Tano García de la Borbolla, caer y levantarse

El joven canoísta sevillano consiguió disputar unos Juegos Olímpicos y fue campeón del mundo, pero el palo de no clasificarse para París 2024 le hizo parar y volver a empezar

Tano García de la Borbolla / José Ángel García
Ángel Platero

07 de septiembre 2025 - 05:59

Cayetano García de la Borbolla Yaque (Sevilla, 2001) es un canoísta que ha vivido la cara y la cruz del deporte. Con 12 años decidió seguir los pasos de su padre y empezó a practicar piragüismo en el Club Náutico Sevilla, donde rápidamente creó “un fuerte vínculo” con este deporte. Su compromiso y ambición le permitió alcanzar los logros que ha conseguido a día de hoy: “No he visto en nadie una ambición como la mía. Yo sé que tenía sueños grandes, cada día que iba a entrenar me lo tomaba en serio y en el día a día igual, cuando mis amigos los viernes salían a mí me tocaba quedarme en casa porque el sábado tenía que entrenar temprano. Ya tenía un gran compromiso y empecé a entender lo que era el sacrificio”.

En su primer año de juvenil consiguió ser segundo de España en su categoría, lo que le abrió las puertas a su primer campeonato internacional. Esto supuso un punto de inflexión en su trayectoria: “Veía a gente en lo alto del podium y el ambiente que se respiraba tanto en el equipo de España como a nivel europeo y yo eso lo quería seguir viviendo”.

A partir de ese momento se sucedieron varios éxitos en su carrera: campeón de España, lo que le permitió la clasificación al Mundial Júnior, que también terminaría ganando. Un logro que considera “la materialización de todo mi trabajo” y disfrutó especialmente al ser su primer gran éxito y contar con la presencia de sus padres en el torneo.

Esto llegó en un año en el que se tuvo que separar de su familia al irse a Murcia: “Irte de casa con 16 años es complicado porque llevas toda tu vida con tus padres, con los amigos cerca y de repente no tienes eso, pero que merecía la pena porque el estar allí no era por otra cosa que por dar el salto a mi objetivo, que era ir a la selección absoluta”, comenta sobre una meta que lograría al año siguiente.

Tano García de la Borbolla
Tano García de la Borbolla / José Ángel García

Tokyo 2020

Todo sólo era el inicio de una serie de consecución de objetivos, siendo el primero de ellos la clasificación a unos Juegos Olímpicos, los de Tokyo, una posibilidad que se pudo dar debido a que éstos se atrasaran a 2021. La clasificación llegó junto a su compañero de club y amigo, Pablo Martínez, en una regata que recuerda con mucho cariño: “Fue muy especial, salimos y nos quedamos solos. Yo diría que es el top uno de emociones el día que clasificamos y para mí las Olimpiadas de Tokio fueron una sorpresa porque no entraba dentro de mis planes”.

Estar en la villa olímpica fue una experiencia que pocos pueden vivir y Tano la recuerda como “única” e “irreal” al encontrarse con celebridades tales como Pau Gasol, Jokic, Pedri o Doncic, al que se encontró un día desayunando y en definitiva “un montón de gente que para un ciudadano normal es muy extraño encontrarte con esa gente y estar en el mismo sitio”.

En la competición hicieron un papel bastante digno, aunque la resistencia no les llegó para competir por medallas: “La semifinal y la final eran en la misma mañana en dos horas. Yo con 20 años recién cumplidos no tenía capacidad de recuperarme, me dio mucha pena porque podríamos haber hecho una regata bonita, pero no podía más”.

Tano García de la Borbolla
Tano García de la Borbolla / José Ángel García

Un 2022 lleno de éxitos

Tras los Juegos la distancia pasó a ser de 1.000 metros a 500, un recorrido al que se adaptaba mejor, y pudo demostrarlo en un 2022 repleto de medallas, en el que consiguió oro en C1 1.000 y un bronce en C1 500 en el Campeonato de España y campeón del mundo sub 23 en C4 500, aunque si una destaca sobre las demás es la consecución del Campeonato del Mundo en Canadá en C2 junto a Pablo Martínez, en un momento en el que a pesar de estar preparados para luchar por medallas no se lo creyeron. La victoria llegó de forma autoritaria. “En los últimos 200 metros ya sabíamos que íbamos a ganar y disfrutamos esos últimos metros porque ya lo teníamos. El poder decir que eres el mejor del mundo conlleva una presión añadida: “A partir de ahí sí el objetivo era diferente. Ya no era llegar a ser el mejor, era intentar mantenerse”.

Mejor deportista sevillano en 2022

La consecución de éxitos en 2022 lo llevaron a ser reconocido por el Ayuntamiento de Sevilla como el mejor deportista masculino sevillano del año, un reconocimiento que ganaron Joaquín o Jesús Navas entre otros y que es “muy importante”, pero no tiene el reconocimiento que debería: “No tiene repercusión, es importante y yo estoy encantado, pero es verdad que sí que echo de menos ese reconocimiento, yo me doy un paseo por el centro de Sevilla y nadie sabe que yo he sido el mejor deportista de la ciudad, no es que quiera fama, pero me gustaría que a partir de este tipo de galardones tengan impacto otros deportes y haya gente que a raíz de esto se anime a practicarlos”.

