En un acto con el boato que merecía -el que se ha ganado en el campo-, Unai Emery fue presentado ayer como entrenador del Sevilla para las dos próximas temporadas. Un evento que se había convertido en la mayor obsesión del sevillismo días después de la final de la UEFA Europa League que la entidad de Nervión conquistó en Varsovia. El suspense y la intriga que rodeó al proceso de renovación del entrenador llevó a pensar que el técnico que ha sumado dos títulos europeos más a las vitrinas del Sánchez-Pizjuán, logrando además la clasificación para la Champions, emprendería un periplo en busca de nuevos horizontes lejos del Sevilla, sobre todo por la reunión casi retransmitida en directo con los dirigentes del Nápoles en Madrid, un encuentro que tanto el presidente como el director general deportivo vieron ayer como "normal" aun con el entripado que en ellos provocó en su día.

José Castro y Monchi presentaron a Unai Emery con el orgullo que da poder poner ante los medios y ante la afición al entrenador de moda en Europa, un técnico que además ha alcanzado su actual caché -sin que tenga que ser una expresión exclusivamente económica- defendiendo los intereses del Sevilla.

"Como club hemos hecho un esfuerzo importante para que siga con nosotros, pero como presidente quiero reconocer y ensalzar el esfuerzo que ha hecho él por continuar. Ha renunciado a unas cifras de vértigo, priorizando el proyecto deportivo del Sevilla. Creo que eso lo honra y dice mucho del entrenador que tenemos. No sólo es un técnico top, sino además es un hombre identificado con nuestra idea y con nuestra idiosincrasia". Las palabras del presidente resumían muy brevemente todo lo ocurrido en esas dos semanas entre la final y el acuerdo definitivo, en las que en el aire se reflejaba cierta inquietud que el sevillismo ya ha olvidado por la fuerza de la inmediatez.

El interesado aclaró que nunca dejó de tener los dos pies en el Sevilla, el club al que debe prácticamente todo. Emery explicó que nunca fue infiel al consejo. "Terminado todo (la temporada), creí necesario tener una semana de reflexión con mi gente más cercana y valorar las opciones, siempre anteponiendo la del Sevilla, aunque escuchando las posibilidades que tenía de crecer. Pero en ningún caso superaban a lo que ya había conseguido con el Sevilla. Soy una persona de diálogo y de escuchar, y esa semana de reflexión estaba dentro de mi contrato, de lo hablado con el club. Pero, como le dije al presidente, mi primera opción era el Sevilla", explicó el técnico, quien aclaró todos estos puntos con el club durante el viaje a Marruecos: "En todas las familias se discute, se levanta uno enfadado, pero en todas se imponen las necesidades de unos y otros y el respeto hacia unos y otros. Si en algún momento me he podido enfadar yo con el presidente, con Reyes, con Monchi, con el vicepresidente…, son cosas que nos hacen más fuertes".

El de San Fernando se encontraba a su izquierda y su voz, de las más autorizadas en la casa, ilustraba a la perfección la idea que ahora mismo hay en el club. "Cuando vas a comprar una casa, lo normal es que la veas… Es humano y normal que el míster valorara las opciones que tenía, que las pusiera encima de la mesa y que después decidiera. Él ha valorado muchas circunstancias, ha elegido al Sevilla y eso nos enorgullece más todavía", explicó el ex guardameta, que confirmó que lo que le habían puesto delante de la mesa a Emery han sido ofertas mareantes: "Yo conozco las ofertas que ha tenido el míster, y yo, que me considero no más sevillista que nadie pero como el que más, no sé si hubiera dudado, seguro que hubiera elegido al Sevilla, pero seguro que hubiera dudado un poco más que él".

Monchi, ante la insistencia de los periodistas, se reafirmó en la normalidad con la que hay que ver estas situaciones. "En el fútbol a veces nos asustamos con cosas que cuando las hacemos nosotros son normales. No he firmado a ningún jugador sin hablar antes con él. Que Unai se haya reunido con el Nápoles o que haya escuchado a otros es lo más normal del mundo", puntualizó el director general deportivo, que, al igual que todo el sevillismo, confía en que Emery siga creciendo en el Sevilla y esté durante muchos años ligado al club de Nervión.

En este sentido, siempre en estos casos aparece el ejemplo de Arsene Wenger en el Arsenal. Lo que sí tiene seguro Castro es que Emery es la persona ideal para construir un proyecto alrededor de él. "Tenemos claro que Unai no es un entrenador, es... el entrenador. No son palabras bonitas sino que es lo que pensamos. Entendemos que es el entrenador ideal para nosotros, que no somos un club al uso, sino que queremos más. Aquí se habla constantemente de crecimiento. Él tiene sus miras y no hay que correr. Ojalá que crezcamos al mismo nivel para que estemos juntos muchos años".