la exigencia, el vestir esa camiseta, no está al alcance de muchos. Hay que llegar a unos mínimos de calidad y rendimiento.

-Pero cinco títulos nacionales en juveniles en los últimos años quiere decir que nivel hay. ¿Lo que falla entonces es el último tramo de formación?

-Está claro que se hacen las cosas bien, pero no tanto por los títulos sino porque la mejoría de los jugadores es importante. Y es donde debe estar centrado el trabajo de cantera. La competitividad es básica, pero hay que formar y es en lo que tenemos que centrarnos.

-No me ha contestado, pero también le digo que aquí gusta más un fichaje que un canterano aunque se nos llene la boca...

-Bueno, normalmente el que es sevillista lo quiere todo. Quiere cantera, que se gane en alevines, que se fiche... todo sin reflexionar ni profundizar, porque tampoco tiene por qué hacerlo.

-Lo hemos visto ahora en el mercado de invierno. ¿Qué piensa de que se haya puesto el grito en el cielo por no fichar tras la marcha de Mbia a la Copa África o la lesión de un jugador?

-El mercado de invierno es muy complicado porque se limita a un porcentaje muy pequeño de jugadores y porque llegas con unas necesidades muy concretas. Si no tienes una carencia clara, firmar por firmar no te lleva a nada. Hay que pensar que las personas que toman estas decisiones lo hacen siempre pensando en lo mejor para el club.

-Y esto va por rachas. Si en enero la afición más crítica veía el agujero en el centro del campo, ahora lo ve en el centro de la defensa o en la portería...

-Son momentos. Cuando de repente surge un problema dentro del equipo porque un jugador tiene una mala actuación todo el mundo abre fuego con eso. Luego cuando se demuestra que las cosas salen bien, se olvida y surge otro foco. Pero es la salsa de esto. Se cuestionan muchas cosas...

-Y se etiqueta muy pronto, ¿no? El caso claro es alguien que usted conoce bien: Barbosa. En dos partidos fue crucificado. Supongo que habrá que verlo.

-Yo he leído algún comentario excesivamente fuerte. Barbosa es un portero que ha jugado en clubes como River, como el Atlas mexicano, como el Villarreal en España... No es un futbolista de renombre y gran prestigio, pero es un profesional que tiene una trayectoria y que el año pasado fue el mejor jugador en Las Palmas. Este año estaba nominado entre los mejores jugadores sudamericanos de la Liga española. Aquí antes de llegar ya se le estaba cuestionando.

-Igual se cuestionó fichar a Vitolo, al que también tuvo en Las Palmas, porque venía de Segunda. Unos rinden antes que otros.

-Muchas veces se habla de uno de una manera que no se hace de otro y no veo cuál es la diferencia. Los dos vienen del mismo equipo. Vitolo subió al primer equipo estando yo allí y debutó al año siguiente con Paco Jémez. Ha seguido creciendo y hoy es un gran jugador, pero se le ha respetado. Barbosa ha entrado con mal pie y lo único que le puede venir bien es que le toque jugar y cambie esa sensación.

-Pasó igual con Kolodziejczak.

-Pero es lo normal en el fútbol. Desde el asiento puedes decir lo que quieras y no va a pasar nada. El problema es cuando esos comentarios se extrapolan a otros niveles que ya tienen más importancia.

-Es curioso. Usted parece invisible y alrededor de Víctor Orta había mucho ruido, generalmente centrado en su responsabilidad en operaciones de mucho coste que no salieron bien.

-No creo. Tendría la misma dosis de culpa que de responsabilidad en los aciertos. Aquí todos los que estamos trabajamos con la idea de ayudar al Sevilla. En esta parcela hay una persona que es el denominador común de los éxitos que es Monchi. Es quien lleva las riendas y quien ha creado una estructura de trabajo que con el paso de los años ha crecido hasta ser la envidia de toda Europa. Esto no se trata de estar en los medios continuamente ni de acaparar protagonismo, ni de sacar pecho cuando algo sale bien. El secreto de esto es la dedicación y el anteponer los intereses del club a los tuyos propios.

-Ya que lo ha mencionado, ¿cómo lo ve? Porque se habla tanto de su marcha...

-A veces me sorprende que se hable tanto de eso cuando aquí lo conocéis muchísimo mejor que yo. Monchi es sevillista. A partir de ahí, lo demás queda en un segundo plano. Él nunca hará nada que perjudique al club.

-Ha estado fuera y ahora, dentro. ¿Es tanta la admiración que levanta la estructura de esta dirección deportiva? Recursos humanos (la más amplia), técnicos (software), organización...

-No hay ninguna en España y me atrevería a decir que muy pocos en el mundo que tengan una estructira tan amplia y completa. Hay clubes que trabajan muy bien, pero en España ni Madrid ni Barcelona, hablando de funcionamiento, se pueden comparar. Estos clubes no buscan los jugadores que buscamos nosotros.

-No lo necesitan porque identifican el perfil y buscan el mejor.

-Exacto. Y pagan lo que haga falta. Pagan en sobreprecio y lo asumen, porque para estos clubes el mismo futbolista tiene otro coste. Nosotros no funcionamos de esa manera. Tenemos que irnos antes de que ese jugador esté a ese nivel. Buscamos a ese futbolista antes de que eclosione en la élite y lo trabajamos nosotros y lo mejoramos para, en un periodo corto, darlo a conocer a todos los niveles. En eso el Sevilla es el mejor escaparate a nivel mundial. No hay torneo en categorías inferiores en el que no estemos presentes.

-Ello permite conocer, en vez de un jugador, una trayectoria.

-Tenemos una base de datos que difícilmente la tenga otro club en el mundo. Es difícil que nosotros nos podamos sorprender por la aparición de un jugador en un momento puntual. Si ha tenido un rendimiento en sub 16, sub 17 o sub 18, lo tenemos controlado, aunque hay futbolistas que irrumpen tarde. A Kolo lo conocíamos y eso es lo que vemos, que tenga margen de mejora. Luego contamos con un entrenador que ayuda bastante.

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