El palo que le hizo parar y reconectar

En un momento en el que estaba al alza le llegó el golpe más duro de su carrera, no conseguir en el Preolímpico la clasificación para París 2024, un contratiempo que lo llevó mentalmente al límite y le hizo parar y dejar de competir por un tiempo: “Me ha costado mucho. He llorado mucho, he odiado mi deporte, me he aislado de las Olimpiadas, de todo, tenía una sensación por dentro muy fea”.

Me ha costado mucho. He llorado mucho, he odiado mi deporte, me he aislado de las Olimpiadas, de todo, tenía una sensación por dentro muy fea”

Si Tokyo llegó de “sorpresa”, París era un objetivo en el que aspirar a medallas, pero las cosas no siguen siempre la lógica: “Cuando menos expectativas tienes a objetivos llegan y cuando las cosas más tienen que salir porque es el momento pues no llegan. Son lecciones de la vida que cuando caen de tu lado son maravillosas, pero cuando no caen de tu lado son bastante desagradables”.

La decepción de no alcanzar esa meta hizo que no disfrutase de practicar su deporte y sentía que ir a palear “era una obligación”, además de “pagar” la frustración con los demás: “Te empiezas a crear enemigos por todos lados, todo lo ves negativo y oscuro”.

Cayó en un hoyo del que “cuesta mucho salir”, sumado a que sus seres queridos lo pasaron mal al verle en esa situación. Prepararse las oposiciones de Policía Nacional fue su foco en esos duros momentos: “Este año lo he compartido, he estudiado mucho, estoy opositando para Policía Nacional y tan pronto como termine la oposición, ya voy a estar en modo deportista de élite otra vez, entrenando mañana y tarde y queriendo llegar al año que viene estando en forma”.

Tano García de la Borbolla
Tano García de la Borbolla / José Ángel García

En este tiempo también ha ido acompañado de profesionales de la salud mental y dejaba una reflexión sobre el tiempo: “Si dejas que el tiempo pase, no te cura, lo que el tiempo te da es filosofía, con el paso del tiempo tu mente se va abriendo y va encajando ese palo de una manera en la que tú lo empieces a convertir positivamente, yo he tardado un año en estar con ganas”.

No me puedo permitir el día de mañana decirle a mis hijos que su padre abandonó"

Esta etapa le sirvió para reflexionar y plantearse qué es lo que quiere en la vida y se ha dado cuenta de lo que quiere es intentarlo: “Quiero intentarlo, no me puedo permitir el día de mañana decirle a mis hijos que su padre abandonó. Cuando esa frase se instaló en mi cabeza dije que tengo que hacerlo, no puedo estar el resto de mi vida con la cosa de haber abandonado”.

Muestra una fuerte personalidad y sigue argumentando sus motivos para no tirar la toalla: ”No me quiero imaginar cómo tiene que ser ese remordimiento de por vida y mostrarle una imagen de persona débil a la gente que quiero, ni a mí mismo, ni a la gente que todavía no está; no quiero que mis hijos piensen que su padre tiró la toalla. Ése no sería un buen ejemplo”.

Germán García, entrenador del Club Náutico Sevilla, ha jugado un papel importante en este proceso al ser “la persona que este año me ha ayudado a tirar para adelante”, confesaba Tano. Ha sido la persona que le ha convencido a asistir a los campeonatos de España y animado a volver a competir este mismo año, en el que ha asistido a dos campeonatos de España, lo que le ha permitido volver a conectar con el piragüismo y recuperar la ilusión.

No tengo presión, tengo un arco en la mano y no tengo miedo a perder"

En un futuro a corto plazo volverá a competir por llegar a lo más alto, pero en una situación que no requiere de presión: “No tengo presión ninguna porque ya he perdido todo. ¿De qué voy a tener miedo? De que me quede fuera de unas olimpiadas. Ya me ha pasado”, una falta de presión que va unida a una nueva posición, la de aspirante: “Pablo y yo hemos sido el objetivo de toda España. Hemos tenido una diana en la espalda y pesa y es muy fácil tener un arco en la mano porque no tienes nada que perder, es muy fácil ser aspirante. Hay gente que sueña con Los Ángeles, pero tienen una diana en la espalda y yo tengo un arco en la mano y no tengo miedo a perder”.

No está claro si su compañero en un futuro seguirá siendo Pablo Martínez, “eso lo tenemos que ver”. Ahora mismo está centrado en trabajar individualmente para recuperar su máximo nivel y no piensa en montar en barco doble en estos momentos: “Cuando tenga un buen nivel individual ya tengo que ver cuál sería mi mejor opción para montar un barco doble. Ojalá sea con Pablo y si no, pues ojalá que sea con gente humilde y trabajadora”, sentenciaba sobre un posible compañero de embarcación.

stats